JUEVES 17 DE AGOSTO DE 2000
* La agrupación cubana visita por tercera vez el país; promueve šOyeme cachita!
Con sólo escuchar el tañido de una lata, Los Jubilados arman la bulla
* Los intérpretes se consideran inquietos y comprometidos con la música de la isla
Angel Vargas * Si de algo se enorgullece el contrabajista cubano Luis la Rosa Castellanos es de nunca haber tocado en la calle. "šQué va, chico, yo siempre toqué en el cabaré!". Pero tras varias décadas de trabajo llegó el momento en que ese tipo de vida, marcada por el noctambulismo y la parranda, lo cansó: "Ya las malas noches me estaban matando, coño, y decidí retirarme".
Esa decisión la tomó en 1992, a los 64 años, y se dedicó a ejercer la carpintería y la tapicería, sus oficios también desde mucho tiempo atrás. "Ya no quería tocar más". Esa determinación le duró poco, pues transcurridos dos años desde su retiro, el gusanito por la música fue más fuerte y lo doblegó.
''Unos amigos se juntaron y platicaron conmigo su idea de hacer un grupo para pasar el rato, para no quedarnos sin hacer nada".
Fue así como en 1994 la provincia de Santiago de Cuba atestiguó y amparó el renacimiento artístico de nueve viejos músicos isleños con el nombre de Los Jubilados, agrupación que se encuentra por tercer año consecutivo en México y que presenta, con una serie de conciertos, su más reciente álbum, šOyeme cachita!
''Un día Bebeto fue a mi casa y, sentados así, comenzamos a conversar. Yo le dije: 'Bebeto, vamos a hacer un conjunto, chico, para no quedarnos sólo en la casa, porque nos podemos enfermar de estar sentados y no hacer nada'. Formamos el grupo, ensayando y cogiendo candela. Entonces, al cabo de los tres meses hicimos un programa de televisión que fue un escándalo; a la gente le gustó y seguimos allí, ensayando. Entonces, en el transcurso se nos murió un tresero y un guitarrero, pero seguimos luchando, buscando a compañeros y aquí estamos, para dar lo máximo'', cuenta el director, segunda voz y maraquero del conjunto, Mario Carcassés, de 75 años, y quien con Juan Gualberto Bebeto Ferrer, también de 75, es uno de los puntales de aquél.
Pero regresemos con Luis la Rosa, quien asegura que la presente es una de las épocas más felices de su vida: "Ni hablar chico, nunca pensé llegá a lo que hemo' llegado nosotro' depué de viejo''. Explica que desde muy pequeño tenía el anhelo de conocer México, y ahora que está cerca ''el final de mi vida'', la naturaleza le dio la oportunidad de hacerlo. ''Me siento complacido con la vida por haberme dado ese privilegio''.
Viajar, conocer países y recibir la simpatía del público representan el mayor gusto que le ha brindado su aventura al músico de Santiago, principalmente en estos últ imos años, con Los Jubilados. "A nuestra edad ni que soñáramos con eso. Hemos conocido épocas difíciles, como pasa en cualquier actividad, pero, bueno, ahora somos felices. Todo lo que tengo se lo agradezco a la música, ya que ella me podía haber olvidado".
Acerca de la propuesta artística del grupo, señala que aprovechan lo tradicional para crear cosas nuevas: "Desde la tradición nos metemos a hacer innovaciones. A los compositores viejos, como Miguel Matomoros o Sindo Garay, los interpretando cambiando el género, pero siempre desde la línea de la tradición. Tenemos un repertorio, pero cada vez que tenemos un espacio de ensayo, montamos un número de otro movimiento''.
De voz ronca por el ron y el tabaco, Hermelino Bizet es el chamaco de Los Jubilados. Nacido en 1949, es primera voz, al igual que Bebeto. También toca las claves. Su integración al grupo significó para él su debut profesional, pues su relación con la música era antes sólo a nivel de aficionado y se dedicaba a cumplir con su jornada en una fábrica textil y, antes, en un taller "del omnibús".
Hermelino explica que la "explosión de la música tradicional cubana" se debe a que "nadie como el pueblo cubano para sentir el ritmo. Es una cosa, chico, que se trae desde que se nace; qué digo, desde que se está en el vientre de nuestra madre. Nada más oímos una lata tocar y ya estamos brincando y bailando".
Resalta que el boom de los últimos años de la música isleña en el mundo ha provocado que los jóvenes de allí la atiendan y se preocupen por continuarla, que se mantenga ese sentimiento que los viejos músicos llevan en el corazón y en el alma, agrega.
En relación con su disco šOyeme ca- chita!, el vocalista expresa que esperan repetir el éxito que tuvieron con su primer material, Cero farandulero, que fue premiado como mejor álbum popular de música tradicional en la Expo Cuba 1999.
Grabado por el sello mexicano CoraSón ųal igual que el anteriorų, šOyeme cachita! está integrado por 13 sabrosos temas, que igual recurren a la guaracha y el son que a la rumba y el bolero: "Es un material que pudiera impactar, pero hay que ver cómo lo recibe la gente". Entre los autores incluidos están Antonio Machín, Luis Lilí Martínez, Rafael Hernández, Abelardo Barroso y Electo Rosell.
"Los Jubilados lo único que ofrecemos es música buena que busca ser más buena cada día, para que quien la escuche, se sienta bien. Nuestra aspiración es sólo eso: ser cada día mejores y hacer cada vez mejor música. Somos gente inquieta que nos sentiríamos mal de estar sentados en un rincón. Estamos acostumbrados a estar de aquí para allá y de allá para acá", finaliza Luis la Rosa.
(Las presentaciones del grupo en la ciudad de México serán en el Sonidos La Changa, el 18 de agosto: el Salón 21, el 19; La Bodega, el 23 ; El Faro de Oriente, el 25, y el Hard Rock Live, el 26. También actuarán en escenarios de Puebla, Cuernavaca y Guadalajara.)