MARTES 22 DE AGOSTO DE 2000

* Afloran diferencias, actitudes protagónicas y jaloneos entre sus integrantes


El equipo foxista, lejos de ser una familia feliz

* Se recrudece la lucha por ganar las mejores posiciones en el próximo gabinete del guanajuatense

Juan Manuel Venegas y David Aponte * Sin disciplina partidista, cada quien por su lado, sueltos y con actitudes protagónicas, los integrantes del equipo de transición de Vicente Fox Quesada se enfrascan desde ahora en una lucha por ganar las mejores posiciones, por quedar bien con el jefe.

Organizados en nueve grupos, con dos coordinadores cada uno, más un secretario particular y un coordinador de la mesa para la reforma del Estado, algunos miembros de la familia foxista no esconden sus diferencias, meten en aprietos al futuro mandatario y distan mucho de querer ser una familia feliz.

El 17 de julio fueron presentados en sociedad: el ex priísta Alfonso Durazo, secretario particular; el senador Rodolfo Elizondo y el diputado Santiago Creel, coordinadores de la mesa política; el ex priísta y ex perredista Porfirio Muñoz Ledo, encargado de la reforma del Estado; los consultores Eduardo Sojo y Luis Ernesto Derbez, coordinadores del área económica.

Carlos Flores, ex empresario, y María del Carmen Díaz, diputada sin partido, fueron nombrados corresponsables de la política social; los intelectuales Jorge Germán Castañeda y Adolfo Aguilar Zinser quedaron al mando del área de relaciones internacionales; el ex asesor de la PGR, José Luis Reyes, y el senador panista Francisco Molina, de la mesa de justicia y seguridad.

En la coordinación jurídica se designó a Carlos Arce, diputado federal por Guanajuato, foxista de siempre, y al joven César Nava, ex líder de las juventudes blanquiazules; en comunicación se mantuvo a Martha Sahagún, en mancuerna con el publicista Francisco Ortiz, ex empleado de Televisa; las cuestiones administrativas del equipo de transición quedaron a cargo de Lino Korrodi (el amigo íntimo de Fox) y Carlos Rojas Magnon, proveniente de las filas empresariales.

Ramón Muñoz, que en Guanajuato diseñó el concepto empresarial de gobierno, y Pedro Cerisola, ex coordinador de la campaña, obtuvieron el grado de asesores del futuro presidente.

A partir de su presentación empezaron los jaloneos.

La tercia

A lo largo de la campaña electoral, Juan Hernández y Felipe Zavala Ponce tuvieron la responsabilidad de asistir a Fox Quesada. El primero organizaba la agenda; el segundo atendía los asuntos particulares del guanajuatense.

Con el triunfo del 2 de julio, ambos pintaban para ocupar la secretaría particular del futuro presidente... pero se les apareció el ex priísta Durazo.

De presencia política nacional, con experiencia en ese cargo (lo hizo con Luis Donaldo Colosio), y en la última etapa de la campaña, frecuente orador en los mítines, Durazo desplazó a Hernández, ex académico de la Universidad de Austin, y a Zavala, quien desde el gobierno de Guanajuato venía trabajando al lado de Fox.

''Juan, a'i te pones a las órdenes del señor Durazo'', le dijo Fox a Hernández, a quien obsequió unas palmaditas en el hombro.

''Felipe, a'i pregúntale a Durazo'', instó a un Zavala desconcertado, porque con el nombramiento del ex priísta no sabía bien a bien cuál sería su nueva función.

Par de ases y un comodín

Con fama de conciliadores, Elizondo Torres y Creel Miranda, los operadores políticos del foxismo se manejan de manera independiente, cada quien con su equipo de prensa y con agenda distinta. Aseguran quienes saben que al no haber comunicación entre ellos empalman las citas que, por separado, hacen con diferentes actores de la política nacional.

Más hábil en el manejo informativo, Elizondo tomó la delantera a Creel en el envío de boletines de prensa. Empezó a hacerlo apenas Fox y su comitiva (en la que iba Creel) salieron rumbo a Sudamérica. No hubo día que el senador duranguense dejara de informar de sus actividades, apoyado en la experimentada periodista Clara Torres.

La comunicación de Creel, a cargo del joven Héctor Villarreal (formado en la Dirección de Información del CEN panista), todavía no ha aparecido. En los últimos días ha sido notorio cómo el equipo de prensa de Elizondo ha tenido que reenviar sus comunicados, con el anexo ųmuy breveų de las actividades de Creel.

