JUEVES 17 DE AGOSTO DE 2000
Ť La sesión demócrata de anoche, dedicada a presentar a Joseph Lieberman
Intentan suavizar la imagen de Al Gore con la presencia de estrellas
Ť Son mínimas las diferencias del candidato a la vicepresidencia con los republicanos, dicen analistas
Jim Cason y David Brooks, enviados, y Roberto Bardini, corresponsal, Los Angeles, 16 de agosto Ť El Partido Demócrata solicitó la presencia de las estrellas de Hollywood --Tommy Lee Jones y Jimmy Smits, entre otros-- para ayudar a "suavizar" la imagen, bastante rígida, de su candidato presidencial Al Gore y para añadir un poco de brillo a una noche dedicada a presentar al país el candidato a la vicepresidencia estadunidense, Joseph Lieberman.
El tercer día de esta convención tan cuidadosamente coreografiada para difundirse por multimedia, no careció de nada más que el suspenso y drama, pero los oradores se esforzaron para expresarse con ánimo.
"Wow", dice el texto preparado del discurso de la esposa de Lieberman, Hadassah, para asegurar, al parecer, que no se le olvidará exclamar entusiasmo.
Joseph Lieberman utilizó el discurso principal de la noche para dar a conocer su biografía personal (hijo de un chofer de un camión de panadería y la primera persona en su familia en acudir a una universidad) y, tal como es la obligación del segundo de abordo de la fórmula, atacar las posiciones del Partido Republicano.
"Estoy contento de que los republicanos hayan cambiado su retórica, pero desearía que también cambiaran sus políticas", declaró, y criticó en particular a sus contrincantes por no ofrecer suficientes recursos para la construcción de nuevas escuelas y mejorar los salarios de los maestros.
Pero sobre algunos temas, las diferencias entre Lieberman y los republicanos son minúsculas, señalan analistas. En los 80 fue uno de los primeros y más entusiastas promotores de asistencia a la contra nicaragüense, y hasta hoy es un de los grandes defensores del bloqueo contra Cuba.
La agencia Reuters informó esta semana que Lieberman fue el senador que recibió las mayores contribuciones de la Fundación Nacional Cubano Americana y fue amigo cercano de Jorge Mas Canosa.
Ha votado a favor de toda iniciativa legislativa para endurecer el embargo y se opuso a la creación de una comisión de estudio para examinar la política estadunidense hacia la isla. Pero no mencionó nada de esto en su discurso que, en cambio, se centró en subrayar sus diferencias con los republicanos y, claro, en elogiar al hombre que espera será su próximo jefe.
"Desde hace 15 años conozco a Al Gore. Conozco su historial y conozco su corazón", dijo. "Lo conozco como servidor publico y sé que es sentarse con él alrededor de la mesa de cena. Hemos discutido asuntos de política y hemos compartido momentos en privado para orar juntos".
Así Lieberman brindó esta noche evidencias de que el Partido Demócrata aún considera que los estadunidenses todavía no tienen una impresión clara de la personalidad de su candidato presidencial.
El problema no son los temas. Gore puede hablar incesantemente de propuestas políticas sobre economía, política militar y medio ambiente, pero, indican varias encuestas, muchos estadunidenses no están muy seguros de las cualidades humanas del político que constantemente es calificado como "un hombre bueno y decente".
Hoy se proyectaron videos de Gore relajándose en su casa, con comentarios de sus hijos y amigos, y hechos de su vida. El actor Tommy Lee Jones, compañero de cuarto de Gore en la universidad, habló de sus tiempos en Harvard, y Smits de su respeto por el candidato.
Más temprano, Gore llegó por fin a Los Angeles. Mientras tocaba un mariachi en el aeropuerto, el vicepresidente prometió que el jueves, el día que será designado oficialmente candidato, presentará propuestas concretas que definirán claramente las diferencias entre demócratas y republicanos.
Mientras, esta tarde unos 400 manifestantes de diversas organizaciones marcharon por las calles de esta ciudad, vigilados por grandes contingentes policiales durante todo el trayecto, hasta llegar a las afueras del Staples Center, fuerte presencia policial que ha sido una constante desde que comenzó la convención y ha suscitado críticas en medios políticos y de prensa.
Los manifestantes, en su mayoría jóvenes, realizaron una asamblea en la Plaza Pershing y luego marcharon frente al cuartel general de la policía de Los Angeles.
Sus demandas incluían el fin de la brutalidad policial, los encarcelamientos masivos y la pena de muerte, así como la libertad de los presos políticos. Bajo un sol abrasador y una temperatura que llegaba a los 45 grados centígrados, la protesta incluía a negros, latinos de origen mexicano y centroamericano, anarquistas, gays y lesbianas.
Grandes contingentes policiales (entre ellos grupos antidisturbios, motociclistas, ciclistas, vigilantes de tránsito, carros de asalto, Patrulla de Caminos, agentes de civil, bomberos y un helicóptero) vigilaban.
Los integrantes de las fuerzas de seguridad apostados en todas las esquinas de la avenida Broadway y equipados con cascos, chalecos blindados y máscaras antigases, parecían duplicar a los manifestantes.
Y generaron, paradójicamente, un tenso clima de inseguridad con gritos de mando al estilo marine corps, exhibición de armas y una autoritaria descortesía hacia los peatones y los automovilistas que circulaban por el lugar, todo bajo el estridente --e innecesario-- fondo de las sirenas de las motocicletas y las patrullas.