DOMINGO 20 DE AGOSTO DE 2000

* Empresarios del estado apoyan la medida: fisióloga

Aprobaría la mayoría panista en NL iniciativa antiabortista

* La contrarreforma, peor que la de Guanajuato, considera

Blanche Petrich * En el Congreso de Nuevo León duerme en la congeladora una iniciativa de ley que el PAN perdió en 1999, en el sentido de reformar la Constitución estatal para "dar protección al derecho a la vida desde el momento de la concepción".

Un bloque pluripartidista, integrado por el PRI, el PRD y el PT, logró evitar el cambio constitucional, que hubiera revertido las únicas tres causales de excepción a la prohibición del aborto, por embarazo a causa de una violación, por peligro de gravedad o muerte de la madre o por riesgo de enfermedad o malformación grave del producto.

Pero en la próxima legislatura estatal, donde la mayoría panista es absoluta, "sí la vemos venir", advierte la doctora Sonia A. López, fisióloga especializada en bioética. Una contrarreforma que califica "mucho peor que la de Guanajuato".

Activista en contra de aquella iniciativa, la doctora indica: "con todo lo que los grupos defensores de derechos de las mujeres vimos en 1999 durante la campaña antiabortista de Pro Vida, que contó con los recursos ilimitados de los grupos empresariales regios --folletos editados a todo lujo y distribuidos profusamente, spots de televisión con todo el tiempo-aire que se pueda comprar, videos, magazines, conferencias en los mejores foros-- realmente nos esperamos lo peor."

Catedrática e investigadora de fisiología y bioética en la Universidad Autónoma de Nuevo León e integrante de la Academia Nacional Mexicana de Bioética, Sonia López expresa amargamente que entre el empresariado neoleonés está de moda ayudar financieramente a este tipo de movimientos.

Recientemente, relata, la fisióloga se enfrentó ų"horrible, no sabes qué cosa, a los gritos"ų con María Elena Cantú, la presidenta local de esa ONG extremista en el programa más taquillero de Monterrey, Cambios, del canal 12, conducido por Héctor Benavides, 30 años al aire.

"Estaba yo explicando cómo funciona el anticonceptivo de emergencia, frecuentemente aplicado para evitar el aborto de una mujer que ha sufrido una violación reciente, cuando ella interrumpe, afirmando que eso es un aborto y un crimen. šVálgame, mujer! ųle dijeų Es que ustedes no dejan ninguna opción, ni anticonceptivos, ni condones, ni la píldora de emergencia, solamente lavaditos con agua y jabón en caso de una violación. Es que no están viviendo en una sociedad de ángeles. Reaccionó de una manera muy agresiva. Y es que Pro Vida nunca se había sentido tan envalentonada como ahora. Hoy cuentan con todo el apoyo del empresariado".

El aborto en cualquiera de sus circunstancias es una de las materias primas de la nueva especialidad médica llamada bioética. La galena neoleonesa explica que esta disciplina se dedica a estudiar y buscar soluciones para los problemas de valores en el ejercicio de las ciencias de la salud y de la vida. Lógicamente el tema del ejercicio del aborto en la sociedad contemporánea es uno de los asuntos más espinosos para estos especialistas, al grado de que este permanece en el centro de la controversia y sin probabilidades de consenso.

Se trata de un consenso imposible, incluso en el terreno de las definiciones. Pone por caso el dilema de en qué momento un embrión es una persona. "La bioética y la medicina ųdice Sonia Lópezų no pueden atenerse a los actuales criterios de la Iglesia católica, que aboga por el hominismo, es decir, el hecho que el alma impregna al óvulo desde el momento de su fertilización. En realidad, un médico ni siquiera puede determinar si hay embarazo o no si antes el óvulo fecundado no se ha implantado en el útero".

(En el número 139 de la Gaceta Médica de México 2000, un artículo del doctor H. García Romero explica que la fertilización, es decir, la unión entre los pronúcleos de dos gametos, dura entre 24 y 36 horas. El recorrido del óvulo fertilizado desde la trompa de Falopio hasta su nidación en el útero tarda entre ocho y diez días más. Antes de este proceso no puede hablarse de la existencia de un embarazo. En este periodo, y aun varios días después, añade la doctora López, se producen inumerables pérdidas espontáneas del llamado cigoto como un recurso del cuerpo de "selección natural". Con frecuencia la mujer ni siquiera detecta esa pérdida como de un óvulo fallido).

A pesar de la falta de consensos, como especialista en bioética Sonia López tiene una firme convicción en varias de las aristas del delicado tema. Por ejemplo, en el punto del derecho de la mujer a abortar si hay certeza de alguna enfermedad grave o malformación del neonato. "En los terrenos de la embrioética, la aceptación de este principio es universal: es una decisión que debe quedar exclusivamente en manos de la madre. Imponerle a una mujer el nacimiento de un niño con malformaciones y enfermedades graves y letales es imponerle un martirio y una condición de heroísmo que nadie está obligado a asumir. Se puede aceptar o no. Pero nadie lo puede imponer".

Lo mismo opina cuando se trata de embarazos por violación. Y en esta materia pone énfasis cuando se trata de menores de edad, que son el grueso de las víctimas de agresiones sexuales actualmente en México.

"Un parto antes de los 18 es siempre de riesgo. Estadísticamente, cuando hablamos de embarazos por violación con frecuencia estamos hablando de niñas de 14 años, o menos. Imponerles parir en esas condiciones no sólo significa poner en gravie riesgo su salud mental y física, sino ponerlas hasta en riesgo de muerte. No permitir el aborto en estas condiciones es inmoral".

Estos argumentos, sin embargo, chocan con la determinación que parece animar a los abanderados de la posición contraria, la de la prohibición al aborto a tabla rasa. La propuesta de 1999, llevada al Congreso estatal por un grupo de ciudadanos representantes de las agrupaciones católicas más conservadoras de la entidad, quedó pendiente. "Pero esto significa ųdiceų que las mujeres de Nuevo León conservamos de milagro los derechos que perdieron las guanajuatenses y que podríamos perder aún más".