JUEVES 24 DE AGOSTO DE 2000

* Tendrá los mismos límites y obstáculos: Rebolledo


La política exterior no cambiará sólo porque haya otro gobierno

* Critica el PRI poca seriedad de Fox sobre la doctrina Estrada

Georgina Saldierna y José Gil Olmos * El subsecretario de Relaciones Exteriores, Juan Rebolledo Gout, descartó ayer transformaciones "en automático en materia de política exterior", sólo porque habrá un cambio de partido en el poder en México. Habrá nuevos ánimos y entusiasmos, pero la política externa también tendrá los mismos límites y obstáculos que en el pasado, sostuvo.

El responsable de asuntos internacionales del CEN del PRI, Ildefonso Guajardo, criticó la "poca seriedad" y la "descripción miope" del presidente electo, Vicente Fox, al proponer un cambio a la doctrina Estrada sin un análisis de fondo. Sería muy peligroso, aseveró, al tiempo de calificar de "precipitadas" las declaraciones hechas por el guanajuatense en Canadá para reabrir la discusión del Tratado de Libre Comercio, y sustituirlo por una unión económica similar a la europea.

Consideró que sus asesores en política exterior debieron haberle advertido sobre las posibilidades reales de esta iniciativa, y sostuvo que si estuviera en su lugar, se sentiría "muy mal consigo mismo".

Al participar en la Universidad Nacional Autónoma de México en un seminario sobre las relaciones del país con Estados Unidos y Canadá, Rebolledo Gout defendió la política exterior que llevó a cabo el presente gobierno, y criticó a quienes creen que con el cambio político en México se modificará la política internacional.

El funcionario de la cancillería trató de no hacer declaraciones directas sobre los planteamientos de Fox en sus recientes giras internacionales. Sin embargo, explicó que los principios en la materia no tienen aplicación automática. Para aplicarlos hay que conocer la realidad, y si esta cambia, entonces el mismo principio hay que releerlo. Nunca es exactamente igual, y lo importante es tener claridad en estos dos aspectos para ser eficaces. Si los principios no se pueden adaptar no serían principios, sino dogmas, y eso es peligroso, advirtió.

Agregó que en el pasado, cada gobierno ha leído los principios de manera que le ayuden a propiciar lo mejor para el país. "Nadie tiene principios porque sí; estos tienen un valor, y éste, en buena medida, debe reflejarse en beneficio de la gente. Ese es un imperativo del gobierno".

Recordó, por ejemplo, que al iniciar la actual administración se dio una nueva lectura a los principios de política exterior para enfrentar una "realidad terriblemente cambiante", que se caracterizó por una grave dificultad financiera.

Mientras tanto, Guajardo sostuvo que el apego a la doctrina Estrada nunca ha imposibilitado al país opinar sobre asuntos internacionales, "lo que sí nos ha marcado es el respeto absoluto a la no intervención".

De la "precipitación" en la que Fox cayó al proponer modificaciones al Tratado de Libre Comercio con América del Norte y crear uno similar al de Europa, dijo que sus asesores en política internacional deberían haberle aconsejado discutir el tema con mayor profundidad y seriedad, antes de planteárselo a otro mandatario, pues no existen las condiciones reales para llevarlo a cabo.

No quiso usar los terminos "pifia" ni "candidez" para describir los errores foxistas. "Digamos que son precipitaciones, como dicen los gringos: I canƀt live with that", concedió precavido Guajardo.

También pidió pensar mejor la propuesta de trasladar la Unidad de Negociaciones Internacionales, que se encuentra en la Secretaría de Comercio, a la Secretaría de Relaciones Exteriores, como lo han mencionado Jorge G. Castañeda y Adolfo Aguilar Zinzer, porque se perdería la experiencia de 12 años en el establecimiento de tratados comerciales.