MIERCOLES 16 DE AGOSTO DE 2000

Ť Auxiliará a la población en casos de desastres naturales


Presentó Sedena su fuerza de reacción aeromóvil

Ť Cuenta con 15 helicópteros, cinco avionetas y tres aviones

Jesús Aranda y Rosa Elvira Vargas, enviados, Tecámac, Edomex., 15 de agosto Ť En respuesta a los desastres naturales "de gran magnitud" ocurridos durante la presente administración, la Secretaría de la Defensa Nacional presentó hoy su Fuerza de Reacción Aeromóvil para Casos de Desastres (FRACD), que se suma a los grupos de elite creados por el Ejército durante el presente sexenio. Esta, sin embargo, tiene otra encomienda: prestar auxilio a la población civil en caso de inundaciones, sismos, deslaves y otras calamidades.

La presentación del equipo del nuevo agrupamiento, que contará con una base de 200 elementos -entre ellos, miembros del Grupo Aéreo de Fuerzas Especiales (Gafes)-, estuvo encabezada por el presidente Ernesto Zedillo y por el secretario de la Defensa Nacional, general Enrique Cervantes Aguirre, quien, satisfecho y atento, hacía comentarios o completaba las explicaciones que se ofrecían al Ejecutivo en la demostración del material aéreo y terrestre, así como durante el simulacro de operaciones que se desarrolló en las instalaciones de la 37 Zona Militar, que hasta 1998 fue la Base Aérea de Santa Lucía.

Para conformar este grupo, el Ejército destinó cinco helicópteros MD-530, dos helicópteros Sikorsky, cinco avionetas Cessna c-182, seis helicópteros MI-8/17, dos helicópteros MI-26 -de fabricación rusa que tienen capacidad para más de 15 toneladas de carga, y al menos tres aviones Hércules para transporte de carga y personal.

Este grupo entra en funciones una vez que ocurre un desastre natural que rebasa la capacidad de respuesta de las comandancias regionales del Ejército Mexicano. Cuando la Sección 12 del Estado Mayor de la Defensa Nacional recibe la demanda de auxilio, se hace la petición formal al Presidente de la República, en su calidad de comandante supremo de las fuerzas armadas, para desplegar la FRACD, y se procede de inmediato.

Aquí es cuando se pone en marcha esta infraestructura que motivó comentarios elogiosos del Presidente de la República y de los secretarios de Gobernación, Comunicaciones y Transportes y de Desarrollo Social, Diódoro Carrasco, Carlos Ruiz Sacristán y Carlos Jarque, respectivamente.

Para ilustrar la capacidad del Ejército en casos de desastres y la aplicación del Plan DN-III, se llevó a cabo el simulacro que inició cuando los cinco helicópteros MD-530, los dos Sikorsky y las cinco avionetas Cessna partieron para localizar el punto desde el cual se había pedido auxilio.

Las primeras naves en llegar fueron las que llevaban a bordo a ingenieros especialistas en la evaluación de daños y personal de transmisiones; mientras, las avionetas sedena-demostracion-3-jpg sobrevolaban el lugar para delimitar el área siniestrada, evaluar daños y establecer una base de helicópteros.

En tanto los helicópteros pequeños maniobraban en el aire, llegaron al lugar dos naves tipo Sikorsky que traían a bordo a los miembros del Gafes, quienes, en una demostración de su versatilidad, descendieron con sogas empleando técnicas de rappel en lo que eran áreas inaccesibles para aterrizar.

Si la acción asombró a los presentes, cuando un grupo de las fuerzas de elite evacuó personas mediante la técnica de exfiltración -es decir, se retiraron colgados de las sogas del helicóptero hasta un lugar a kilómetros de distancia en el que pudieron dejar a las personas damnificadas-, de la sorpresa se pasó al reconocimiento por la capacitación y la habilidad demostradas. Cervantes Aguirre no ocultaba su satisfacción, y presto atendía los comentarios del Presidente y de los miembros del gabinete que observaban las operaciones desde un entarimado construído ex profeso.

