LUNES 21 DE AGOSTO DE 2000

* Salarios y desempleo marcan la diferencia


Los alemanes, juntos, no unidos, a 10 años de la caída del Muro

* Pasarán 2 generaciones para hablar de reunificación: analista

Ericka Montaño Garfias, enviada, Berlín, 20 de agosto * Diez años después de la caída del Muro de Berlín los alemanes del este y del oeste han logrado vivir juntos pero no unidos. Una pared mental continúa dividiéndolos entre Ossis (los alemanes orientales) y Wessis (los occidentales). Una década no es suficiente para reducir la brecha que se hace patente en los salarios, el índice de desempleo e incluso en la esperanza de vida.

Aún existe el sentimiento en el este de que la reunificación de octubre de 1990 fue en realidad una anexión, ya que desaparecieron las leyes, la moneda y la estructura de la RDA. Pero los alemanes del este hablan de promesas incumplidas.

Ignacio Sotelo, profesor de la Universidad Libre de Berlín y articulista del diario español El País, es pesimista: se necesitarán dos generaciones, al menos, para que el Muro caiga por completo y pueda hablarse, ahora sí, de la Reunificación Alemana.

El problema de la falta de unidad comienza desde el gobierno, ya que los documentos oficiales siguen marcando la diferencia, pues es común que haya estadísticas sobre los distintos índices económicos: de un lado de la gráfica se encuentran los antiguos territorios occidentales (Länder), y del otro, los "nuevos" estados federados (Brandemburgo, Sajonia, Sajonia Anhalt, Turingia, Mecklemburgo-Pomerania Anterior y Berlín Oriental).

La población alemana asciende a 82 millones de habitantes, de los cuales 7.5 millones son extranjeros. En la parte oeste viven 68 millones de personas, y en la zona este 14 millones, lo cual se debe en parte a que después de 1990 miles de alemanes-orientales emigraron a la parte occidental.

En materia de salarios, los alemanes del este ganan sólo 86 por ciento de lo que perciben sus similares del oeste. No obstante, gracias a un acuerdo firmado en junio pasado entre sindicatos y patrones, los empleados alemanes-orientales aumentarán sus percepciones a 90 por ciento de las que se pagan en el oeste del país para el año 2002.

A nivel nacional, el desempleo afectaba en julio pasado a 3 millones 803 mil 600 personas. Pero en occidente la tasa de desocupación es de 7.4%, mientras que en la parte oriental ese índice llega a 16.5%.

Los Wessis tienen una esperanza de vida de 74 años para hombres y de 80.3 años para las mujeres. Para los Ossis la esperanza de vida es menor en 2 años para los niños recién nacidos, y de un año para las bebés.

Debido a que Alemania tiene la tasa de natalidad más baja de Europa, en los próximos 50 años la edad de la mayoría de la población será de entre 58 y 63 años de edad. En el oeste, el promedio de hijos es de 1.4, pero en el este es aún menor. De ahí que el gobierno entregue una cantidad de dinero por cada hijo, pero el éxito de estas subvenciones es reducido, ya que esta ayuda logra solventar muy pocos de los gastos que implica un bebé.

Berlín, dividida durante 40 años por un Muro del que sólo quedan fragmentos simbólicos, comienza a recuperar su esplendor como la capital de la Alemania reunificada. En todas las calles se construyen o reconstruyen edificios, pero aún falta mucho para que los alemanes orientales y los occidentales comiencen a pensarse como parte de un solo país.