MARTES 15 DE AGOSTO DE 2000
* CLASE POLITICA
Miguel Angel Rivera * A principios de los sesenta, el gobierno federal presidido por Adolfo López Mateos y todo el país celebraron con entusiasmo la nacionalización de la industria eléctrica. Casi cuatro décadas después el gobierno federal trata de convencer al resto del país de que es mejor que ese sector vuelva a manos privadas.
Durante el régimen de López Mateos el país pagó muy caro el control sobre las empresas privadas que después quedarían integradas en la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Sólo se mantuvo al margen la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, por la importancia de su mercado ųel DF y zonas aledañas, donde se concentraba la mayor parte de la industria nacionalų, y porque muchos de sus accionistas se negaron a vender a pesar de las generosas ofertas del gobierno mexicano, pues esas acciones les garantizaban utilidades que no les daría ningún otro instrumento financiero.
En términos estrictos, fue un negocio malo. Se pagaron caras unas empresas que en su mayor parte estaban técnicamente quebradas, poseedoras de maquinaria y equipo obsoletos que apenas se mantenían en operación por la habilidad de los técnicos y obreros mexicanos.
Paulatinamente las instalaciones fueron modernizadas, hasta hacer de la CFE una institución suficiente. En esta fase de mejoramiento general se mantuvo la conciencia de que para satisfacer la creciente demanda nacional de energía eléctrica, tanto para consumo industrial como familiar, era necesario planear y realizar obras con un mínimo de diez años de anticipación.
A partir de 1982, con las crisis económicas, la recientemente llegada tecnocracia dejó en segundo plano el crecimiento de la industria eléctrica, sin que hasta ahora se enmiende el camino, pues se mantiene firme el principio de que la empresa privada es más eficiente, y por ello debe devolvérsele la industria eléctrica, como ya se le han regresado muchos otros sectores de la economía.
Ayer se efectuó una ceremonia para recordar un aniversario más de la CFE, pero poco había para celebrar, pues las carencias vuelven a ser muy grandes en materia de generación y distribución del fluido eléctrico.
Por ello, de nueva cuenta el presidente Ernesto Zedillo dedicó sus esfuerzos a convencer de la conveniencia de reformar las leyes para ampliar la participación privada ųque ya se acepta en forma limitadaų en el sector eléctrico, pero justamente ahora es mucho más difícil lograr la mayoría necesaria para reformas las leyes. Probablemente será una tarea que quede pendiente para el gobierno que encabezará Vicente Fox Quesada, que en este terreno parece estar de acuerdo con su antecesor.
La cosecha
Ahora sí ya hay una orden de aprehensión en contra de Oscar Espinosa Villarreal por el supuesto peculado por más de 400 millones de pesos cuando fue jefe del transformado DDF. Como se anticipó, el abogado del ex funcionario, Alonso Aguilar Zinser, confirmó que el litigio será en los tribunales, pero no aceptarán entrar al terreno de sus acusadores de la PGJDF... Siguieron ayer las presiones de grupos "renovadores" del PRI para tratar de apresurar los cambios, pero la directiva del tricolor por intermedio del secretario de Acción y Operación Política reiteró que se mantendrá el proceso de cambio al ritmo fijado por los órganos de gobierno y de consulta, como el cuerpo de ex presidentes del partido.