VIERNES 18 DE AGOSTO DE 2000
Ť En AL y el Caribe hay 220 millones: Cepal
Viven en México 75 millones de pobres, asegura Boltvinik
Ť Urgió al próximo gobierno a impulsar políticas de bienestar social
Miriam Posada García y agencias Ť La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) dio a conocer ayer en su estudio más reciente sobre el panorama social de la región que 220 millones de personas viven en condiciones de pobreza, cifra que representa 45 por ciento de la población del área, y precisó que de estas personas, 117 millones son niños y adolescentes menores de 20 años.
En estudios por separado, para el caso específico de México, Julio Boltvinik, investigador del Colegio de México advirtió que en el país viven 75 millones de pobres en condiciones de pobreza, de los cuales 45 millones son indigentes o mexicanos en "extrema pobreza", por lo que urgió al próximo gobierno a impulsar políticas de desarrollo económico pero también, de manera prioritaria, de bienestar social.
Luego de su intervención en el seminario La política económica de la transición, organizado por el Colegio Nacional de Economistas, precisó que la mayor parte de los pobres "duros", o los pobres extremos, como los denomina el gobierno, viven en las zonas urbanas y no en las rurales, como ha difundido el sector oficial, y son precisamente esos pobres, en su mayoría jóvenes, los que se inclinan más por la violencia, la delincuencia y las drogas.
"Se trata de un sector de jóvenes con muchas expectativas que saben que no podrán cumplir. En cambio, los pobres extremos de las zonas rurales tienen otras condiciones de vida, algunos son pobres desde hace 500 años y de algunas manera están resignados a su situación, por eso sería un poco más difícil hacer algo por mejorar sus condiciones de vida aunque en ambos casos es posible, se puede hacer y no es caro".
Este es el momento, dijo, de "cambiar la carreta de lugar", es decir, no darle prioridad a los indicadores macroeconómicos y sí al bienestar de la población, la inflación se debe manejar de manera flexible; hay que poner la economía al servicio de la gente, y al parecer esto tiene alguna aceptación en la próxima administración, pero se debe hacer un sistema para que por lo menos una vez al año se evalúe la pobreza en México, y el bienestar de los mexicanos.
Julio Boltvinik consideró que el gobierno de Vicente Fox deberá revisar los programas sociales vigentes que, como el Progresa, tienen errores fundamentales que han provocado divisiones y enfrentamientos en las comunidades, ya que se trata de un apoyo que discriminó a muchas familias tan pobres como las que sí reciben ayuda.
Es necesario, destacó, hacer una combinación de política asistencial con una de apoyo productivo, además del apoyo alimentario, educación, salud, y encontrar un camino económico que mejore sus condiciones. "Lo que pasa es que se desmantelaron los sistemas de apoyo al campo durante el gobierno de Miguel de la Madrid; no se reconstruyeron durante el de Salinas, y apenas al final de este sexenio algo se trató de hacer. No es fácil lo que hay pendiente, se va a llevar muchos años, sobre todo con esos pobres duros, pero se puede".
En su informe sobre el Panorama Social de América Latina 1999-2000, la Cepal destacó que los cambios en los mercados de trabajo durante los años 90 contribuyeron a perfilar una nueva estratificación ocupacional que no favorece la movilidad social, ni tampoco una mejor distribución del ingreso. Afirmó que la precariedad del empleo ahora es más generalizada, y existe una creciente vulnerabilidad social que afecta a la mayoría de la población.
Asimismo, destacó que un grupo de países logró reducir sus niveles de pobreza en el bienio 1998-1999, pero en otros se interrumpió la tendencia positiva mostrada durante los primeros ocho años de la década de los 90. En México la desocupación abierta se redujo de niveles de 7.4 por ciento en el tercer trimestre de 1995 a cerca de 2.8 en el cuarto trimestre de 1998.
El organismo consideró que en estas circunstancias la economía mexicana en el periodo reciente etendió a los grupos más afectados por la crisis. "El porcentaje de hogares en situación de pobreza se redujo entre 1996 y 1998 de 43 por ciento a 38 por ciento, y el de situación de indigencia disminuyó de 16 a 13 por ciento, lo que supone una reducción de la pobreza extrema de alrededor de 3 millones de personas".