MARTES 15 DE AGOSTO DE 2000

* Rechazó entrevistarse con los dirigentes locales


Fox estaría molesto con panistas de Guanajuato

* Habría dado línea al gobernador para que vete la reforma

Juan Manuel Venegas * En campaña, Vicente Fox Quesada se manifestó en favor del aborto "en los casos, claramente demostrados, de que corre peligro la vida de la madre y también cuando se detecte en el feto muerte cerebral"; sin embargo, entre los casos de excepción, el ahora presidente electo de México no incluyó jamás en su discurso las deficiencias mentales ni el embarazo producto de una violación, pues "he conocido mujeres violadas que terminaron deseando y enamorándose de las criaturas".

Eso decía Fox Quesada a principios de 1999 cuando, previo a la visita del papa Juan Pablo II a México, desde El Vaticano se advirtió a los pueblos católicos del mundo que en lo relacionado con el aborto "no caben las excepciones".

Su posición no varió. Hace unas semanas, al abordarse en una entrevista televisiva el caso de la niña de 14 años, Paulina Ramírez Jacinto, quien presionada por las autoridades panistas de Baja California, el clero y los grupos conservadores de la entidad, procreó a un niño luego de haber sido violada, el futuro mandatario subrayó que "en una de ésas (la niña Paulina) termina por enamorarse de su hijo, y quererlo...".

Y si Fox como candidato presidencial coincidía, por lo menos en el concepto, con los legisladores del PAN de su natal Guanajuato, una vez que éstos decidieron modificar el Código Penal de esa entidad para penalizar el aborto, incluso en casos de violación, y ante las protestas que surgieron en la sociedad y de partidos distintos al suyo, reviró. Primero, en una reunión que sostuvo con la directiva nacional del PRD, firmó un documento en el que se comprometió a no promover durante su sexenio reformas de esa naturaleza; días después, durante su gira por Sudamérica, de plano se deslindó: "No estoy en esa línea, ni estoy de acuerdo con la línea que siguieron" los diputados guanajuatenses del blanquiazul.

Fox Quesada en realidad, según lo que se comenta entre algunos de sus colaboradores, está muy molesto ųcomo "toda" la directiva nacional del PANų, por el momento que escogieron sus correligionarios de Guanajuato para abordar el tema. "Metieron mucho ruido", advirtieron citando al dirigente Luis Felipe Bravo Mena.

Por esa molestia, Fox se habría rehusado a platicar el pasado fin de semana con el coordinador de los diputados panistas en Guanajuato, Ricardo Torres Origel, y el dirigente estatal del PAN, Gerardo de los Cobos, pues han sido ellos los principales promotores de que la iniciativa de reformas al Código Penal sea aprobada antes que concluya esta Legislatura. Para ello cuentan, según se dice, con el respaldo del próximo gobernador, Juan Carlos Romero Hicks, cercano a los grupos más conservadores de la entidad.

Identificado con agrupaciones como el Opus Dei y los Legionarios de Cristo, Romero Hicks habría sido consultado sobre la iniciativa que presentarían en el Congreso local, y daría su visto bueno, sin reparar en los problemas que esa decisión acarrearía a Fox Quesada.

El presidente electo llegó a su rancho de San Cristóbal desde el viernes por la noche y se suponía ųde acuerdo con versiones periodísticas localesų que al día siguiente aprovecharía para reunirse con los diputados panistas que sesionarían en un hotel cercano a León. Por lo menos hablaría con Torre Origel y con De los Cobos, quienes sí buscaron el encuentro.

Pero Fox ųse aclaró ayerų no aceptó recibirlos ni tampoco habló con ellos por teléfono; con quien sí lo hizo fue con el gobernador interino Ramón Martín Huerta, quien además de exponerle la situación del PAN local, recibió la línea que ya le había sido dictada: vetará las reformas penales relativas al aborto, si los diputados se empeñan en aprobarla.

El futuro mandatario expresaría a Ramón Martín Huerta su descontento por no haber sido avisado "con tiempo" de la reforma propuesta.

Comienza la discusión para la reforma política

Por otra parte, el presidente electo tuvo ayer agenda totalmente privada en su residencia de Reforma 607, concentrándose en reuniones con los responsables de sus equipos para la transición.

En el caso de la mesa para la reforma política, su coordinador Porfirio Muñoz Ledo informó al salir que la próxima semana iniciará el debate con la participación de "50 expertos en la materia", que abordarán los "más de 150 puntos que conforman la agenda", entre los que destacó la reforma electoral pendiente, que incluye tiempos de campaña, control efectivo de gastos, fiscalización e igualdad en el acceso a los medios de comunicación.

También se abordará de entrada la posibilidad de incluir en la Constitución mexicana las figuras de plebiscito, referéndum e iniciativa popular, así como el fortalecimiento municipal a través de la descentralización de funciones de la Federación y los gobiernos estatales.

A su vez, Adolfo Aguilar Zinser, uno de los responsables de las relaciones internacionales de Fox Quesada, indicó que en la visita que la próxima semana harán a Washington el tema central de la agenda será la apertura de la frontera a los flujos de trabajadores, a fin de que los mexicanos tengan mayores garantías, tanto en la defensa de sus derechos humanos como en lo laboral.

Confirmó que este viernes, aprovechando que Vicente Fox Quesada visitará al gobernador priísta de Quintana Roo, Joaquín Hendriks, se programó una visita de cortesía a Belice para ese mismo día por la tarde.

Finalmente, de visita en la casona de Reforma, se apareció el ex director del penal de Almoloya de Juárez y ex director de la Policía Judicial Federal (PJF), Juan Pablo de Tavira, quien fue a entregar su currículum y su propuesta en materia de seguridad pública. "Espero que se me considere, pues estoy en la mejor disposición de colaborar con el próximo gobierno", dijo.