VIERNES 18 DE AGOSTO DE 2000
Ť Presentación clasista de su disco Alma caribeña; la intérprete no cantó
Aunque no es una diva, a Gloria Estefan la cuidan como si fuera tal
Ť Descarta que en la entrega de los Grammy Latinos, en la que participará, haya manipulación
Arturo Cruz Bárcenas Ť ''No soy una diva; alguien así es María Callas, por ejemplo'', dijo Gloria Estefan, quien durante su visita a México ha estado rodeada de guardaespaldas, de managers que quisieron tirar línea sobre qué debía preguntársele (''cosas bonitas, Ƒeh?'') y de personal de seguridad que tendió su halo híper protector desde que llegó, en vuelo privado, al aeropuerto internacional de Toluca, el miércoles.
En entrevista realizada ayer, Gloria agregó: ''A Emilio Estefan yo le debo todo; si no lo hubiera conocido sería una sicóloga o hubiera estudiado ley internacional. Fue nuestra unión la que ha creado el fenómeno que pasó aquí''. (Su internacionalización, sus ventas millonarias de discos, el privilegio de hacer dueto con glorias como José Feliciano y Celia Cruz, por citar sólo dos.)
De visita en México para recorrer el Centro de Rehabilitación Infantil Teletón (CRIT), en Tlalnepantla, estado de México, Gloria y Emilio Estefan asistieron la noche del jueves a una fiesta realizada por su disquera, Sony Music, para dar a conocer el nuevo disco de la cantante, Alma caribeña, en el antro Lobohombo.
A eso de las diez de la noche llegó la pareja; hicieron la ronda, mesa por mesa, saludando a los privilegiados de abajo (los de arriba, como en gayola, expectantes). Se esperaba que asistieran muchos personajes del mundo de la farándula, ''fa-mo-sos'', por lo menos, pero tan sólo por ahí llegaron Enrique Rocha, El Temerario Mayor y Celio González. Los reporteros no pudieron franquear las barreras, pero la gorra rumbera, asiduos al Lobohombo, esos sí estuvieron abajo. Será que no llevaban grabadoras ni cámaras fotográficas, tan sólo mucha sed y deseos de bailar las guapachosas. Se dieron un quemón al lado de los Estefan, ni más ni menos. Qué envidia.
Los de arriba, entre ellos algunas damas muy bien vestidas para la ocasión, vieron que los de abajo se deleitaban con una cena-buffet de rechupete, mientras a ellos sólo les daban un platito con los típicos canapés. ''Se siente feo, Ƒno? Es como si te dicen que 'te invito a mi fiesta, pero no te acerques''', se quejaba una morena de fuego.
Del plafón pendieron unos columpios donde unos chavos con todo el cuerpo pintado, especie de escualos, estuvieron ahí, colgados, varias horas. En el escenario, una sirena y un sireno no hallaban cómo acomodarse las aletas.
Luego, ambiente Miami, Ƒves? Una especie de carnaval, con mojigangas, para los distinguidos visitantes. ''ƑMe puede traer un tequila?''. "No, eso nomás allá abajo. ƑNo quiere un bacachá limón?". Era como la metáfora de la novela de Mariano Azuela, pero al revés.
Total, dieron las 11:30 y muchos decidieron marcharse, porque fue una presentación de un disco en la que la artista no cantó. Ni dieron el disco. Snif. Abajo, hasta la recepcionista de Sony bailaba un buen son. "Me sentí frustrada de no poder ir a saludar a los de arriba", dijo Gloria.
Horas después
En la comodidad del Marriot de Polanco, ayer, Gloria respondió a los reporteros. En ese coro disonante que son las minirruedas, las preguntas fueron de lo sentimental (''Ƒqué sientes haber visto a tu hijo vestido de botones de hotel?''), pasando por las razones por las cuales eligió a México como primer país de la gira de promoción de su disco Alma caribeña, hasta la influencia de las trasnacionales y su efecto para estandarizar el gusto musical.
''El único lugar donde he dado un concierto ante más de 100 mil personas fue aquí, en México. Tengo miles de razones para estar aquí'', añadió. ''En ese concierto pude cantar con mariachi, que es música (la ranchera) muy apasionada; la he cantado en vivo, pero para hacer un disco con mariachi tendría que prepararme, porque no quiero lanzarme al vacío. Hay muchos mexicanos que pueden hacerlo legítimamente".
Expresó que sí hay un boom de la música latina, iniciado por Ricky Martin, que permitió enfocar la atención en Buena Vista Social Club. ''Es una mezcla de pop con ritmos latinos, pero, gracias a Dios, poco a poco la gente latina ha crecido como una ola. Mi disco Mi tierra ha sido el que más alto ha entrado en las listas de popularidad en Europa y en Asia, en español''.
Para ella es positiva la realización de los Grammy Latinos. ''La idea es brindarle al mundo pura música en español. El Grammy es el mismo; no hay manipulación ni nada de ese tipo de líos", precisó a la pregunta acerca de qué estatuto de legitimidad tienen tales galardones, dado que la industria del disco tiene sus centros de control multinacional y esto, los Grammy Latinos, lo organizan los gringos. Ella cantará durante la ceremonia de entrega.
En un video de uno de los temas de Alma caribeña, Gloria se corta un mechón. Es una mujer que sufre la infidelidad. ''Esta mujer está como mutilándose; está enojada porque el hombre no la quería más que por su apariencia. Como él se fue y la quería sólo por el pelo, pues se lo corta. A veces es por depresión. En mi caso yo me lo he cortado para cambiar de look. Me liberó mucho el pelo corto. Este disco es más apasionado, más maduro, también más sensuales; me siento más liberada''.
Sobre la estandarización del gusto musical por las trasnacionales, contestó que afortunadamente el público tiene libertad de elegir. ''La Internet va a cambiar (el negocio) para siempre. Estamos viviendo en una época en la que vamos a tener el sentir real del capitalismo. La competencia va a ser mundial. Todo será bueno y difícil en la música".