DOMINGO 20 DE AGOSTO DE 2000

* En la lucha por el poder, algunos líderes planean crear un gran frente obrero


Dividido, el sindicalismo mexicano se disputa la interlocución con Fox

* Sumisa, la CTM busca conservar privilegios que tuvo durante años con el Revolucionario Institucional

Elizabeth Velasco y Fabiola Martínez /I * Por los resultados del 2 de julio, el sindicalismo mexicano se ve forzado a un reagrupamiento de fuerzas. En medio de pugnas, definición de nuevas estrategias y la intención de crear un frente de trabajadores, hoy se disputa la interlocución con el gobierno de Vicente Fox, otros persiguen conservar privilegios y añejos controles, y otros más quieren optar por la verdadera independencia gremial.

Para las organizaciones que integran el Congreso del Trabajo (CT), particularmente la CTM, la derrota del PRI significó el fin de privilegios concedidos por los gobiernos posrevolucionarios, que les permitieron perpetuarse como cúpulas sindicales, manejar de manera discrecional las cuotas obreras y los contratos colectivos a cambio del control de los trabajadores.

Alentados por conservar sus respectivos espacios de poder e influencia, que dicen tener por representar a millones de trabajadores, los otrora sindicatos y confederaciones antagónicos, del más variado signo e ideología, buscan constituir un amplio frente de convergencia sindical, mientras que la Unión Nacional de Trabajadores ve en esta coyuntura su "oportunidad" histórica para llevar al más alto nivel su proyecto.

Añejas prácticas de liderazgo Prácticamente en el aislamiento, las confederaciones de Trabajadores de México (CTM), Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), y la histórica Regional de Obreros Mexicanos (CROM) se aferran a continuar añejas prácticas de liderazgo y control de los contratos colectivos, sin descartar que la sumisión sea la llave que les permita sobrevivir y conservar sus espacios de poder.

En cambio, los sindicatos afiliados a la UNT, central constituida hace menos de tres años tras la ruptura con el hoy desaparecido líder cetemista Fidel Velázquez, entienden esta transición en el gobierno como el momento idóneo para apuntalarse en el escenario político-sindical. En este escenario se intenta resucitar, con la creación de un frente de convergencia sindical, el proyecto ųy espacio de poderų de Elba Esther Gordillo, ex dirigente del magisterio e impulsora, junto con el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y la Confederación Obrera Revolucionaria (COR), del primer foro denominado El sindicalismo frente a la crisis y ante la nación. Su aspiración de hacer un amplio frente obrero se presentó entonces como una alternativa gremial para dar cauce al descontento de los trabajadores ante la profunda crisis económica del país registrada entre 1995 y 1997.

Gordillo, actual senadora priísta, sería un tercer elemento en discordia para avanzar en la interlocución con el gobierno del presidente electo, Vicente Fox y, desde ahora, el acérrimo opositor de la profesora, Francisco Hernández Juárez, líder de los telefonistas y presidente colegiado de la UNT, advierte:

"Ya estamos viendo cómo se las arregla para avanzar; ese proyecto se deriva de algún sector del gobierno que todavía cree que el sindicalismo tiene que cambiar por decreto y con proyectos cupulares, por lo que piensan que ella puede ser la impulsora de esa transición, špero eso no va a funcionar!".

Además, "no veo la manera en que Fox pueda cargar con ese lastre (del CT), porque ello lo desprestigiaría, afectaría su imagen y el cambio que él propuso; es decir, mantener con vida el corporativismo sería una acción incongruente del presidente electo. Además, para ello se necesitaría que todos estén de acuerdo, špero no, nosotros (UNT) estamos en medio!", expresó.

Y mientras la UNT busca convertirse en "interlocutor" del sindicalismo mexicano, como lo ha reconocido Hernández Juárez, el viejo estilo de ejercer el liderazgo obrero, por parte de Leonardo Rodríguez Alcaine, debilita aún más a la otrora poderosa Confederación de Trabajadores de México (CTM) y al CT que dirige. No obstante, esas centrales siguen en la brega, pugnando también por la tan ansiada "interlocución" con el gobierno foxista.

Sumisión, albazos y fracturas Las desafiantes declaraciones de Rodríguez Alcaine de pedir el exilio de Vicente Fox si perdía las elecciones, o de estallar un paro nacional en el país si las ganaba, hechas antes del 2 de julio, quedaron en el diván de la memoria del dirigente cetemista para dar paso a una actitud de mansedumbre ante el presidente electo.

Tras la victoria del guanajuatense, la CTM publicó el 4 de julio pasado un desplegado en los diarios de circulación nacional, reconociendo el triunfo que el pueblo de México dio "en forma clara, limpia y democrática en favor del candidato del PAN, licenciado Vicente Fox". El texto se hizo de manera tan apresurada, que incluso se revivió al fallecido líder obrero Juan José Osorio Palacios en la lista de firmantes.

A fines de julio, días antes de que se difundiera la reunión que la UNT sostendría con Vicente Fox, los temores condujeron al también líder del CT a quebrantar el acuerdo pactado al interior de ese organismo, en el sentido de que sus 33 centrales y sindicatos solicitarían, en bloque y en forma "institucional", una entrevista con el presidente electo para fijar su postura en torno a la agenda y reformas laborales.

