MARTES 22 DE AGOSTO DE 2000
La liberación global de Chiapas y Chimalhuacán
* Marco Rascón *
Fundada en 1264 como pueblo ribereño del Lago de Texcoco, Chimalhuacán, al igual que Chiapas, fue marginada del desarrollo en el último siglo, pues sus aguas fueron desecadas y sobre ellas se construyó parte del gran dormitorio indígena y de trabajadores informales del Distrito Federal para la expansión de la metrópoli. Al caer el PRI el 2 de julio, ambos lugares de extrema pobreza, controlados férreamente por los cacicazgos priístas, sufrirán las primeras transformaciones, pues es donde la economía global buscará mano de obra barata adaptada al esquema maquilador y de comercio libre.
Aunque resulte extraño, el enfrentamiento de militantes priístas en Chimalhuacán y la derrota priísta en el estado de Chiapas, están directamente relacionadas con el tipo de cambio peso-dólar, donde la sobrevaluación de la moneda mexicana generará una potente atracción de capitales norteamericanos aplicados con sentido estratégico, que serán el nuevo modelo que sustituya el tejido clientelar priísta de Pronasol, Progresa, Procampo, etcétera. La caída de La Loba-Antorcha y el PRI en Chiapas, es el anuncio del nuevo corredor trasnacional y maquilador Neza-Chimalhuacán-Chalco, en el Valle de México, y el Ferrocarril Transístmico en el sureste, que buscan crear los primeros diques de migrantes hacia la frontera norte, pues la crisis del sistema clientelar y caciquil del PRI en ambas regiones es un mensaje hacia Norteamérica, anunciando buenos negocios en México con mano de obra barata, liberada de cacicazgos locales protegidos por el viejo régimen y, sobre todo, potenciales consumidores.
La Loba, una de las tantas herederas de la Federación de Colonias Populares de la CNOP (1940-1985), fue hegemónica en toda la zona oriente del valle de México y representó el tipo de liderazgos que fraccionaron clandestinamente y expandieron espacialmente la ciudad sobre los llanos salitrosos que hoy constituyen Ciudad Nezahualcóyotl, Iztapalapa, Venustiano Carranza y Tláhuac, haciendo de la invasión el capital básico para la especulación política y económica del sistema corporativo que le dio sustento y apoyo a las regencias del Distrito Federal y garantizó durante décadas las formas autoritarias de gobierno.
Agotada la unidad priísta en las regiones de mayor pobreza, se pueden prever acontecimientos de enfrentamiento y violencia, como los de Chimalhuacán, ante el derrumbe del control priísta y la utilización de la pobreza como esquema político. En Chimalhuacán se enfrentó a balazos el viejo PRI (La Loba) contra el nuevo PRI (antorchistas), dando por terminada no sólo la era en que se negociaba internamente y se disciplinaba a los grupos, sino la capacidad del tricolor para autorreformarse, y será la señal de la desaparición de sus siglas.
En este enfrentamiento, Antorcha Campesina representaba al nuevo PRI y de ahí salían parte de los contingentes que diariamente se paraban con consignas en el Zócalo contra Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, bajo la estrategia de desgastar al primer gobierno electo. El fin de la estructura priísta le abre al neoliberalismo un recibimiento popular, como al ejército estadunidense en Europa en 1945, que fue vitoreado jubilosamente por ''liberarlos'' del nazismo a cambio de la expansión de los intereses de Washington, encubiertos con el Plan Marshall para la reconstrucción de la posguerra. Es decir, esta liberación neoliberal, no es gratis, sino a cambio de mano de obra barata y consumo, pues tanto en Chiapas como en Chimalhuacán no triunfó la liberación nacional, sino la global que viene a sustituir al viejo régimen con mercados abiertos.
Se esperaba violencia en Chiapas y brincó antes en Chimalhuacán, pero eso no exenta al sureste de enfrentamientos similares ante el mismo fenómeno de descomposición de la estructura priísta y grupos convertidos en bandas sin control, paramilitarizados, expresión de cacicazgos regionales de finqueros y ganaderos, como los que hoy han sido derrotados en Chiapas y lo serán en unas semanas más en Tabasco. Sin embargo, si bien se libera a las regiones del viejo control, lo que le sustituye es el nuevo orden económico global, ante el cual el análisis y las proyecciones desde el campo democrático y progresista son aún muy imprecisos, pues son vistos solamente desde el ángulo político y no económico.
Una preocupación final es que La Loba pretendió cruzarse hacia el PRD, como acto desesperado antes del 2 de julio; ese mismo puede ser el fenómeno en muchas partes, si los perredistas no clarifican las bases de un proyecto nacional alternativo que se haga con una idea y bases propias y no con los despojos del viejo régimen, que ahora sólo les queda cambiarse de nombre, pues del Revolucionario Institucional en breve no habrá nadie quien quiera asumirse y menos reivindicarle. *