SABADO 19 DE AGOSTO DE 2000

Ť El subdelegado les informó a vecinos que la empresa obtuvo un amparo


Reabrirían planta de Unigas en la GAM

Ť Habitantes de la colonia Gabriel Hernández y aledañas se oponen, por el riesgo que implica

Josefina Quintero M. Ť Vecinos de la colonia Gabriel Hernández informaron que el subdelegado jurídico y de Gobierno de la delegación Gustavo A. Madero, Rubén Escamilla, les notificó que a la distribuidora Unigas, que fue clausurada el pasado mes de julio, por no contar con las medidas de seguridad necesarias, se le otorgó un amparo, por lo cual en los próximos días se llevaría acabo su reapertura,

Por lo anterior, nuevamente vuelve la incertidumbre para las alrededor de 200 familias que viven en las colonias aledañas a la Gabriel Hernández, como son Martín Carrera, Díaz Mirón, Vasco de Quiroga, Unidad CTM y Nueva Atzacoalcos, entre otras.

Salvador Martínez, quien encabeza la protesta en contra de la instalación de la distribuidora de gas carburante, explicó que al acudir a las oficinas delegacionales para solicitar una respuesta a los escritos que enviaron donde solicitan la clausura definitiva de Unigas, el delegado Víctor Quintana le manifestó que "las autoridades delegacionales habían llegado a la conclusión de que el cierre era temporal, y si quería más información buscara a Rubén Escamilla".

Por tal motivo, Martínez se dirigió a la oficina de Rúben Escamilla, quien le indicó que a la empresa Unigas se le había otorgado un amparo, por ello sólo esperaban el documento expedido por el juez que emitió la resolución para que se acredite lo dicho por la empresa y con ello se puedan retirar los sellos de clausura.

El dirigente vecinal refirió que expuso que en la zona donde se ubica la gasera no ha cambiado el uso de suelo y sigue siendo mixto de uso habitacional, pero el funcionario le respondió que lo único que queda por hacer "es esperar el documento para certificar que haya sido expedido por un juez".

Por lo anterior, se presentó ante el presidente de la Comisión de Gobierno de la Asamblea Legislativa, Martí Batres, para solicitar la ayuda de los diputados, para que legislen en el sentido de que las autoridades atiendan a las personas que habitan en zonas marginadas, donde impera la ausencia de autoridad y las cosas se rigen por la influencia y el dinero.