VIERNES 18 DE AGOSTO DE 2000

Ť Corriente Renovadora y Grupo Ocho exigen una democratización transparente


La asamblea tricolor, cuando se vaya Zedillo, piden

Alonso Urrutia Ť Tras exigir transparencia en el proceso de democratización del PRI, la Corriente Renovadora y el Grupo Ocho pidieron que la asamblea nacional, donde habrá de restructurarse el partido, se realice concluída la actual administración porque de lo que se trata -dijo Rodolfo Echeverría- "es de que el Presidente de la República en funciones no intervenga en las decisiones de nuestro partido".

También consideraron que no deberá condenarse a todos aquellos funcionarios públicos que aun siendo militantes del PRI colaboren con la próxima administración. "No debemos satanizar ni estigmatizar su participación en el nuevo gobierno".

Al dar a conocer una declaración sobre la reforma del partido, estas corrientes subrayaron que "el PRI transformó a la sociedad, la modernizó y la democratizó, sin embargo, no supo, no quiso o no pudo democratizarse interiormente. Ahora es menester que lo haga sin simulaciones, sin maquillajes, sin hacer como que todo cambia para que nada cambie".

En rueda de prensa en la que estuvieron presentes, entre otros, Echeverría, Francisco Rojas y David Ibarra Muñoz, sostuvieron que la actual dirigencia debe permanecer en sus cargos hasta después del 30 de noviembre. Al mismo tiempo le demandaron garantías de transparencia en el proceso interno.

Otro de los puntos destacados que plantearon alude a la nueva condición de partido opositor del PRI: asumir un papel de oposición política sin que ello suponga irresponsabilidad, inmadurez y actitudes nocivas que afecten la marcha del país.

La declaración -que incluye los puntos que plantearon en sendas reuniones recientes con el Comité Ejecutivo Nacional- destaca la importancia que tiene en esta transformación la unidad partidista. Para ello, "es indispensable que la democratización tome en cuenta al priísmo de las diversas regiones del país, porque ésta pasa por la descentralización de las decisiones y la ponderación de las particularidades regionales".

A su juicio, la democratización de todos los niveles de la estructura partidista debe conducir al PRI a nuevas formas de activismo interno adecuadas a la pluralidad.

Señalaron que en su relación con otras fuerzas políticas, el PRI ya no debe aprobar medidas económicas que sustenten el peso en las mayorías más desfavorecidas.

Al referirse a los tiempos de la renovación partidista, señalaron que el Consejo Político Nacional deberá reunirse hasta que existan las condiciones adecuadas, lo que implica la construcción de consensos previos, y el rechazo a los albazos.