SABADO 19 DE AGOSTO DE 2000
Ť La propuesta obtuvo 41 votos a favor, 7 en contra y una sola abstención
Aprueban legisladores iniciativa de Rosario Robles sobre el aborto
Ť Júbilo de ONG y feministas Ť Saldaron los diputados una "deuda histórica con las mujeres"
Laura Gómez Ť Con el voto a favor de PRD, PRI, PT y PCD, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal aprobó en lo general la iniciativa de reforma y adiciones al Código Penal, para no castigar el aborto en casos de graves riesgos de salud para la mujer, cuando el producto presenta serias malformaciones físicas y genéticas, y si hubo inseminación artificial no consentida.
La propuesta de la jefa de Gobierno del Distrito Federal, Rosario Robles, recibió 41 votos a favor, 7 en contra y una sola abstención, la del diputado Pablo de Anda, luego de casi diez horas de discusión en la que finalmente se agregó la inseminación artificial no consentida como una causal más que excluye de responsabilidad penal a las mujeres que se practican el aborto, a partir de la propuesta de la legisladora perredista Virginia Jaramillo.
Las representantes de diversos organismos no gubernamentales, que se mantuvieron en la parte alta del salón, estallaron en gritos, aplausos y algunas en llanto cuando se dieron a conocer los resultados de la votación, que calificaron de "histórica e insólita" en esta Legislatura, pues por primera vez PRI y PRD votaron de manera conjunta una reforma.
Sólo los legisladores del PAN se opusieron a la propuesta presentada por Rosario Robles, a quien compararon con Adolfo Hitler por presentar una iniciativa "discriminatoria", que "parece tener como objetivo el mejoramiento de la raza", pues "niega a los minusválidos el derecho a vivir", según dijo Armando Salinas Torres, diputado blanquiazul.
Poco eco tuvieron los argumentos panistas entre un auditorio compuesto principalmente por mujeres, quienes dijeron que por fin los legisladores saldaban una "deuda con la población femenina", según voces de representantes de organizaciones como Diversa, Católicas por el Derecho a Decidir, Milenio Feminista y el Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad Jurídica, entre otras.
La reforma, sin embargo, ya enfrenta la resistencia del presidente del Colegio de Abogados, Bernardo Fernández, quien anunció que presentará un recurso de anticonstitucionalidad ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y llamará a un referéndum.
Habrá apoyos alternativos
Durante la votación del dictamen en lo particular, al artículo 334 se le adicionó la obligación que tendrán todas las instituciones de salud de proporcionar a la madre información objetiva, veraz y suficiente sobre los riesgos, consecuencias y efectos del aborto.
Se ofrecerán además apoyos alternativos para que puedan tomar la decisión de manera libre, informada y responsable en los casos de violación, peligro de salud o alteraciones genéticas o congénitas, según quedó establecido en el artículo 131 bis, que también faculta al Ministerio Público a autorizar en un término de 24 horas la interrupción del embarazo, de acuerdo con lo previsto por el artículo 334 fracción I del Código Penal, es decir, cuando exista denuncia por delito de violación, la víctima declare su embarazo y se compruebe la existencia del mismo en cualquier institución del sistema público o privado de salud.
Asimismo, en casos en que existan elementos que permitan al MP suponer que el embarazo es producto de la violación o exista solicitud de la mujer embarazada, a cuyos preceptos se adiciona el compromiso de que se ofrecerá la orientación y apoyos necesarios para propiciar su rehabilitación personal y familiar, a fin de evitar abortos subsecuentes. La moción presentada por la diputada priísta Angélica Luna Parra fue aprobada por 42 votos a favor y siete en contra.
Su correligionario Jesús Toledano propuso una adición al artículo 334 en su fracción III para que no se sancione el aborto cuando, a juicio de dos médicos especialistas, exista razón suficiente para diagnosticar que el producto presenta alteraciones genéticas o congénitas que puedan dar como resultado daños físicos o mentales al punto que pongan en riesgo la sobrevivencia del mismo, la cual recibió el apoyo de 41 legisladores, aunque seis más se pronunciaron en contra y uno se abstuvo.
