MARTES 15 DE AGOSTO DE 2000

* Sondeo interno aplicado en julio por Miguel Angel de la Torre


También los álamo se quejan de malos tratos de jefes y demandan capacitación

* Dicen estar satisfechos con el desempeño de sus compañeros * Piden respeto a la privacidad

Susana González G. * Las quejas contra la Secretaría de la Seguridad Pública (SSP) por falta de capacitación adecuada y malos tratos por parte de los mandos no sólo se dan entre los policías preventivos comunes, los auxiliares y los bancarios, también se presentan entre los integrantes de Alamo, el grupo élite de la dependencia creado durante la administración de Alejandro Gertz Manero.

En un sondeo interno que el titular de la Dirección Ejecutiva de Agrupamientos de la SSP, Miguel Angel de la Torre Ruelas, aplicó en la última quincena de julio entre sus subalternos para conocer directamente sus inquietudes, quejas, sugerencias, peticiones y preocupaciones, más de la mitad de los 84 efectivos que aceptaron emitir sus opiniones tienen alguna queja contra sus superiores.

Así, aunque 35 álamos manifestaron "estar conformes con el mando"; otros nueve consideraron que "algunos no merecen tenerlo"; 6 dijeron que deben ser más flexibles y humanos; otros cuatro señalan que les falta criterio para tratar al personal y un número similar que existe mucho favoritismo. Nueve opiniones más se dividen entre aquellos que piensan que los superiores deben ser más justos, otros que piden un trato "más correcto", uno que se queja de hostigamiento y un par que asegura que "no saben mandar".

Incluso también hubo opiniones, aunque mínimas, de quienes dicen que "algunos mandos están excedidos de peso y necesitan hacer ejercicio", demandas de que "salgan a la calle a trabajar" o acusaciones de que "no hacen otra cosa que llevar a la novia a pasear".

En cuanto a la preparación, 27 elementos de este grupo especializado, es decir menos de la cuarta parte de los encuestados, expresan la necesidad de que se les brinde una mayor capacitación tanto física como cultural, de tiro, en desactivación de bombas y rapel. Un total de 19 miembros del agrupamiento expresaron "la necesidad y urgencia" de que se les dote de uniformes y equipo adecuado, demanda que de acuerdo con De la Torres Ruelas será atendida prácticamente de inmediato, para lo cual solicitó a la tropa que el día de pago entreguen información sobre su número de talla.

Por otra parte, también hubo opiniones en torno al compañerismo en el grupo: 32 manifiestan estar satisfechos con el desempeño de sus compañeros, pero 20 se quejan de la falta de unión y espíritu de equipo así como los chismes y la falta de "respeto a la privacidad". Otros nueve plantean desde que se aplique el examen antidopaje al personal hasta que se revise el desempeño de cada uno porque pareciera que "hay algunos que sólo tienen interés en cubrir su turno y cobrar su sueldo". Con respecto a los horarios que cumplen de 12 horas por 24, a partir de las 7 de la mañana hasta las 19 de la noche, la mayoría manifiesta estar de acuerdo.

El sondeo, que es aplicado por primera vez en el agrupamiento, fue ideado por el llamado jefe álamo para detectar y atender a tiempo los problemas y demandas del personal y según el mismo reveló, tiene previsto aplicarlo cada quincena. Precisó que cualquier opinión emitida por los uniformados puede ser hecha de manera anónima si así lo desean pero también admitió que no todos los álamos, calculados en 170, accedieron a participar en este "buzón de quejas".

De cualquier manera, el funcionario hizo saber que una vez hechas las conclusiones de la consulta, mismas que distribuyó entre el personal, destruyó la hoja de cada uno "para conservar la confidencialidad de los mismos".

Otras de las quejas vertidas por los integrantes de este agrupamiento fueron por las raciones frías de comida que se les servían durante su servicio, así como la falta de aseo en las instalaciones sanitarias de su cuartel de Vallejo y la falta de baños para mujeres.