En forma inesperada y sin el conocimiento de la mayoría de la estructura cetemista y del CT, Rodríguez Alcaine se reunió horas antes que la UNT con Vicente Fox, el primero de agosto pasado. En esa reunión, el líder cetemista prácticamente ofreció su renuncia al guanajuatense. Le expresó su disposición a "convocar a un congreso nacional extraordinario para que los cetemistas nombren sucesor, si mi persona representa un obstáculo para el movimiento obrero y el avance del país". A cambio, Rodríguez pidió a Fox que no "descongele" la iniciativa de reformas a la Ley Federal del Trabajo (LFT), que el PAN presentó desde 1995 en el Senado de la República.

Días después, ante los reclamos y desaprobación de que fue objeto por la estructura cetemista, reunida en pleno durante el Consejo Nacional de la CTM, el propio Rodríguez admitió la postura de postración que sostuvo ante el presidente electo.

Según Netzahualcóyotl de la Vega, vocero de esa central, fue a través de un "amigo común" de Rodríguez Alcaine y Fox Quesada como se concertó la entrevista. Trascendió entre miembros de la propia central que mediante los "buenos oficios" de Francisco Curi, Rodríguez pudo ser recibido por Fox, incluso horas antes que éste se reuniera con la dirigencia colegiada de la UNT, como el propio líder obrero lo pidió.

De la Vega, en declaraciones a este diario, rechazó que la CTM estuviera intentando buscar la "interlocución" del movimiento obrero organizado ante el gobierno de Vicente Fox. Sin embargo, admitió que él redactó, de "último momento", el memorándum con los 14 puntos del documento que la CTM entregó al guanajuatense y que posteriormente se presentó al CT para que sus organizaciones "enriquecieran" la propuesta. En el texto se presentan las viejas demandas del movimiento obrero oficialista en el sentido de establecer un salario mínimo único en el país, el respeto a la contratación colectiva y a la huelga, el cumplimiento y preservación del artículo 123 constitucional y la LFT en vigor, aunque destaca que cualquier cambio deberá ser para "consolidar, vigorizar y superar" los actuales derechos laborales. Esos puntos y otros se proponen a cambio del compromiso de la CTM de actuar con un "ánimo de consideración e institucionalidad" con el próximo gobierno.

Al igual que los cetemistas, varios miembros del CT ųparticularmente los integrantes de las agrupaciones pequeñas como la COR y la CGTų desaprobaron lo que consideraron un albazo de su presidente, aunque finalmente se impuso la aplanadora y la mayoría aceptó el documento cetemista y lo incorporó como suyo para "después presentarlo a Fox, pero el CT en bloque". Sin embargo, ese y anteriores tropiezos de Rodríguez Alcaine ya habían causado desavenencias al interior del CT.

En julio y a principios de agosto, los integrantes de ese organismo cúpula se habían enfrascado en una disputa por la renovación de los estatutos del CT. La elaboración de las reformas estatutarias se había dejado en manos de los líderes cetemista, Leonardo Rodríguez Alcaine; de la CROC, Alberto Juárez Blancas, y de la CROM, Cuauhtémoc Paleta.

A su vez, Rodríguez Alcaine encargó la tarea a su asesor jurídico, Juan Moisés Calleja, quien propuso extender de uno a tres años el periodo de gestión del presidente del CT, y que integrantes de los comités ejecutivos nacionales de las confederaciones y sindicatos pudieran aspirar también a ese cargo.

Al presentar los "nuevos" estatutos, el 3 de julio, la propuesta alcainista fue vetada por la mayoría de los integrantes del CT, particularmente por la COR, la CGT (Confederación General de Trabajadores), el líder de los ferrocarrileros, Víctor Flores, el representante del SNTE, y otros. La mayoría de las organizaciones consideraron albazo tal propuesta.

Las diferencias se apreciaron primero con la inasistencia de Joel López Mayrén a las reuniones plenarias del CT, entre otros dirigentes, y fue entonces que empezó a circular el rumor de que estaba en ciernes la creación de un frente sindical, cuya convocatoria para constituirlo saldrá a la luz esta semana.

Espacio de convergencia Tal frente, de acuerdo con López Mayrén ųuno de sus principales promotoresų y Ramón Pacheco, secretario del exterior del SME, tiene el propósito de crear un espacio de convergencia y alianzas de las organizaciones sindicales, para "incidir en las políticas públicas" y responder a los futuros "problemas" que la clase trabajadora pudiera enfrentar con el gobierno foxista.

A la fecha, participan en ese frente los sindicatos de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, Nacional de Trabajadores de la Educación, Nacional de Controladores de Tránsito Aéreo, la COR, y están por unirse la CGT y otras.

El SME, por su parte, trata de incluir a las 12 organizaciones que conforman el Frente Sindical Mexicano (FSM) ųentre ellas el propio SME, SITUAM, la Alianza Nacional del Sindicalismo Democrático y el Sindicato Independiente de Dinaų, así como a los trabajadores de la CFE.

López Mayrén no niega la influencia que la líder moral del SNTE, Elba Esther Gordillo, tiene en la constitución de este frente.

ųƑHa estado presente Elba Esther Gordillo en la conformación de este frente?

ųDonde hay una lucha de los trabajadores, siempre está presente. Creo que la critican sin base, pero quienes estamos cerca de ella sabemos lo valiosa que es, lo mismo que sus aportaciones para actualizar la lucha de la clase trabajadora. Ha sido una ideóloga del movimiento obrero, y en ese contexto, debería reconocerse su preocupación en favor de la clase trabajadora.