Con las modificaciones a los artículos 332, 333, 334 y 131 bis del Código Penal, a las que se opusieron los siete legisladores panistas que permanecieron en la sesión, ante el abandono del recinto de Fernando Pérez Noriega, Margarita Saldaña y Arne aus den Ruthen Haag, quedó establecida una pena de uno a tres años de prisión a la mujer que voluntariamente se practique el aborto o consienta en que otra persona la haga abortar. Pablo de Anda fue el único que se abstuvo.
También se aprobó la modificación del artículo 334 en su fracción I, para no sancionar el aborto cuando el embarazo sea resultado de una violación o inseminación artificial no consultada, a solicitud de la diputada perredista Virginia Jaramillo, con 41 votos a favor, cinco en contra y una abstención.
El coordinador del grupo parlamentario perredista, Martí Batres, afirmó que estas reformas son "mesuradas", ya que no despenalizan el aborto ni lo legalizan.
No era el momento oportuno: Arce
Si bien la iniciativa contó con el apoyo de los legisladores de cuatro de los seis partidos representados en la Asamblea, hubo reservas y críticas respecto de la forma en que Robles presentó la propuesta y lo "apresurado" de su discusión.
En ese sentido se manifestó René Arce Islas, perredista y jefe delegacional electo en Iztapalapa, quien consideró que "no era el momento político oportuno". Y así opinó también Luna Parra, quien criticó "los métodos legislativos del PRD" para sacar adelante el paquete de iniciativas. No obstante, consideró "una obligación moral" de su partido participar en esta sesión.
Así, pese a que el PRI se opuso a la realización del periodo extraordinario de sesiones, sus legisladores acudieron al recinto, "ya que se trata de un tema de salud pública, del que nos hemos ocupado desde hace años", agregó Oscar Levín en su momento.
Las mujeres presentes en el debate -entre ellas Jesusa Rodríguez, Patricia Mercado, de Diversa; Gabriela Delgado, del Instituto de la Mujer; las diputadas Clara Brugada y Patria Jiménez; la delegada electa Guadalupe Chavira- celebraban las intervenciones a favor, hacían apuntes, esperaban...
Aguilera, del PRI, entre los ausentes
PAN y PRI habían advertido que no acudirían al periodo extraordinario de sesiones, pero allí estuvieron. El primero lo hizo por encima de su acuerdo con el PVEM, cuya fracción estuvo ausente. Y por parte del PRI, sólo tres, de once legisladores, no asistieron a la discusión, entre ellos su coordinador Manuel Aguilera, así como Netzahualcóyotl de la Vega y Eduardo Ecobedo.
Esta primera y única sesión del periodo extraordinario de sesiones logró reunir a 52 legisladores, que arribaron al recinto pasadas las 12 horas, para arrancar con el tema del aborto, como el primer punto del orden del día, hasta las 14:15, luego que los panistas protestaron en varias ocasiones, frente a supuestas faltas al reglamento de la ALDF.
Uno de ellos fue Manuel Minjares, quien exigió a la presidenta de la mesa directiva, Martha García Rocha, del PRD, la entrega de todos los dictámenes a discutirse. Intervino entonces Martí Batres, quien le espetó:
"Algunos diputados, que no pueden contener su misoginia legislativa, tienen una peculiar vocación por hostigar a las presidentas de las mesas directivas".
El PAN enfrentó después el rechazo de la mayoría de los legisladores a su solicitud de una moción suspensiva, para que se pospusiera la discusión, pues argumentaron que no había ninguna justificación para tratar el tema en este periodo. Había en la iniciativa, dijeron, "deficiencias jurídicas y contenidos graves", que "hacen recordar el abominable hecho histórico de buscar conservar la raza pura", en referencia a la despenalización en caso de malformaciones genéticas graves del producto.
