VIERNES 18 DE AGOSTO DE 2000
Ť Los próximos coordinadores recorren la vieja casona de Xicoténcatl
Confluyen en el Senado la nostalgia y los nuevos bríos
Andrea Becerril Ť Antes de enfrascarse en las discusiones por el reparto de las comisiones y los órganos de dirección del Senado de la República, Enrique Jackson, Diego Fernández de Cevallos y Jesús Ortega, coordinadores de las tres principales fuerzas políticas en esa cámara (PRI, PAN y PRD), recorrieron las instalaciones legislativas, bromearon y hasta midieron terreno en el salón de plenos, para decidir la ubicación física de sus grupos parlamentarios.
-ƑDónde se sienta la líderesa? -preguntó Jackson Ramírez. Y cuando los reporteros que seguían a los coordinadores por el salón le dijeron que el escaño de María de los Angeles Moreno estaba en la tercera fila, el priísta comentó: -A mí me gusta más atrás.
La alegría de los que llegan se impuso frente a la la nostalgia y, por qué no, a la tristeza de quienes ya se van. Moreno prácticamente se despidió por la mañana en un acto en el que el panista Juan de Dios Castro tampoco ocultó la emoción en las postrimerías de sus seis años de labor parlamentaria en el Senado.
En contraste, era evidente el júbilo de los nuevos. Hasta Fernández de Cevallos dejó atrás la actitud hosca de los últimos días, inclusive bromeó también con legisladores y periodistas y ofreció llevar una "muy buena relación" con los comunicadores.
Incluso aguantó las ocurrencias de Humberto Roque Villanueva, su frase "eso les pasa por no votar por el PRI", que soltó a los reporteros cuando éstos comentaban con el panista lo obsoleto de las computadoras en la sala de prensa.
-Estoy de acuerdo con Roque, la bancada del PAN poco puede hacer en materia de computadoras -respondió Fernández de Cevallos. En la conferencia de prensa el panista, Jackson Ramírez y Ortega sostuvieron que aún no hay avances en la negociación por las presidencias de las comisiones y la integración de la mesa directiva.
No mostraron sus cartas, como tampoco lo hicieron en la reunión privada que luego sostuvieron. El priísta respondió sin dudar que a su fracción le interesan "las mejores comisiones" y que insistirá en que haya 13 más.
La propuesta es precisamente del PRI y, según los que saben, es para dar cabida a todas las figuras que llegaron al Senado y que ahí tendrán que quedarse luego de la derrota del tricolor del 2 de julio.
Durante el recorrido por el viejo edificio de Xicoténcatl, el senador electo Juan José Rodríguez Pratts le comentó al perredista Demetrio Sodi que las instalaciones son muy pequeñas y que los legisladores gozarían de mejores condiciones en San Lázaro.
"ƑPiensan cambiar de sede?", se preguntó a los coordinadores, y los tres respondieron sin mucho ánimo que se analizará. Las interrogantes de fondo no las respondieron, tampoco discutieron. Aunque la postura del PRD es en contra de incrementar el número de comisiones, Jackson dijo que buscarán un acuerdo de consenso.
Ayer disfrutaron el momento. Las discusiones las habrá, seguramente y muchas, en los próximos seis años en que habrán de convivir durante la 58 Legislatura, comentó uno de los personajes que seguían a los senadores electos.
Unas horas antes, María de los Angeles Moreno, a quien correspondió estar al frente de una bancada del PRI con mayoría absoluta en el Senado, prácticamente dijo adiós durante el acto con el que se conmemoró el 125 aniversario de la restauración de esta cámara.
En esa celebración, en la que la acompañaron el panista Juan de Dios Castro y el perredista Héctor Sánchez, resaltó la pluralidad de este órgano. Luego, con una sonrisa triste, inauguró la exposición con los 94 diseños de timbres conmemorativos que participaron en el concurso de diseño por el aniversario del Senado.
Por el mismo patio de la vieja casona pasaron presurosos por la tarde los nuevos representantes de los senadores priístas, panistas y perredistas. El coordinador de los cinco legisladores del Partido Verde Ecologista de México, Jorge González Martínez, El Niño Verde, no asistió, y no porque lo hayan dejado fuera. Anda de viaje, según lo disculpó Fernández de Cevallos.