JUEVES 24 DE AGOSTO DE 2000
* El mandatario electo se reunió con mexicanos en EU
Clinton, impresionado con lo que conoce del guanajuatense
* Economía, migración y drogas, temas a tratar hoy por ambos
David Brooks, corresponsal, y Juan Manuel Venegas, enviado, Nueva York, 23 de agosto * Vicente Fox se reunió hoy con representantes de la comunidad mexicana en esta ciudad, en su primer acto en Estados Unidos en su calidad de presidente electo de México, mientras el presidente Bill Clinton comentó que está "impresionado" con lo que ha visto del futuro mandatario del vecino país, y su compromiso con "modernizar" la economía mexicana, y aseguró que está ansioso por reunirse con él mañana en Washington.
"Nos hemos comprometido a gobernar para 118 millones de mexicanos ų100 millones que están luchando allá por una vida mejor, y 18 millones aquí, haciendo lo mismo", declaró Fox ante representantes de la comunidad mexicana.
Afirmó que "el meollo del problema" es la brecha económica entre México y Estados Unidos, así como los asuntos de la migración y el tráfico de drogas, y reiteró que por eso se están presentando, tanto al gobierno canadiense como al estadunidense, propuestas a mediano y largo plazos para buscar una solución.
Fox arribó por la tarde a esta ciudad, donde su único acto oficial programado fue un encuentro con aproximadamente 70 personas, representando a la "comunidad mexicana de Nueva York", en el pequeño restaurante La Hacienda, en la zona de El Barrio, en Manhattan. De ahí partió esta misma noche a Washington para sostener encuentros con Clinton; el vicepresidente y candidato demócrata a la presidencia, Al Gore; la secretaria de Estado, Madeleine Albright, y una sesión con un grupo de diversas ONG estadunidenses.
"Quiero conocerlo y deseo reafirmar el apoyo de Estados Unidos ųel cual, creo, es bipartidistaų para una buena y fuerte relación con México", declaró hoy Clinton en la Casa Blanca, al responder a una pregunta de reporteros sobre la visita de Fox, programada para este jueves.
Señaló que enfatizará la necesidad del trabajo conjunto para abordar el "desafío de las drogas, nuestros desafíos ambientales comunes a lo largo de la frontera, y hacer funcionar nuestra relación comercial para ambos lados".
Clinton agregó que Fox es serio. "Estoy impresionado con lo que he visto y escuchado de él hasta ahora, y estoy ansioso por encontrarme con él y hacer lo que pueda para darle un buen inicio a nuestra relación".
Interrogado sobre qué opina de la propuesta de Fox en torno a "fronteras abiertas" entre ambos países en el largo plazo, Clinton se limitó a responder que "el diablo está en los detalles. Entonces quiero hablar con él sobre esto y entender qué tiene en mente. Me imagino que gran parte de este trabajo tendrá que ser realizado por la próxima administración".
Clinton señaló, en este contexto, que la interdependencia de las economías mundiales se intensificará en los próximos años, y lamentó que Estados Unidos no logró hacer "más" con América en torno a promover iniciativas de comercio libre. "Obtuvimos el acuerdo con México, el cual, creo, ha sido un reto positivo para Estados Unidos, tanto económica como políticamente. No extendimos nuestros pactos comerciales al resto de América del Sur, y creo que los europeos han ganado a nuestro costo".
Pero antes de verse con la cúpula política de Estados Unidos, Fox decidió que su primera escala en territorio estadunidense, en su calidad de presidente electo, sería con los inmigrantes mexicanos. Procedente de Canadá, bajo una intensa protección, tanto de su equipo de seguridad como del ofrecido por la ciudad de Nueva York, Vicente Fox llegó a un modesto restaurante en la calle 116, donde unas 70 personas esperaban adentro, mientras otras 200 se congregaron para vitorearlo y escucharlo por bocinas, desde la banqueta.
Aquí, en El Barrio, antes conocido como Harlem del Este, y tradicionalmente una zona puertorriqueña que en los últimos años ha visto un importante crecimiento de nuevos inmigrantes mexicanos, Fox escuchó los planteamientos de dos representantes de la comunidad mexicana, Jerry Domínguez, líder sindicalista que organiza a trabajadores mexicanos, y Esperanza Chacón, representante de la Asociación Tepeyac, grupo de defensa de los derechos de los inmigrantes mexicanos.
Ambos presentaron una amplia gama de demandas, desde la defensa de los derechos humanos y laborales de los inmigrantes, la promoción de una amnistía general para los indocumentados, fin al conflicto armado en Chiapas, impulso al desarrollo económico en las zonas más pobres de México, fin a la "caza de indocumentados" hasta el trato igualitario de las mujeres, aquí y allá, entre otros.
Fox agradeció recibir estas propuestas y denuncias, y reiteró su compromiso "con la comunidad mexicana radicada en Estados Unidos". Reconoció a esa comunidad con "la voz triste de los que han sido partidos entre México y Estados Unidos", así como el "coraje y la lucha" de éstos para abrir espacios en este país, y sus "historias heroicas" de triunfo.
"Todos con un deseo de vivir en un México triunfador, en un país que nos permita quedarnos allá", dijo Fox, al convocar a "trabajar en equipo" entre los mexicanos, allá y aquí. También señaló que impulsará el proyecto de ley para el voto de los connacionales radicados aquí, y que buscará cómo ofrecer garantías para el envío de dinero, para la inversión de remesas en proyectos productivos y de mecanismos para fortalecer la comunidad en el exterior.
Habló de las prioridades de su gobierno, como educación, respeto a los derechos humanos y laborales, y la promoción no sólo del crecimiento económico, sino la distribución de la riqueza para asegurar que ningún mexicano quede marginado.
Exigen cumpla los acuerdos de San Andrés Larráinzar
Tanto adentro como afuera, mexicanos coreaban "šFox, Fox!". Frente al restaurante hay una estatua de Emiliano Zapata, y cerca de ella, unos simpatizantes del EZLN demandaban el cumplimiento de los acuerdos de San Andrés. Al lado de donde se ofrecen tortas y tacos, y donde se venden churros en la calle, una tienda ofrece "discos mexicanos" y servicio de "envíos de dinero".
Una inmigrante poblana comenta con otra que "los presidentes que salen del PRI no han hecho nada para los pobres, a éste (Fox) es al primero que he escuchado que dice algo de nosotros". Poco después, en entrevista con La Jornada, señala que "no estamos en este país por gusto, no nos arriesgamos la vida para nada. Sólo porque allá no hay trabajo. Basta ya de esa corrupción, de lo que le han hecho a nuestro país. A ver si éste cumple".
Después de escuchar las declaraciones y promesas de Fox, otra poblana ofrece un análisis final del acto: "šHuy, ojalá!".