Si bien la votación a favor de las reformas ya estaba asegurada con la mayoría perredista y el apoyo del PRI, los diputados mantuvieron la discusión durante más de nueve horas, en las que hubo cinco intervenciones a favor, igual número en contra, y 16 legisladores más solicitaron su intervención bajo el rubro del voto razonado.
En su intervención, los priístas Oscar Levín y Luis Miguel Ortiz Haro dejaron de lado sus suspicacias ante "las formas", para abordar "el fondo". El primero, sin embargo, aclaró que su partido no está a favor del oportunismo político de la derecha en Guanajuato, ni de Robles en la ciudad. Apoyamos, dijo, las propuestas que vayan en favor de las mujeres.
Ortiz Haro, por su parte, consideró que la prisa para discutir la iniciativa encuentra justificación en el hecho de que se trata de un problema de urgente atención, por lo que hizo un llamado a sus compañeros a no tener miedo a decidir, sobre todo si se toma en cuenta que en la próxima Legislatura "sería impensable abordar el tema".
Batres salió también a la defensa de la iniciativa, antes la críticas que han expresado grupos conservadores y la jerarquía de la Iglesia católica. Dijo: "No es un pleito con ellos, pues sólo se trata de una reforma gradual que será enriquecida en los próximos años".
Ť No es una reforma reversible: Armando Quintero
Rudo debate para despenalizar abortos terapéuticos y eugenésicos
Ť La sombra del alto clero no dejó de gravitar en el ambiente
Blanche Petrich Ť El desenlace previsible no fue capaz de acortar el rudo debate que libraron ayer en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, durante casi 12 horas, once panistas contra los tres partidos que finalmente aprobaron -41 votos a favor, siete en contra y una abstención- la reforma al Código Penal capitalino. De modo que los abortos "terapéutico", por riesgo de salud para la madre, y "eugenésico", por malformaciones físicas o genéticas graves, fueron despenalizados, tal como lo pidió la jefa de gobierno Rosario Robles.
Y a pesar de que la bancada del PRD aseguró, una y otra vez, que no intentaba llevar a cabo una reforma para lograr la despenalización total del aborto -"ese gran debate tiene que ser parte de una consulta, en las mejores condiciones y como parte de un proceso que se va a seguir dando", aclaró la perredista María de los Angeles Correa- la tormenta anunciada ocurrió puntualmente dentro y fuera del palacio de Donceles.
Como sonda para medir la explosividad del tema, la experiencia de ayer, en el segundo periodo extraordinario del tercer y último año de esta Legislatura -como quien dice, al cuarto para las 12- fue reveladora. En efecto, el tema desata apasionadas disertaciones de bandos contrarios que no se escuchan entre sí.
"Religión", "catolicismo" e "iglesia" fueron tres palabras que como por arte de magia, o de consigna, no se pronunciaron a lo largo de la jornada. A pesar de que la sombra del alto clero no dejó de gravitar en el ambiente.
ƑBueno? Desde Roma para el diputado Batres...
La diputada panista Pilar Hioishi Suzuki fue la que sacó el peine, cuando apenas se instalaba la sesión. Decidida, marchó hasta la curul del coordinador del PRD, Martí Batres. "ƑPor qué no le quisiste tomar la llamada al cardenal Rivera?" Batres, futuro presidente de la bancada de su partido en la Cámara de Diputados, abrió los ojos como platos. ƑQué no era un secreto que temprano en la mañana -serían cerca de las nueve y media- una telefonista del arzobispado intentó enlazar una llamada desde Roma a la cabina de Radio Universidad, desde donde el columnista Miguel Angel Granados Chapa transmitía su programa matutino Plaza Pública, al que estaba invitado Batres?
Batres estaba "al aire", como dicen, y consideró de mala educación interrumpir el programa para tomar la llamada. Era el cardenal Norberto Rivera Carrera. Concluido el programa salió corriendo a devolver el telefonema, pero en el arzobispado se negaron a intentar un enlace con el prelado en tierras vaticanas. "Habrá pensado que no le quise contestar. Ni modo", levanta los hombros el legislador.
