MIERCOLES 16 DE AGOSTO DE 2000

Ť Extendida por toda la nación esa práctica de control salarial: especialista


Evidencia desorden laboral el contratismo de protección

Fabiola Martínez Ť En los últimos 10 años el contratismo de "protección" se ha extendido en el país de manera alarmante como un mecanismo de control salarial y una modalidad del "gangsterismo" en los sindicatos, particularmente en la industria y en la pequeña y mediana empresa.

No existen cifras precisas respecto a esta problemática que afecta a millones de trabajadores, pero se calcula que están depositados en las juntas de conciliación y arbitraje alrededor de 600 mil contratos colectivos, de los cuales menos de 10 por ciento se revisan como lo marca la ley, es decir, cada dos años como mínimo.

Así lo señaló la doctora María Xelhuantzin, asesora del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM) y profesora de la UNAM, al término de una amplia investigación sobre el tema, cuyos resultados serán publicados el próximo mes.

"Obtener datos exactos de los contratos de protección resulta prácticamente imposible, este ámbito es cuidado como si fuera un secreto de Estado, en las zonas más siniestras y oscuras del mismo", dijo.

Un contrato de protección es aquel firmado entre un sindicato y un patrón a espaldas de los trabajadores, incluso antes de que inicien las actividades de una empresa y en el que invariablemente se ofrecen beneficios económicos al titular del contrato colectivo, quienes frecuentemente no son líderes sindicales sino abogados al servicio del mejor postor.

En suma, esta práctica constituye una simulación en la mayoría de las relaciones obrero-patronales y de la vida sindical que prolifera en el país desde los años 80, alentado también por las "lagunas" que existen en la Ley Federal del Trabajo, en especial para exigir las pruebas de que el sindicato cuenta con el apoyo de los trabajadores para emplazar, estallar o levantar una huelga.

Por todo lo anterior, precisó la investigadora, resulta muy difícil probar la existencia de un contrato de protección "y es más difícil obtener información oficial sobre este tipo de documentos ante la negativa y hermetismo de las autoridades del trabajo para revelar información básica sobre éstos".

Otra de las causas del avance de este fenómeno de corrupción que involucra a sindicatos, empresarios y autoridades del trabajo, se refiere a la apertura comercial del país y la instalación de plantas maquiladoras, donde los patrones buscan reducir costos (laborales) y aumentar ganancias a costa de los salarios.

El contratismo "de protección" es también una vía por la que han optado miles de empresarios para evadir sus responsabilidades en torno a la capacitación, pago por productividad y otros beneficios que sólo se consiguen mediante una verdadera negociación colectiva y bilateral entre el patrón y sus trabajadores.

En el transcurso de la investigación, dijo Xelhuantzin, aparecieron contratos que fueron depositados en alguna junta local desde hace 20 años y, desde entonces, este documento no ha sido revisado ni una sola vez, es decir, convenios que definitivamente "no se mueven" y, por lo tanto, los posibles aumentos salariales quedan sujetos exclusivamente a la voluntad del patrón.

"Todo se simula, los documentos de protección responden también a favores políticos entre los firmantes, en los cuales los derechos de los trabajadores poco importan, por lo que podemos afirmar que este ámbito es una de las áreas más rezagadas del país, que evidencia un desorden total del mundo laboral, incluso en el marco de relaciones semifeudales", señaló.

Al respecto, el dirigente de los telefonistas, Francisco Hernández Juárez, calificó al "submundo laboral" del contratismo de protección como el ámbito en el que se mueven "verdaderas mafias enquistadas", la mayoría de las veces con la complacencia de las autoridades del trabajo.