MIERCOLES 23 DE AGOSTO DE 2000
Ť Rechazan buzos noruegos participar en el rescate; "es demasiado peligroso"
Hoy, duelo nacional en Rusia en memoria de los marinos muertos
Ť El presidente Putin se reunió con enojadas viudas y familiares de los 118 tripulantes del Kursk
Afp, Ap, Dpa y Reuters, Murmansk, 22 de agosto Ť El presidente ruso,Vladimir Putin, se reunió este martes con viudas y familiares de los 118 tripulantes del submarino nuclear Kursk, oficialmente declarados fallecidos el lunes pasado por Moscú, y declaró este miércoles como día de duelo nacional.
Mientras, buzos noruegos se negaron a participar en el rescate de los cadáveres por considerarlo demasiado peligroso, en tanto que expertos expresaron el temor de que el submarino pueda tener fugas de radiación atómica dentro de unas seis semanas.
Así, autoridades rusas insistían hoy en que el submarino hundido pudo haber chocado con otro aparato, estadunidense o británico, pese a que fuentes de ambos gobiernos y de la Organización del Tratado del Atlántico Norte han rechazado que cualquiera de sus submarinos hubiera estado navegando en la zona el día del accidente.
Agencias informativas dijeron, sin embargo, que para muchos rusos sigue siendo un temor real un posible "complot" proveniente de Occidente, como resabio de décadas de vivir en la guerra fría, por lo que el público se preguntaba hoy si ya había sido encontrado "el submarino asesino".
La reunión de Putin con unos 600 familiares de los 118 marinos muertos en el Kursk se efectuó en la base naval ártica de Vidyayevo, de donde zarpó el submarino en su trágica misión, encuentro que se transmitió por televisión, pero con muchas fallas de recepción que hicieron que se perdiera la mayor parte de las declaraciones del mandatario.
Sin embargo, era evidente, según corresponsales, la ira de los familiares contra el presidente. "ƑCuándo los traerán de vuelta, vivos o muertos? Responda como presidente", le gritó una mujer a Putin, quien sólo dijo: "Responderé cuando lo sepa".
Posteriormente, el mandatario manifestó sus sentimientos ante la tragedia: "Es imposible que todo haya terminado. El dolor es inconmensurable, no hay palabras que puedan dar consuelo. Mi corazón está herido, pero el de ustedes lo está aún más".
Putin agregó que mientras no se esclarezcan las causas del hundimiento, la comandancia militar responsable del sumergible accidentado no será castigada.
A su vez, el ministro de Defensa, Igor Sergeyev, pidió perdón públicamente en un comunicado por el desastre del Kursk. "Hemos fallado en protegerlos, perdónennos", imploró el responsable.
Sin embargo, los diarios no han mostrado piedad hacia las autoridades y suponen que los próximos sondeos de opinión, que se publicarán mañana, reflejarán que Putin ha perdido popularidad ya sea por no haber aceptado a tiempo la ayuda internacional o por no haber suspendido sus vacaciones en el momento del desastre.
Pero algunos analistas y expertos en opinión pública creen que el accidente no necesariamente redundará en una "crisis de confianza" que Putin no pueda superar. Fuentes militares británicas dijeron hoy que aunque la ayuda internacional hubiera sido aceptada con más celeridad, hubiera sido imposible salvar a los marinos.
De la misma forma, buzos noruegos que ayer constataron la muerte de toda la tripulación, afirmaron que más de la mitad de los marinos murieron inmediatamente después del hundimiento del submarino a causa de explosiones que tuvieron lugar dentro del aparato.
El diario Novye Izvestia, sin embargo, se mostró implacable con el editorial titulado "Nueve días de vergüenza nacional", en el que afirmó que "los que ejecutaron una inmersión tras otra, día y noche, en las aguas heladas usando el equipo a su alcance hicieron lo que pudieron. Pero quienes pretendieron ser una superpotencia no serán perdonados".
A su vez, el diario Komsomolskaia Pravda afirmó que en realidad iban a bordo del submarino 130 personas, pues en el Kursk viajaban 12 expertos civiles encargados de analizar las maniobras que el submarino iba a realizar.