Queda entre los misterios de la política lo que el purpurado le quería decir a Batres, a pocas horas de que se echara a andar la maquinaria de un proceso legislativo que, de todas todas, el PAN y los clérigos sabían que iban a perder.
Priístas a título individual
Por la informalidad del PRD a la hora de elaborar la convocatoria, la bancada priísta había tomado en días anteriores la decisión de no asistir a la sesión. Sin embargo, la asambleísta Angélica Luna Parra argumentó que por su profundo compromiso con el tema, por principios y por interés en el debate, acudiría a título personal. Y con ella se solidarizaron siete más.
Cerca de las 8 de la noche, en un pequeño nido de servilletas usadas y cajas vacías de los box lunch que fueron el alimento de los asambleístas este día, evaluaba: "El debate estuvo mejor de lo que creía, aunque no se logró sacar de la vituperación. Ni el PAN se movió de su visión conservadora ni el PRD salió de su intención modernizadora. Uno no se mete en cuestiones tan delicadas sólo para modernizar".
En efecto, panistas y perredistas intentaron, sin lograrlo, salir de la temática de la moral pública, aunque los primeros aseguraban estar hablando de un "problema jurídico" y los segundos, "de un problema de salud pública".
El šhoy, hoy, hoy! foxista pasó a manos del PRD
En las corraletas de los invitados seguía la acción sin perder detalle Armando Quintero, a quien le tocará presidir la bancada del PRD en la próxima Legislatura. ƑLe tocará sufrir la reversa de lo que hoy se aprobaba, con la futura mayoría panista? "No lo creo -aseguró-; no es una reforma reversible, en primer lugar, porque el jefe de Gobierno tiene derecho de veto sobre la materia. Y en segundo porque el PAN, con todo y su mayoría, lo tendría que pensar muy bien. No tienen condiciones sociales para imponer su idea conservadora sobre el aborto. Basta con ver hacia Guanajuato. Se les está cayendo".
El futuro legislador teoriza sobre cómo, en política, lo que domina el juego es el momento. Y el momento para esta reforma era hoy. En tribuna parece haber un eco a su comentario. Desde el momento de la instalación de la sesión el pequeño grupo panista deja ver el juego: obstaculizar el proceso con mociones de procedimiento, dilatar el momento de que los pasen por debajo de la aplanadora con maniobras nada ajenas a la vida parlamentaria. Así es como la asambleísta Irma Islas presenta una moción de suspensiva que pudiera, de tener éxito, evitar que el dictamen de reforma entrara a debate este viernes.
Arne aus den Ruthen, que en breve será delegado de la Miguel Hidalgo, trata de ser cáustico: "ƑPor qué tiene que ser precisamente hoy su último mayoriteo?", reclama al sol azteca. "ƑQué no pueden esperar a mañana?" Se le había olvidado la consigna de Vicente Fox: "šHoy, hoy, hoy!", retumbaron las graderías del segundo piso, llenas hasta el tope de mujeres organizadas, seguidoras del PRD y militantes de los derechos de las mujeres.
A esa hora ya se sabía que en el dictamen presentado por el grupo parlamentario perredista se había sumado una causal más a las despenalizaciones propuestas por el Gobierno del Distrito Federal, el de la "inseminación artificial no consentida" por la mujer embarazada. Por increíble que parezca, hay casos así.
El estira y afloja por "reventar" la sesión no duró mucho tiempo. Antes de las dos de la tarde los diputados locales habían entrado en materia. Y los panistas ya habían acusado a la jefa de Gobierno de pretender "una ley discriminatoria contra los discapacitados". Hasta se le acusó de "pretender una raza pura", por aquello de despenalizar los abortos en casos de malformaciones graves del producto. Fue Irma Islas, panista, la primera en apuntarlo.
Armando Salinas, del PAN, ex secretario del ex procurador Antonio Lozano, a quien en momentos críticos le suelen gritar todavía desde el Bronx de la ALDF "šAcuérdate de La Paca!", le entró de lleno a esta argumentación: "Estamos hablando de un bebé con síndrome de Down, de una persona con parálisis cerebral, de una Gaby Brimmer". Y más adelante: "Estamos hablando de la posibilidad de que una madre diga si quiere o no tener un niño con discapacidad, con los brazos cortos, con los brazos largos, ciego, sordo, mudo, qué se yo. Nos preocupa que se vea con ligereza y parcialidad".
