VIERNES 18 DE AGOSTO DE 2000


Ť José Cueli Ť

El tiempo fragmentado

André Green, destacado psicoanalista francés, acapara nuestra atención con su más reciente texto, cuyo título podría traducirse como El tiempo fragmentado.

Empieza su disertación en torno al tiempo, tomando como punto de partida el sueño. Al respecto nos dice: "Los sueños nos demuestran la existencia de un tiempo fragmentado, es decir, de un tiempo que no tiene que ver con la idea de una sucesión tripartita ordenada en presente, pasado y futuro. En el sueño todo es presente puro. Si el contenido de los sueños puede estar influenciado por el soñante, el trabajo del sueño escapa a esta intención. Esta fragmentación del tiempo es el resultado de un trabajo inconsciente". Estas reflexiones nos conducen a revisar nuestros conceptos sobre el tiempo.

La idea de una temporalidad lineal representada por la secuencia: pasado, presente y futuro es una tentación que siempre nos acecha dado que brinda el fundamento a todas las certezas del pensamiento que no sabe más que de las certezas que ofrecen las experiencias conscientes. Green nos alerta al respecto: el asunto aquí se torna una aporía, ya que no hay consciencia de lo inconsciente.

El psicoanálisis contemporáneo buscó soluciones útiles e ingeniosas para teorizar sobre los espacios psíquicos, pero descuidó los aspectos concernientes a la temporalidad. Entre las aportaciones más destacadas se encuentran las de Winnicott, con su idea de un espacio transicional, un espacio potencial. Bion, por su parte, teoriza un modelo basado en un modelo de continente-contenido, una forma especializada que engloba las relaciones de objetos internos.

En contraste con la riqueza conceptual en cuanto al espacio en psicoanálisis, no encontramos un equivalente a propósito del tiempo. El tema se antoja por demás complejo y muchos psicoanalistas prefirieron inclinarse por un modelo genético general que se adecuara de manera satisfactoria a la teoría; un buen número de ellos prefirió abordar la problemática del tiempo desde el punto de vista de un desarrollo lineal del individuo. Sin embargo su concepto de desarrollo genera controversias e incredulidad debido a lo especulativo de sus hipótesis.

Gracias a Lacan y su crítica radical a todo genetismo, el concepto freudiano de Nachträglichkeit (a posteriori) fue revalorizado, convirtiéndose en el eje teórico fundamental para los psicoanalistas franceses. Se evidenció entonces que la complejidad del modelo freudiano del tiempo no se limita a una perspectiva genética del destiempo.

Freud nunca dejó de ocuparse del tiempo en toda su obra. Ya desde su texto Estudios sobre la histeria (1895), la idea de "afecto estrangulado, sofocado, ahogado", está ligada al tiempo bloqueado por una fijación, un movimiento fijado en un recorrido, evolucionando en el tiempo. Ya desde entonces propone un modelo complejo de la temporalidad de una gran originalidad y de un maravilloso ingenio; habla allí de un conjunto temporal complejo, bosquejando la hipótesis de un funcionamiento transcrónico.

El texto de André Green lleva a cabo una verdadera exégesis del concepto de temporalidad en la obra de Freud y abre el espacio para replantearnos un concepto fundamental para el psicoanálisis tanto en sus aspectos teóricos como técnicos.