DOMINGO 20 DE AGOSTO DE 2000

* La administración de Zedillo ensanchó la brecha entre ricos y pobres


El gobierno de Fox no está exento de una crisis, advierte el CEESP

* Recomienda extrema prudencia en el manejo económico

Humberto Ortiz Moreno * El gobierno de Vicente Fox no está exento de una crisis de inicio de sexenio, aunque el país haya eliminado este riesgo al final del gobierno zedillista, advirtió Mario Rodarte, director general del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).

Asimismo, estableció que la administración federal que está por concluir provocó el ensanchamiento de la brecha entre ricos y pobres en forma "natural", debido a que se ha dedicado más a resolver problemas recurrentes de devaluación-inflación que a combatir la pobreza, y las repercusiones de los choques sólo han sido solventados por los núcleos de mayor ingreso.

Por tanto, recomendó al gabinete foxista extrema prudencia en el manejo económico, pues en el 2001 caerán los precios del petróleo y la demanda en Estados Unidos y a nivel mundial, con efectos a la alza en las tasas de interés, y entonces habrá focos rojos para las finanzas y la economía nacionales.

Presupuesto restrictivo

En este contexto, afirmó que el CCE propone un presupuesto restrictivo y austero para el año entrante, y postuló ahorrar con la eliminación de las delegaciones estatales de algunas dependencias que no se justifican en determinadas zonas y propician el derroche, con miras a desburocratizar la administración pública y acabar con la corrupción.

Propuso al equipo de Vicente Fox diseñar todo un proceso de "reingeniería" de la estructura gubernamental.

Rodarte dijo, en entrevista con La Jornada, que estos planteamientos han sido resultado de las reuniones sostenidas con Luis Ernesto Derbez y Eduardo Sojo, a invitación de los asesores del presidente electo.

Respecto del informe de la Secretaría de Hacienda y el Banco de México que reporta un superávit histórico de 23 mil millones de pesos, el director del CEESP consideró que es preciso recurrir a la observación de indicadores indirectos como el consumo, el salario, el empleo, las exportaciones y el gasto público.

En el primer punto, expuso que la evolución de las ventas en el país, sobre todo de automóviles y en las tiendas departamentales, registra una tasa muy elevada que "nos hace suponer que el consumo privado está creciendo de manera muy vigorosa y dinámica".

En cuanto al salario, precisó que las revisiones contractuales, con base en los informes de la Secretaría del Trabajo, en promedio señalan que durante este año andan entre 13 y 14 por ciento. Y si tomamos en cuenta que el 2000 concluirá muy probablemente con una inflación por abajo del 9 por ciento, significa que habrá una positiva recuperación del poder adquisitivo de los trabajadores.

Como también la desocupación y el desempleo son muy bajos, añadió, efectivamente este es otro elemento que nos puede llevar a suponer que el consumo privado está fuerte.

Rodarte explicó que otro elemento es que también las exportaciones han estado creciendo de manera muy fuerte, particularmente a Estados Unidos, y mencionó que según el informe de Hacienda el gasto público disminuyó su ritmo de crecimiento en relación con el primer trimestre, y esto se debe básicamente a que no se realizaron algunos gastos que el fisco les llama "no recurrentes", como son los rubros de campañas electorales y el censo de población.

"Aún así, nuestra apreciación es que está creciendo el gasto un poquito más rápido de lo que sería conveniente para que esta evolución sana de la economía se mantuviera y sea sostenible en el largo plazo", puntualizó.

* Plantean consensos en reformas

Humberto Ortiz Moreno * "La coordinación del Programa Universitario de Energía (de la UNAM) propuso reformar la Constitución para privatizar la distribución de electricidad y que el Estado se dedique exclusivamente a la generación, que es la que tiene el carácter estratégico para el país.

"Esa liberación de recursos serviría para que la paraestatal conserve un papel dominante y más estratégico", puntualizó el coordinador Arturo Reinking, quien en entrevista con La Jornada se manifiesta por que esta decisión sea producto del consenso social.

En este sentido, recalcó que si en México se transita hacia un esquema más democrático, "debemos esperar que los representantes en el Congreso reflejen las inquietudes de sus electores, y si no lo hacen que rindan cuentas a la nación o se vayan a la calle".

Urgió encontrar un punto medio entre los tabúes y "los horrores de la relección, contra los beneficios de poder exigir cuentas claras y sancionar a aquellos legisladores que no cumplan con sus representados".

En la entrevista, Reinking estimó que el consumo de energía per cápita en México es bajísimo en la actualidad, mas si crecemos al ritmo de ahora, "no dudemos que la demanda va a aumentar".

Entonces, juzgó que para lograr un mayor bienestar social, el producto per cápita debe crecer tan rápidamente como el consumo de energía, por lo que es preciso estar preparados para afrontar los requerimientos futuros.

El coordinador del Programa Universitario de Energía sostuvo que para construir las instalaciones que necesitará el país cuando su economía esté en plena expansión, se requieren cuantiosos recursos.

"Se nos ha dicho que México no está en posición de sostener el ritmo necesario de abastecimiento de electricidad y sólo podrá mantenerlo al nivel en que ahora estamos", añadió.

Por lo tanto, corresponde a la sociedad la decisión de cómo van a asignarse los recursos, en qué campos, de modo que el Estado no quede con las bolsas vacías o mermadas.

Para concluir, Reinking consideró posible que la iniciativa privada compre lo que en Estados Unidos se denomina "fierros", es decir, dedicarse exclusivamente a la distribución, que actualmente está en el limbo y que también es un activo importante y requiere grandes capitales, pero no tiene una connotación tan estratégica como la generación, que es la que otorga al Estado su papel dominante en el mercado.