Discusión en círculo
De poco valía que los perredistas explicaran, una y otra vez, que su posición no era proabortista. "En el Distrito Federal, aun con estas reformas, el aborto va a seguir siendo un delito. Esta ley no va a obligar a las mujeres que no deseen interrumpir su embarazo a hacerlo". La discusión seguía caminando en círculo. Hasta que encalló, con tercera intervención de la panista Islas:
"ƑQué hay detrás de esto?", preguntó. "ƑHay un plan Kissinger? Es aquel financiamiento que dan los países desarrollados a grupos y organizaciones que han venido a formar en nuestro país, que se dicen defensores de los derechos de la mujer, pero que lo que quieren es acabar con los pobres de los países en desarrollo. Esto sí es oscurantismo puro. Señores, este no es un asunto de salud pública, es un asunto de homicidio y es un asunto jurídico penal. Esto no suena más que a Hitler".
Hasta que la priísta Angélica Luna Parra volvió a centrar el debate: "No estamos decidiendo aquí, ninguno de nosotros, si alguna mujer va a tomar la decisión, allá en lo más recóndito de su corazón y su conciencia, de abortar".
En su curul, a lo largo de toda la jornada, Luna Parra había estado recibiendo un sinnúmero de llamadas. "Todas las ONG que trabajan con discapacitados están en contra. Acabo de colgar con Juan Vidal, presidente de uno de estos grupos. Me pedía que no aprobáramos una ley que resultara discriminatoria para los discapacitados. Trato de hacerles entender que no es así".
A las 21:15 terminaba la votación con el abismo previsto entre el PAN y los demás partidos: 41 votos a favor, de PRI, PRD y PT, y siete en contra, del PAN. Cuatro panistas habían hecho mutis antes del gran final, entre ellos el aguerrido próximo delegado de la Miguel Hidalgo.
Ť Feministas y miembros de Pro Vida, protagonistas
La discusión sobre el aborto se extendió a las calles
Ť Serrano Limón, zarandeado y acusado de fascista y retrógrado
Angeles Cruz Ť La discusión sobre el aborto también se realizó en la calle y estuvo aderezada de gritos, empujones y algunos golpes. Los protagonistas: organizaciones feministas e integrantes de Pro Vida. Mujeres y hombres se enfrentaban y defendían con coraje, unos abogando por el derecho de la mujer a tener una maternidad libre y voluntaria, y otros, por la defensa de la vida desde el momento de la concepción. El escenario: la esquina de Donceles y Allende, frente a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, donde los diputados discutieron durante horas la iniciativa de reforma al Código Penal para ampliar las causales de no punibilidad del aborto.
Desde temprano, las organizaciones feministas y algunas del movimiento urbano popular afiliadas al Partido de la Revolución Democrática (PRD) se adueñaron de las escalinatas principales del recinto legislativo y apenas dejaron una orilla para los integrantes de Pro Vida, pero no duraron mucho: empezaron los gritos y descalificaciones de ambos bandos, así como las acusaciones de intolerancia. Vinieron también los empujones por tener el mejor espacio para mostrar sus mantas y carteles.
Las feministas y los perredistas respaldaron la iniciativa de Rosario Robles y reiteraron su decisión de defender "ayer, hoy, mañana y siempre los derechos de las mujeres". Allí estuvieron las luchadoras sociales de siempre: Patria Jiménez, Patricia Mercado, Consuelo Mejía, Ana María Hernández, Gabriela Infante, la infaltable Jesusa Rodríguez, quien al micrófono dio lectura a los derechos sexuales de las mujeres: derecho a conocer y apropiarme de mi cuerpo física, mental y emocionalmente; derecho al placer sexual a través de todos los sentidos; derecho a una sexualidad responsable y protegida; derecho al deseo, la pasión y el orgasmo; derecho a la ternura... así, hasta el derecho a decidir sobre mi cuerpo con responsabilidad.
