MIERCOLES 16 DE AGOSTO DE 2000
Ť Acumula 18 meses de crecimiento positivo: Secretaría de Hacienda
Creció el PIB 7.6% en el segundo trimestre del año
Antonio Castellanos Ť El producto interno bruto (PIB) creció 7.6 por ciento en términos reales en el segundo trimestre del presente año. Dicho indicador acumuló 18 meses consecutivos de comportamiento positivo, informó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). La economía crece, baja la inflación y las tasas de interés y se mantiene el dinamismo del sector exportador, precisó su titular, José Angel Gurría.
En el semestre, la economía acumula un crecimiento de 7.8 por ciento, pero, admitió Gurría, a pesar de este avance el verdadero poder adquisitivo de los trabajadores todavía no se recupera respecto a 1994. Enfatizó que no habrá crisis de fin de sexenio y consideró probable que la administración Fox continuará con esta estructura.
Habló de la importancia del crecimiento del producto de manera sostenida y subrayó que implica una constante generación de empleos adicionales que dan seguridad e ingreso, que ofrecen seguridad social a la familia y que permiten el acceso al financiamiento de una vivienda, una pensión al final de la vida de trabajo y sobre todo un efecto acumulativo de crecimiento.
Sin embargo, aceptó el secretario de Hacienda, no se resuelven los problemas ancestrales de pobreza o de desempleo o de caída de los salarios reales que hubo en la crisis de 1994 y 1995. No se resuelven de golpe, pero con cinco años de crecimiento consecutivo, con los que vengan en el futuro esperamos acercarnos poco a poco a los niveles de bienestar a los que la población tiene derecho y con toda legitimidad exige.
El reporte del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática divulgado por las autoridades hacendarias, destaca que de enero a junio, el sector agropecuario se incrementó 7.4 por ciento, respecto a igual periodo de 1999. El producto del sector industrial creció 7.1 por ciento y el de servicios en su conjunto presentó un avance de 7.8 por ciento.
Al conjuntar los resultados con los del primer trimestre, cuando el crecimiento del producto fue de 7.9, la economía registró un alza de 7.8 por ciento en los primeros seis meses del año. Por sectores, el producto interno bruto de los servicios e industrial presentó incrementos muy similares de 8 por ciento y de 7.9, respectivamente. A menor ritmo, el agropecuario acumuló una variación de 4 por ciento.
Gurría destacó que a este indicador hay que agregar el nivel de la inflación que en el mes de julio fue el más bajo en 28 años: "tenemos una colección de datos que apuntan en la dirección de una economía sana, sólida y de mucho vigor, pero sin evidencia de una presión inflacionaria. Sin embargo, debemos estar vigilantes para que no haya presiones de precios".
Preocupante, el sobrecalentamiento
El funcionario hizo ver que antes nos preocupaba salir de la crisis, luego mantener el crecimiento al que habíamos alcanzado y ahora que estamos creciendo al 7.8 por ciento en el primer semestre del año, nos preocupa el sobrecalentamiento.
E insistió: "Tenemos que estar muy pendientes y vigilantes. Coincidimos con el Banco de México en que debemos evitar a toda costa que vuelva la inflación, pero al mismo tiempo hay que reconocer que los sectores productivos se están comportando de manera muy vigorosa y quiza lo más importante es que está el crecimiento muy parejo en los distintos sectores".
Gurría expuso: "Lo puedo decir con toda confianza: yo creo que a tres meses y medio de que termine el gobierno, la crisis ni va a ser puntual ni va a ser inevitable y menos aún devastadora, precisamente porque no vamos a tener crisis. Lo que vamos a tener es un cambio de gobierno en el contexto del crecimiento y de estabilidad en los precios.
Por último, expresó su confianza en que el próximo gobierno que encabezará Vicente Fox, mantendrá esta estructura de crecimiento. Yo creo que el equipo de transición comparte estas preocupaciones fundamentales de mantener el crecimiento sostenido. Es decir, un paso que dure y no un trote que canse, con niveles de inflación cada vez más bajos, con orden en las finanzas públicas. Un proceso en el que se evite el sobre endeudamiento y se mantenga el dinamismo del sector externo.