Una vez reconocida el área, el Centro Coordinador de Operaciones, en el que además de la Defensa partipan la Armada, Gobernación, Comunicaciones y Transportes, PGR, Comisión Nacional del Agua, Comisión Federal de Electricidad, Pemex y gobiernos de los estados y municipios afectados -que estará ubicado en la 37 Zona Militar-, ordenó el despliegue de los helicópteros de fabricación rusa MI-8 y MI-17 que transportaron las "células" de sanidad, transmisiones, intendencia, policía militar, víveres y medicamentos suficientes para atender tres frentes de desastre de manera simultánea.

El personal desplazado organizaría un albergue, alimentación y servicios para mil 500 personas durante tres días.

Al mismo tiempo, personal apoyado por perros entrenados se abocaron al rescate y búsqueda de personas.

Posteriormente, entraron en acción los dos enormes helicópteros rusos MI-26, adquiridos este año por la Defensa Nacional, los cuales son capaces de transportar vehículos de trabajo, maquinaria pesada y torres de comunicaciones, con un peso de hasta 20 toneladas.

Una vez cumplidas estas tareas, se ordenó el despegue de los aviones Hércules para llevar víveres, herramientas, medicamentos, agua potable y equipo especializado.

Momentos después, llegó al lugar un convoy militar que en no más de 20 minutos estableció un "albergue táctico", con capacidad para atender, dar alojamiento, alimentación, atención médica y seguridad a 300 personas, así como equipo de búsqueda y rescate de personas.

La demostración incluyó también otros albergues, que son grandes carpas inflables en las que se aloja un hospital de campaña para casos de desastre, cocina comunitaria y el refugio para la población afectada. El hospital cuenta con cinco cirujanos médicos, cuatro dentistas, nueve enfermeras, servicios de radiología, laboratorios, banco de sangre y farmacia, y puede atender a 800 damnificados y hospitalizar hasta 40 pacientes.

La cocina, por su parte, tiene capacidad para atender a 2 mil 500 personas, mientras que el albergue es para 400.

Después de la demostración, Cervantes Aguirre guió al Presidente para que conociera un departamento, de los 4 mil 819 que construyó el Ejército en la presente administración. Los más de 120 metros cuadrados de construcción dejaron gratamente impresionados a los visitantes. Incluso, hubo quien se lamentó de que el director del Infonavit no estuviera en el lugar para que viera la calidad del departamento muestra.

Antes de abordar el helicóptero que lo llevaría a la ciudad de México, el jefe del Ejecutivo observó las nuevas adquisiciones de la Fuerza Aérea. Dos aviones rusos tipo Antonov 32-B recién llegados -otros dos aparatos nuevos se encuentran en la Base Aérea de Zapopan-, y uno de los tres helicópteros Mi-2 con capacidad para seis pasajeros.

Después de subirse a uno de los aviones Antonov, Zedillo le preguntó a Cervantes: "Ƒestos son los que tiene la Marina, no?".

"Ellos fueron los que nos los enseñaron", respondió el general en alusión a que la Armada fue la primera en comprar aviones y helicópteros rusos, desde hace más de seis años.

Los militares encargados de las explicaciones, entre ellos el general Felipe Bonilla Espinobarros, comentaron que varios países -incluido Estados Unidos- han pedido ya asesoría al Ejército Mexicano para hacerse de los elementos necesarios para la asistencia a la población civil en casos de desastre, pues han reconocido que México, tras sus lamentables experiencias, ha trabajado duro para enfrentar con rapidez y eficiencia los desastres naturales.

Zedillo expresaría su satisfacción por el equipo técnico y humano que ha reunido la Sedena, aunque planteó esperanzado: "ojalá que casi no lo tengamos que utilizar''.