JUEVES 17 DE AGOSTO DE 2000

Ť Pide que Jorge G. Castañeda y Adolfo Aguilar Zinser externen su opinión


Robles emplaza a definirse al presidente electo

Ricardo Olayo Ť La jefa de Gobierno capitalina, Rosario Robles, emplazó a Vicente Fox a opinar sobre la contrarreforma penal aprobada por el Congreso de Guanajuato, pues hasta ahora mantiene "el silencio cómplice" de muchos panistas en este asunto.

Sería interesante escuchar también las opiniones de sus asesores Jorge G. Castañeda y Adolfo Aguilar Zinser, indicó Robles antes de una reunión que sostuvo con la dirección del PAN en el DF en sus oficinas del Zócalo.

Ella y el PRD -partido al que pertenece-, aseguró, están de acuerdo en llevar a cabo una consulta nacional sobre la despenalización del aborto, proceso que corresponderá realizar al próximo Congreso de la Unión, pero esto nada tiene que ver con equiparar a nivel del DF las causales que ya en otros estados están en vigor, subrayó.

De la postura de la Iglesia católica atajó: en un Estado laico hay que otorgar "a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César", porque el debate no es religioso, sino de salud pública, y así lo expresa la propuesta que envió a la Asamblea Legislativa que permite la interrupción del embarazo en caso de grave riesgo en la salud de la mujer y si el producto tiene malformaciones congénitas.

Robles mencionó datos de diversas encuestas que mayoritariamente consideran necesario ampliar dichas causales en el Código Penal del DF y recordó que en algunos estados de la República como Jalisco y Nuevo León, gobernados por Acción Nacional, ya están consideradas. "Que no se desgarren tanto las vestiduras, que sean congruentes y que asuman sus responsabilidades", planteó.

La opinión de la Iglesia católica, aseveró, es respetable "como la de otras Iglesias, pero estoy absolutamente convencida de que quien tiene que decidir es la mujer, porque es quien está embarazada y ahí hay un voto de calidad".

La iniciativa que planteó Robles a la ALDF el lunes pasado ha tenido una gran aceptación, según dijo, y muestra de ello es el resultado de encuestas publicadas y de las llamadas telefónicas a los programas radiofónicos a que ha acudido. Los sondeos, informó, revelan que de 60 a 70 por ciento de los entrevistados están de acuerdo en considerar ciertas atenuantes para que se pueda interrumpir el embarazo.

Las mujeres han expresado su respaldo y el tema a discusión está muy claro: no se trata de decidir aborto sí o aborto no, porque no se va a encontrar consenso, pero tampoco se debe aceptar que en el DF haya derechos disminuidos para este sector.

Robles refirió diversas encuestas que desde 1992 indicaban que 74 por ciento de la muestra consideraba que la mujer embarazada que tuviera alguna enfermedad como sida pudiera interrumpir el embarazo. La empresa Gallup obtuvo dos años después, en una nueva encuesta, que el porcentaje era de 73 por ciento y para 1998 subió a 78 por ciento.

Los resultados de la empresa Arco en 1999 establecieron que 57 por ciento de la población estaría dispuesta a firmar la petición de que no se penalice el aborto precisamente en las dos causales que hace unos días propuso el GDF; esta empresa, subrayó la jefa de Gobierno, es una de las "favoritas" del PAN en materia de opinión.

La titular del gobierno capitalino habló del tema en la gira de trabajo por las delegaciones Venustiano Carranza y Azcapotzalco y también al final de la reunión que sostuvo con José Luis Luege y cuatro diputados locales. El dirigente del PAN capitalino declaró al final que difiere de la propuesta de Robles porque se violan los derechos humanos del feto y que su partido exige la realización de un referéndum, tal como lo ofreció el coordinador del PRD en la ALDF, Martí Batres.