MARTES 15 DE AGOSTO DE 2000

* Habla en el primer día de trabajos de la Convención Nacional Demócrata


Defiende Clinton sus ocho años de gobierno en "discurso de despedida"

* Al Gore y Joe Lieberman mantendrán la prosperidad del país, afirma; tensión dentro del partido

Jim Cason y David Brooks, enviados, Los Angeles, 14 de agosto * El presidente Bill Clinton ofreció esta noche una amplia defensa de sus ocho años en la Casa Blanca, y en particular subrayó la expansión económica bajo su mando en un discurso que ha sido calificado como su despedida ante el Partido Demócrata.

Al hablar en la primera noche de la Convención Nacional Demócrata que finalizará el jueves con la coronación del vicepresidente Al Gore como candidato presidencial, Clinton demostró su gran talento de oratoria y el amplio apoyo del que aún goza dentro del partido.

Los 4 mil 369 delegados además de invitados distinguidos del mundo político, empresarial, cultural y social del país, se pusieron de pie varias veces para aplaudir mientras Clinton les recordaba los cambios que se han realizado desde el día que asumió la presidencia, cuando había una recesión económica y el desempleo llegaba a sus niveles más altos en la historia.

"Desde 1992, Estados Unidos ha progresado, no sólo económicamente, sino como una comunidad. Hay más empleo, y también adopciones. La deuda ha bajado, así como también el embarazo juvenil", declaró. "Estamos creciendo con más diversidad y más tolerancia. No sólo estamos viviendo mejor, también somos un país mejor ųmás decente, más humano, más unidoų avanzando y trabajando juntos".

El presidente usó su discurso, transmitido en vivo por las principales cadenas de televisión, para argumentar que él y el vicepresidente Gore habían logrado aplicar políticas que redujeron a la mitad el número de personas que dependían de la asistencia pública y ofrecieron acceso a servicios de salud a millones de personas. "Al Gore y Joe Lieberman mantendrán nuestra prosperidad al continuar reduciendo la deuda, invirtiendo en la educación y en la salud, en reducciones del gravamen familiar que podemos realizar", afirmó Clinton.

Esta noche los fieles del partido también escucharon a la primera dama y ahora candidata al Senado, Hillary Clinton, además de un desfile de políticos electos.

Muchos de los delegados parecían realmente conmovidos por la presencia de Clinton, pero muchos funcionarios del Partido Demócrata y asesores de Gore insistieron en que el presidente ofrecería su discurso en la primera noche de convención, a fin de asegurar que su sombra no sea proyectada sobre todo el acto de cuatro días. Como parte del esfuerzo para centrar toda la atención en Gore, Clinton dejará Los Angeles este martes mismo para viajar a Missouri, donde se reunirá brevemente con Gore para brindar una simbólica entrega del bastón del mando a su vicepresidente, quien está atravesando el país para llegar a Los Angeles.

El resto de la semana, esperan los asesores de Gore, estarán dedicados sólo al candidato presidencial. Pero detrás de los actos totalmente coreografiados en el podio en el Centro de Convenciones Staples, las tensiones entre las diversas facciones del Partido Demócrata eran evidentes desde hoy; diferentes sectores del partido utilizan las actividades de esta semana para promover sus intereses.

Esta mañana en un hotel se realizaron reuniones simultáneas del caucus legislativo hispano, de varios sindicatos, un grupo de delegados gay, otras agrupaciones de delegados asiáticos y negros y grupos que promueven desde el derecho al aborto hasta la importancia de investigaciones científicas para el cáncer del seno.

A lo largo de la semana, estas agrupaciones que traban dentro del partido, buscarán asegurar que la cúpula partidaria continúe enfocando atención sobre diversos intereses.

Hoy Hillary Clinton recordó a los miembros del caucus hispano los logros de su marido, y el número de latinos que fueron nombrados a altos puestos del gobierno. Pero detrás del escenario, líderes latinos en esa reunión señalaban que el Partido Demócrata no ha hecho lo suficiente para atraer al electorado de ese sector de la población. "Los republicanos tienen más parte del voto latino porque han trabajado para conseguirlo", comentó Raúl Yzaguirre, presidente del Consejo Nacional de la Raza, quien señaló en entrevista que el Partido Demócrata aún no ha hecho lo mismo con este sector.

En otro salón del mismo hotel, dirigentes del Sindicato Internacional de Empleados del Servicio (SEIU) realizaron un foro para promover su demanda de mejores leyes para proteger la sindicalización y una amnistía para los indocumentados. "Queremos asegurar que no sólo nos ofrezcan una sonrisa y un palmazo", dijo Eliseo Medina, un vicepresidente del sindicato. "Hablarnos en español está muy bien, pero también queremos que nuestros líderes políticos nos muestren algo real". Medina, entre otros dirigentes sindicales, estimaron que Gore apoyará una reforma de las leyes migratorias, pero reconocieron que el Partido Demócrata no apoyó su demanda de una amnistía general.

Los sindicatos latinos y muchos otros sectores del partido han optado por no participar en las marchas de protesta en las calles esta semana, en demanda de derechos del inmigrante y contra el dominio empresarial del partido, por lo que enfrentan un reto de cómo influir desde el interior del partido.

Como parte de este esfuerzo, varios dirigentes latinos subrayaron la creciente presencia electoral y política de los "hispanos", el sector más numeroso de la población e Los Angeles, y que representan un bloque electoral clave en California y en otros estados importantes en la próxima elección.

Los sindicalistas, por su parte, también subrayan la importancia de sus filas en los próximos comicios, señalando que casi una cuarta parte del electorado activo proviene de hogares de sindicalistas y que los votantes sindicalizados podrían ser claves en noviembre.

Medina también comentó que tiene la intención de presentar a los políticos con algunos de los miembros de su sindicato que se beneficiarían con una amnistía. Pero en privado, otros sindicalistas admitieron que es improbable que Gore apoye una amnistía para indocumentados en medio de la campaña electoral, dedicada a atraer el voto de centristas no decididos.

Interrogados sobre por qué siguen apoyando a un partido que no representa sus intereses, líderes sindicales y latinos señalaron hoy que sus intereses y causas tienen una mejor posibilidad de avanzar bajo una presidencia demócrata que con una de un republicano como George Bush. Pero, reconoció un líder sindical, estos grupos tendrán que buscar nuevas formas de promover sus intereses dentro de un partido que cada vez es más conservador.