MARTES 22 DE AGOSTO DE 2000
* Desde 1998 fue liberada una orden de aprehensión en su contra
Está preso en el Reclusorio Norte el rey del fraude inmobiliario; su hermano, prófugo
* Se valía de varias empresas de bienes raíces para cometer delitos * Enfrenta varios procesos
Angel Bolaños Sánchez * Conocido como "el rey del fraude inmobiliario", Sigfrid Molet Gurrera se encuentra ya preso en el Reclusorio Preventivo Norte, donde enfrenta un proceso penal más, por uno de los numerosos fraudes cometidos por medio de varias empresas de bienes raíces que maneja junto con su hermano Esteban, actualmente prófugo de la justicia.
Desde junio de 1998 el juez 2 de lo Penal, Jorge Ponce Martínez, con la partida 99/98, libró la orden de aprehensión en contra de ambos hermanos por el delito de fraude genérico por un monto de 66 millones de pesos en agravio de Arturo Sergio Frausto Fabret y José Ricardo Martínez de Castro de la Lama.
Sin embargo, mediante una serie de amparos los defraudadores intentaron evitar ser llevados a juicio, hasta que un Tribunal Colegiado en materia penal de Primer Circuito revocó la resolución de un juez de distrito que les concedió la protección de la Justicia Federal en contra el auto de formal prisión.
Los fraudes cometidos por los Molet Gurrera son ampliamente conocidos en el mercado inmobiliario, operando a través de una amplia red de más de 200 vendedores, cuatro directores y una veintena de gerentes de ventas, en empresas con nombres como Bienes Raíces Ubica, Corporación de Desarrollo Inmobiliario, Mi Depa, Mi Casa, Multidesarrollos Inmobiliarios, Molet y Molet Arquitectos, entre otras, algunas ya desaparecidas.
De hecho, los han enfrentado ya en varias ocasiones en los tribunales, en tanto que varias denuncias más se acumulan en la Fiscalía para Delitos Financieros de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal.
La suerte de quienes, según sus víctimas, se dicen apadrinados por el profesor Carlos Hank González, y que en sus inicios contaron con el apoyo del ex presidente Luis Echeverría, parece haber terminado, sin embargo, como es su costumbre, vía amparos pretenden protegerse contra el auto de formal prisión dictado por el juez Ponce Martínez.
En varias ocasiones les fue negada la protección de la justicia
Primero Sigfrid y Esteban promovieron amparos contra el auto de formal prisión en los juzgados Segundo y Primero de Distrito, con las partidas 0839/98 y 749/98, acumulados. Con fecha 18 de diciembre de 1998 el juez Primero federal dictó sentencia negando a ambos la protección de la Justicia de la Unión.
Presentaron entonces un recurso de revisión en el Tercer Tribunal Colegiado con causa penal 131/99, instancia que el 21 de septiembre de 1999 ratificó la resolución del juez Primero de Distrito.
El 28 de octubre de 1999, contra la misma orden de aprehensión promovieron otro amparo en el juzgado Quinto de Distrito con la toca 882/99 y 1009/99. En este caso el juez les concedió primero la suspensión provisional y posteriormente la suspensión definitiva.
El juez Ponce promovió un recurso de revisión ante el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Penal de Primer Circuito que el 15 de marzo del presente año revocó la resolución del juez quinto. No obstante los hermanos Molet recurrieron nuevamente a los juzgados federales y solicitaron amparos en los juzgados 11 y 12, e incluso mintieron en ambos tribunales al tratar de ocultar la sentencia del Tribunal de Circuito, diciendo que aún el recurso del juez Segundo Penal seguía en revisión.
Una vez que este último argumentó la resolución que revocó los amparos del juez quinto de distrito, los últimos dos fueron sobreseídos. Y en un último intento por evitar pisar la cárcel, los defraudadores se pusieron a disposición del juez mediante un escrito, el 14 de abril del 2000, solicitando al juez la libertad provisional en vía incidental, la cual les fue negada.
Así, la Policía Judicial capitalina cumplimentó la orden de aprehensión, pero sólo fue detenido Sigfrid Molet, quien ingresó al Reclusorio Norte el 10 de julio pasado para quedar a disposición del juez.
Con 49 años de edad, casado, arquitecto de profesión, originario de Tarragona, España y mexicano por naturalización, y con domicilio en avenida Hidalgo 95 de la colonia El Carmen, Coyoacán, según consta en su ficha de ingreso al penal, el inculpado tiene como antecedentes, sólo en los juzgados del Reclusorio Norte, procesos por fraude en los juzgados 11 de mayo de 1989; 63, de octubre de 1997; 20, de junio de 1998 y otro en el 3 del marzo de 1998. Tres quedaron extinguidos al conceder los agraviados el perdón y otro más, el del 63, lo perdió y fue sentenciado a 4 años de cárcel, alcanzando el beneficio de la libertad caucional.
Entre los muchos casos pendientes del llamado "rey del fraude inmobiliario" se encuentra el del Vicente Solares García, quien en julio de 1997, otorgó un anticipo de 600 mil pesos a la empresa Corporación de Desarrollos Inmobiliarios, por una casa del desarrollo inmobiliario ubicado en la colonia Insurgentes Extremadura, que se comprometió a entregar en un plazo de un año.
Sin embargo hasta la fecha la construcción no ha iniciado, cambiándose en más de cuatro ocasiones la fecha para el inicio de la obra. Por tal motivo, Solares García decidió recurrir a la Procuraduría Federal de Consumidor, que con el expediente 359/99/816 inició el procedimiento correspondiente.
Ambas partes suscribieron un convenio en julio de 1999 en el cual Sigfrid Molet se comprometió a devolver el importe pagado más 180 mil pesos por pena convencional y 70 mil por el retraso de le entrega de la obra en tres pagos, 7 de septiembre, 7 de octubre y 8 de noviembre.
Molet, sin embargo, no cumplió ni dio muestra alguna de pretender cumplir el convenio por lo que, con fecha 22 de julio del 2000, la Profeco resolvió promover ante los tribunales competentes el caso.
En la querella civil, el juzgado quinto dictó un embargo, pero la casa que señaló en calidad de embargo no le pertenecía. Así el pasado 20 de diciembre de 1999, Solares García presentó una denuncia penal en la fiscalía regional de Miguel Hidalgo, iniciándose la averiguación previa 11/02257/99-12 que quedó radicada en la Fiscalía para Delitos Financieros de la PGJDF, acumulada con otras 10 denuncias más.