LUNES 14 DE AGOSTO DE 2000

Ť Despliegan a más de 9 mil policías para la vigilancia


Políticos y activistas, listos para la Convención Demócrata

Ť Primera marcha en Los Angeles, contra ejecuciones carcelarias

Jim Cason y David Brooks, enviados, Los Angeles, 13 de agosto Ť Hasta los caballos de la policía llevan puestos cascos antimotines en esta ciudad donde las agencias de seguridad pública, los peligrosos títeres y miles de manifestantes se preparan para el gran show político; la Convención Nacional Demócrata, que se celebrará aquí del 14 al 17 de este mes.

Terminan los preparativos tanto en el Centro de Convenciones Staples, sede de la Convención del Partido Demócrata donde Al Gore se coronará como candidato presidencial; como en el "centro de convergencia", sede de múltiples organizaciones que realizarán protestas, acciones y marchas en torno a la fiesta de los demócratas.

Mientras se prueban micrófonos y ensayan conjuntos musicales en el Staples, a unas 12 cuadras se arman títeres, se pintan mantas y se realizan talleres de desobediencia civil en el "centro de convergencia", ubicado en una zona mexicana de esta urbe.

La policía ha trazado durante 18 meses, en secreto, una estrategia para esta semana, y aunque apenas se inician las primeras fiestas y eventos oficiales vinculados a la Convención Demócrata, las fuerzas de seguridad ya "tienen cubierto" el centro de esta ciudad, pese a que parte de la estrategia consiste en reducir su perfil público. Tras las experiencias de Seattle, Washington y Filadelfia, la policía busca una presencia más discreta, y evitar la imagen de una ocupación armada del centro.

Sin embargo, policía en bicicleta, policía montada, policía en helicóptero y decenas de patrullas se han desplegado en todos los puntos de acceso al centro de la ciudad, donde está el Staples, pero siempre a la vuelta de esquinas, o detrás de estacionamientos o parques. Y claro, equipadas con todo un arsenal de control público y antimotín.

La Guardia Nacional, alerta

Además de los 9 mil efectivos de la policía angelina, el centro de convenciones está bajo el comando del Servicio Secreto, y ya se desplegaron varios grupos de policía municipal y estatal, en caso de que se necesiten refuerzos. La Guardia Nacional está ya en espera de órdenes de movilizarse en las próximas 24 horas. Incluso, hospitales de esta zona se han preparado para una eventual acción terrorista "biológica o química", y almacenaron antídotos.

También hay cierto pánico entre los comerciantes del centro de la ciudad y han decidido colocar tablas sobre sus escaparates y cerrar toda la semana.

Mientras la convención se ha promovido aquí como un acto que generará más negocio para la economía local, algunos creen que tendrán pérdidas, pues la clientela temerá visitar la zona durante las acciones de protesta.

El "centro de convergencia" de los activistas que llegan aquí de todo el país, está bajo vigilancia constante de las autoridades, aunque los organizadores de las protestas ganaron una batalla legal al obtener el fallo de un juez federal que prohibió que la policía intentara -como lo hizo en Washington DC y después en Filadelfia- clausurar el centro operativo de los manifestantes. Por lo pronto, los títeres están sanos y salvos.

Ya se realizaron las primeras acciones: una marcha de miles en defensa del condenado a muerte Mumia Abu Jamal, y contra la pena de muerte en general; dos contra las tiendas de ropa The Gap (una en la zona lujosa de Beverly Hills) por usar mano de obra explotada en talleres del sudor en el tercer mundo; un estacionamiento convertido en cementerio, donde se colocaron más de 500 cruces en memoria de los indocumentados que han muerto al intentar cruzar la frontera de México a California.

En el "centro de convergencia", un títere de unos tres metros de altura está listo para celebrar la "democracia en las calles". Es una marioneta con dos cabezas: una la del candidato presidencial demócrata, Al Gore, y la otra del candidato republicano, George Bush, sobre un solo cuerpo vestido de traje con una mano enorme que maneja las cuerdas de la marioneta y que dice "poder empresarial". En el edificio, que estaba abandonado y fue remozado por los activistas en las últimas semanas, se imparten talleres de arte y cocina, además de talleres de capacitación en tácticas y teorías de resistencia civil. Los manifestantes dicen estar aquí para defender la democracia, ya que en este país, el sistema político, y ambos partidos principales, están en manos del gran empresariado.

Los miles de participantes -delegados, oficiales, figuras políticas, medios- en la Convención Demócrata serán "protegidos" de tanto grito callejero por bardas de cuatro metros de altura y barreras de concreto que rodean a lo largo de ocho cuadras de cada lado Staple, que además contará con todo un aparato que vigilará el "perímetro de seguridad".

Sin embargo, el contacto entre los "demócratas" del partido y los "demócratas" en las calles no podrá ser evitado. Las marchas llegarán a las afueras de la convención, y durante los próximos cuatro días habrá más de un encuentro entre ambas agrupaciones en las calles de esta ciudad. De hecho, esta noche el Partido Demócrata ha rentado el famoso muelle en Santa Mónica para ofrecer una fiesta a sus fieles. En la playa, ahí junto, los manifestantes realizarán su propia fiesta. Se sabrá quién baila mejor.

Con todo esto, estamos en la ciudad de Hollywood, y el espectáculo político será todo un show donde se entremezclarán los mundos del cine y de Washington. Las fiestas estarán llenas de "estrellas" como Barbra Streisand (amiga de los Clinton), John Travolta, y Tommy Lee Jones (quien compartió cuarto con Gore cuando estudiaron en Harvard), junto con estrellas del mundo de Washington, estrellas del mundo empresarial, y de sectores sociales como el presidente de la central obrera John Sweeney, líderes latinos como Antonio Villaraigosa, Xavier Becerra, y Loretta Sánchez, líderes negros como Jesse Jackson, entre otros.

Todo está listo, la poli y los títeres, las estrellas y los manifestantes.

La democracia definida por los de "adentro" y la democracia demandada por los de "afuera". En cuatro días Al Gore será coronado como candidato del Partido Demócrata en el acto de cada cuatro años que se considera uno de los ejercicios democráticos más importantes del país. En cuatro días, los títeres y miles de manifestantes esperan convencer a más gente, aquí y en todo el mundo, de que este evento ya tiene poco que ver con algo que se podría considerar "democracia".