VIERNES 18 DE AGOSTO DE 2000
Ť Difunde estudios investigador del Colmex
Las católicas optan por el aborto pese a prohibiciones
Ť Omisiones de la Iglesia, causa de muerte de mujeres, sostiene
Angeles Cruz Ť Las enseñanzas de la Iglesia no son dogmas de fe y por lo tanto los creyentes pueden actuar según su conciencia, en particular respecto de temas controvertidos como el aborto, afirmó Juan Guillermo Figueroa, investigador del Centro de Estudios Demográficos de El Colegio de México.
Señaló que la jerarquía católica tendría que disculparse ante la sociedad porque sus omisiones han sido la causa de la muerte de muchas mujeres en el país, a consecuencia de abortos clandestinos y mal realizados. Y es que, dijo, de acuerdo con investigaciones de los últimos años, a nivel internacional está comprobado que las mujeres creyentes de la religión católica optan por la interrupción del embarazo aunque vayan en contra de lo que predican los obispos.
En conferencia promovida por las organizaciones feministas que integran el Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad, en vísperas que la Asamblea Legislativa del Distrito Federal discuta la iniciativa de reforma al Código Penal para ampliar las causales de no punibilidad del aborto, Figueroa mencionó que los creyentes "no aceptan linealmente la enseñanza de la Iglesia, sino que la reinterpretan en función de sus necesidades y del ejercicio de sus derechos humanos".
En el caso de las mujeres, interpretan la religión a partir de una visión feminista. No obstante, afirmó, las católicas que deciden abortar -en cualquier circunstancia- se sienten amenazadas, presionadas y traicionadas, principalmente porque viven la interrupción de su embarazo como una necesidad y no como un gusto. A pesar de este sentimiento de abandono, dijo el investigador, no existe la posibilidad de que los feligreses cuestionen a la jerarquía por su actitud totalitaria.
Para el especialista de El Colegio de México una manera para realmente conocer lo que piensan los católicos sería preguntar a la gente que profesa la religión, su opinión respecto de los temas controvertidos, como el aborto, y no sólo quedarse con la posición de los obispos, quienes en lo general mantienen una posición irreductible y sin matices.
Sin embargo, apuntó, al no ser dogmas de fe, la enseñanza de la Iglesia puede ser reinterpretada por los creyentes. Los jerarcas tienen la obligación de admitir que no es obligatoria, y que los fieles pueden actuar según su conciencia. En el caso del aborto se trata de un problema de salud y de derechos humanos, y si la Iglesia lo niega, "comete un acto de negligencia por el cual podría ser sujeto de demanda por quienes fueron afectados con esa actitud".
Por su parte, Gabriela Infante, coordinadora de la Red por la Salud de las Mujeres, explicó que la iniciativa de reforma al Código Penal que hoy será discutida en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal establecerá límites de tiempo para que las causales de no punibilidad sean válidas. Es decir, tendrá que precisarse que el legrado se podrá realizar preferentemente durante el primer trimestre del embarazo.
En representación del Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad, Ana María Hernández llamó a los legisladores capitalinos a asumir su responsabilidad política para enfrentar el grave problema de justicia social y salud pública que representa el aborto en México, y en consecuencia aprueben hoy mismo los cambios legales propuestos por la jefa de Gobierno, Rosario Robles.
La reforma tiene como fin no castigar a las mujeres que decidan interrumpir su embarazo cuando los motivos se relacionen con causas humanitarias. Con el fin de expresar su apoyo a dicha iniciativa, hoy las organizaciones de mujeres realizarán un mitin afuera del recinto legislativo del Distrito Federal.
En otro orden, las representantes de las 40 organizaciones que intregran el consorcio, solicitaron a la Secretaría de Gobernación que detenga la intervención de extranjeros en asuntos que sólo competen a los mexicanos.
Lo anterior, en relación con la actividad desarrollada por simpatizantes de Pro Vida provenientes de Estados Unidos y Canadá, que el martes pasado clausuraron una clínica donde supuestamente se practican abortos.
Al respecto, Jorge Serrano Limón, presidente de esa agrupación, comentó que los extranjeros "únicamente vinieron a trasmitir un mensaje de paz y a alertar a los mexicanos sobre lo que ocurre en sus países con respecto al aborto, para que nosotros no hagamos lo mismo".