Abajo, casi cara a cara, las feministas y las integrantes de Pro Vida se cuestionaban sus posiciones y al final nadie cedió: "Tenemos derecho a decidir sobre nuestro cuerpo", decían las primeras, mientras las segundas llamaban "a no cometer un asesinato. El no nacido también tiene derechos".
Rocío Gálvez, vicepresidenta de Pro Vida y quien en los últimos días ha encabezado las manifestaciones de su organización contra la legalización del aborto, pretendió hacerse escuchar, pero no contó con el interés periodístico de los fotógrafos que prácticamente la aplastaron para ir por la imagen del cartel que mostraba un feto abortado en Estados Unidos en el tercer trimestre de gestación.
Las organizaciones feministas y los simpatizantes del PRD rechazaban la presencia de Pro Vida. Amenazantes, se acercaron, pero no pasaban de los gritos y algunos empujones. Y tal vez así se hubieran seguido, pero llegó un hombre que dijo llamarse Luis de Guerrero a gritar: "šUstedes son las culpables por provocar a los violadores!". Un grupo de las feministas se le fue encima para reclamarle: "šMachista!, seguramente ni siquiera tienes madre".
Los ánimos se encendieron y alguien tomó uno de los carteles para prenderle fuego. La lucha por el espacio en las escalinatas se recrudeció. En esas estaban cuando apareció el dirigente de Pro Vida, Jorge Serrano Limón. De inmediato le gritaron "šfascista de mierda!", "šretrógrado!", y más empujones, jaloneos y otra lucha: la de los fotógrafos por tener la mejor imagen. Alguien le alcanzó a dar una cachetada a Serrano, otro le dio un periodicazo en la cabeza y aun así pretendía llegar hasta la escalinata, pero no lo logró y empezó a caminar para alejarse.
A salvo, el líder de Pro Vida responsabilizó a la jefa de Gobierno capitalino y "a sus hordas de la violencia y agresiones de que somos víctimas". Por ahí apareció el diputado Alejandro Rojas Díaz Durán para invitar a Serrano Limón a ingresar al recinto legislativo. Y se lo llevó. No se le volvió a ver en la calle.
Vino la calma y la larga espera en la que las organizaciones feministas con Patria Jiménez al frente refrendaban: "Cuando una mujer avanza, no hay hombre que retroceda" y "anticonceptivos para no abortar, leyes justas para no morir". Dentro del recinto todavía no empezaba la discusión de la iniciativa de reforma. Los casi 20 integrantes de Pro Vida no tuvieron más remedio que alejarse y así se mantuvieron varias horas, hasta que fueron reforzados por una treintena de adolescentes, algunas embarazadas, personal de seguridad privada y un equipo de sonido, con el que lograron igualar -e incluso superar- el nivel de decibeles de las feministas.
Eran casi las cuatro de la tarde. Nuevamente hubo empujones. Ahora los hombres de ambos grupos se pelearon cuerpo a cuerpo el espacio para las mantas. Uno de los carteles con el feto abortado fue el motivo de la disputa. Las escalinatas se saturaron de nuevo y así estuvieron un rato largo en el que se gritaron consignas de uno y otro lado. Un sujeto que se hizo llamar "el poeta desnudo" se desprendió de su ropa, a pesar de las peticiones de la diputada Patria Jiménez para que no se desvirtuara el mitin. Al hombre no le importó y haciendo uso de su libertad de expresión se desnudó.
Después de unos minutos, las feministas y simpatizantes del PRD decidieron dejar el espacio libre para entrar al salón de plenos a escuchar el debate legislativo. Afuera se quedaron los y las adolescentes de Pro Vida exigiendo a los diputados locales que no se votara la iniciativa, que se realizara un plebiscito para decidir si se legaliza o no el aborto. Ya solos, terminaron por irse. Adentro, los diputados continuaban el debate.