A la disputa de estos personajes que aspiran ųsegún se dice en el ámbito panistaų a la Secretaría de Gobernación, se agregará en los próximos días un nuevo elemento: el ex gobernador de Chihuahua, Francisco Barrio, quien ya platicó con Fox sobre sus futuras tareas en materia de política interior.

Apenas se conoció la noticia, entre los panistas se empezó a especular sobre la delantera con la que entraba Barrio al equipo foxista. El argumento es contundente: si el futuro presidente lo incluye en el gabinete, saldará con creces la cuenta pendiente con el panismo, hasta ahora excluido del proceso de transición.

Juego abierto

Los encargados del área económica, Derbez y Sojo, han tenido que encarar los asuntos más polémicos y sortear con los temas más espinosos del futuro gobierno: el proyecto para crear nuevos impuestos y la reforma para abrir las industrias eléctrica y petroquímica al capital privado.

Ambos aspiran a manejar las finanzas nacionales, pero el primero ųcon experiencia a nivel internacionalų ha sido más cauto y prudente frente a la prensa; en cambio, Sojo, quien mantiene mejor trato con los periodistas, abrió la polémica de los impuestos a medicinas y alimentos.

A Derbez, se dice, le molesta la ''buena prensa'' que trae Sojo, y declina opinar sobre las declaraciones y comentarios de su compañero de equipo. Sojo sonríe y se deja adular por los medios cuando se le insinúa que pinta para secretario de Hacienda; Derbez, en cambio, se irrita con el mismo comentario.

Los de cabecera

Castañeda y Aguilar Zinser se incorporaron ya avanzada la campaña electoral, pero pronto se convirtieron en los asesores de cabecera del ahora presidente electo. Son los autores intelectuales del llamado ''voto útil'', concepto que utilizaron Fox y sus publicistas en el último tramo del proceso.

Los dos tienen diferentes equipos de prensa y el hijo del ex canciller Jorge Castañeda hace sentir su jerarquía frente al equipo foxista y ante la prensa: organiza la agenda de Fox en los viajes internacionales, aprueba a los integrantes de la comitiva y guarda siempre un lugar privilegiado al lado del futuro presidente.

El escoge los medios a los que da entrevistas y, cual si fuera el mismísimo mandatario electo, las programa en vuelos de una ciudad a otra. ''No tiene tiempo para hacerlo en tierra... su agenda está muy apretada'', dicen sus colaboradores. Eso sí, las entrevistas que él no puede conceder, las remite a Aguilar Zinser.

Independientemente de la jerarquía y el peso que hace sentir Castañeda, los intelectuales traen cuentas pendientes con Porfirio Muñoz Ledo, a quien callan y desplazan de las discusiones importantes.

Quienes han sido testigos del trato hacia el ex perredista, dicen que Castañeda y Aguilar Zinser hasta bromean a sus costillas. Muñoz Ledo no estaba considerado para el viaje a Sudamérica. En su lugar iría la encargada de relaciones públicas, Gina Morris, pero de última hora ųsegún se dice, a petición de Sergio García Ramírez, secretario general del PRIų, se le dio un lugar en el avión, sólo para que alguien comentara: ''Pobre hombre, šsi vieran cómo lo tratan! Yo creo que no se lo merece''.

Cartas marcadas

En la coordinación de justicia y seguridad, José Luis Reyes lleva la delantera a Francisco Molina en las aspiraciones de ambos por encabezar lo que será la nueva fiscalía de la nación.

Las diferencias saltan a la vista. El primero cuenta con escolta personal de la PGR y por algunos días tuvo a su disposición auto blindado para sus traslados. En cambio, el senador, que tanto presumió entre los periodistas que cubren el Senado de que él sería el nuevo fiscal, se mueve en una camioneta sin blindaje. Sus dos colaboradores nada tienen que ver con el aparatoso equipo de seguridad de Reyes.

También ellos se han confrontado por declaraciones hechas a la prensa. Días antes de la visita a México del zar antinarcóticos de Estados Unidos, Barry McCaffrey, el senador Molina dijo que el narcotráfico no era un asunto de seguridad nacional para nuestro país.

Reyes enmendó la plana con el argumento de que era ųla de Molinaų una ''opinión personal'' y no de la coordinación a cargo de ambos. Incluso, mencionó que su compañero de fórmula ya había hecho la aclaración ante la prensa.

Del resto del equipo no se conocen diferencias, principalmente porque ahí se encuentran los amigos más cercanos de Fox, los que tienen su futuro asegurado al lado del próximo presidente: Lino Korrodi, Martha Sahagún, Carlos Rojas y Ramón Muñoz. Esta es la fotografía de la familia foxista...