El vocero de la marina rusa, Igor Dygalo, desmintió la versión y aseguró que en la lista de abordar figuraban únicamente las 118 personas que integran el saldo oficial de fallecidos en el desastre.
Así las cosas, voceros de la sociedad Stolt Offshore, propietaria del navío Seaway Eagle, contratado por el gobierno noruego para las operaciones de socorro, reiteraron que recuperar los cuerpos podría llevar semanas, meses, o resultar imposible.
Por lo pronto, dicho equipo de buzos rechazó ya el pedido ruso de participar en la recuperación de los cadáveres, debido al peligro que esto implica.
El submarino inundado pesa unas 25 mil toneladas, y para sacar los cadáveres tendría que ser reflotado y esta operación tendría que realizarse hasta que mejore el tiempo en la región, probablemente hasta el año próximo.
Aun así, los buzos tendrían que sacar los cadáveres uno por uno por las estrechas escotillas, y correrían el riesgo de que el submarino vuelva a caer al fondo o se parta en dos arrastrando a los rescatistas.
La cancillería de Oslo, por su parte, aceptó "en principio" ayudar a Moscú en el rescate bajo la condición de que sus equipos cuenten con el apoyo permanente de expertos en materia de seguridad nuclear y con los constructores del submarino.
Hasta ahora, los niveles de radiación en torno al submarino son normales, pero según el ingeniero nuclear, y defensor del medio ambiente, Alexander Nikitin son inminentes las fugas de radiación del submarino a corto plazo, en un mes o mes y medio, incluso suponiendo que los reactores nucleares del submarino no estuvieran dañados, pero de ser éste el caso, dichas fugas podrían ocurrir en los próximos días.
Nikitin fue encarcelado durante 11 meses en 1996 por las autoridades rusas tras haber publicado un informe sobre los peligros de las radiaciones provocadas por la Flota Rusa del Norte, para la cual trabajaba.
El submarino fantasma
Las causas del hundimiento del Kursk siguen siendo un misterio pese a que Moscú insiste en que el aparato chocó con otro submarino extranjero que se habría dado a la fuga como el automovilista que abolla un vehículo estacionado.
El ministro de Defensa, Igor Sergueyev, aseguró que en las proximidades del fondo del Mar de Barents fue localizado un objeto de tamaño similar al Kursk que luego desapareció y que pudo haber causado el accidente, teoría que la prensa rusa bautizó como "el submarino fantasma".
Para expertos occidentales, cualquier objeto que hubiera chocado con el submarino se hubiera hundido también en el acto. En cambio, buzos noruegos que lograron penetrar ayer en el Kursk constataron que hubo explosiones en el interior del sumergible, particularmente en la proa, donde se encuentra el armamento del aparato.
El dictamen hasta ahora es que la o las explosiones ocurrieron por dentro del submarino, pues no se ha encontrado ningún impacto que pudiera provenir de fuera.
Esto elimina también la hipótesis rusa de que el submarino fantasma pudo haber disparado, por error, contra el Kursk.
Según expertos británicos en submarinos, una explosión en este lugar pudo ocurrir por una maniobra errónea, una falla en el sistema que cierra la escotilla después de disparar el torpedo, o incluso que, por fallas en el sistema del proyectil, éste haya sido lanzado no hacia fuera, sino hacia el interior del submarino, donde explotó.
El capitán de submarinos británico Richard Sharpe afirmó que esto último es perfectamente posible y, por lo mismo, todos los torpedos en submarinos de todo el mundo cuentan con un dispositivo de seguridad que los frena si son proyectados en la dirección equivocada.
"Sería una locura si los torpedos rusos no lo tuvieran", comentó el experto.
Sharpe cree que la tripulación desconectó los dos reactores nucleares poco después de la explosión "en un acto irreflexivo" al sentir pánico de que todo el submarino estallara, sin tener en cuenta que al hacerlo se desactivó el sistema de abastecimiento de oxígeno, que pudo haber funcionado por más tiempo tras el accidente.
Independientemente de si la tripulación pudo haber tenido más tiempo de vida y de si alguna vez se descubre la causa real del accidente, sólo una cosa es segura: el único submarino fantasma que hay en el Mar de Barents es el que se convirtió en la tumba de sus 118 ocupantes. (Dpa)