DOMINGO 13 DE AGOSTO DE 2000

Ť Los resultados del 2 de julio, "alerta que debe sacudirnos", dijo el dirigente

El PRD quedó en duda como instrumento de cambio: Imaz

Ť Al iniciar el cuarto consejo del partido en el DF, López Obrador resaltó el triunfo en la ciudad

Susana González G. Ť Los resultados que obtuvo el PRD en el Distrito Federal durante la pasada contienda electoral representan "una enorme hazaña pero también un llamado de alerta que debe sacudirnos hondo y profundo", en tanto que pusieron en duda que "nuestro partido, como está, sea el instrumento que la sociedad requiere para realizar los cambios que la nación demanda", advirtió Carlos Imaz Gispert, presidente del partido del sol azteca en la ciudad de México.

Al inaugurar el cuarto consejo estatal del organismo, Imaz pronunció un largo discurso de autocrítica que fue bien recibido por sus correligionarios. Ante cerca de 200 militantes perredistas --desde el jefe de Gobierno electo, Andrés Manuel López Obrador, hasta quienes ganaron las jefaturas delegacionales y diputaciones locales--, Imaz Gispert abundó en los errores que ha tenido su partido en todos los ámbitos.

Criticó la inmovilidad política del partido a nivel nacional y las elecciones internas de marzo, que fueron anuladas. Dijo que esto "causó un daño brutal contra nuestra calidad ética", y cuestionó la lucha por espacios internos de poder, que "se ha vuelto en muchos sentidos la batalla principal y sin fin, consumidora de mucha energía". Afirmó que ningún militante, principalmente los dirigentes, está exento de responsabilidad.

También resaltó los logros de su partido, que pese a enfrentar una "campaña nacional compleja y adversa", seguirá gobernando la ciudad más grande del mundo. Asimismo, el dirigente capitalino exhortó a sus compañeros a cambiar al PRD para colocarlo a la altura de los nuevos tiempos y hacer frente a la opción de derecha que ganó la Presidencia, ya que, alertó, a su alrededor se aglutinan las fuerzas políticas que dan alas a "una derecha ignorante, proclerical y retrógrada", y a la radicalización de un proyecto económico excluyente.

"Somos la esperanza de muchos mexicanos, y mantener la ciudad representa para el partido un triunfo político fundamental en la lucha nacional por la democracia", enfatizó. Al referirse a las perspectivas del PRD-DF, Imaz indicó que debe precisarse con nitidez la relación que se mantendrá con el panismo, que gobernará en cinco delegaciones.

Consideró que no debe descartarse la confrontación política en la ALDF, dado que el blanquiazul ya dejó entrever sus intentos de impulsar reformas legislativas regresivas. En tales casos, advirtió, "defenderemos a fondo, incluso con la movilización social y ciudadana, los logros obtenidos en la actual administración".

La agenda política que el PRD tiene por cumplir es intensa. "Vamos por el estado 32 para tener los mismos derechos que las demás entidades federativas, con un congreso constituyente que le dé su primera constitución política al estado-capital".

Gobernar de abajo para arriba

Para López Obrador, también orador en la inauguración del consejo, los resultados del proceso electoral fueron "positivos y se cumplieron nuestras metas, porque no es poca cosa volver a triunfar en la ciudad de México en las circunstancias en que se dio el proceso electoral".

Destacó que en el PRD- DF todas las corrientes se pusieron de acuerdo para trabajar en una misma dirección, por encima de intereses personales y de grupo, y reiteró que en su gobierno aplicará los compromisos asumidos durante su campaña, de "gobernar la ciudad de abajo para arriba" y manejar con honradez el presupuesto, entre otros.

Aunque en gran parte de su análisis Imaz Gispert menciona errores y fallas del PRD, muchas de ellas se refieren a las cometidas a nivel nacional. Pondera la unidad que se dio en el Distrito Federal para impulsar la campaña de López Obrador. "Prácticamente todo el partido se entusiasmó y militó tenazmente por la candidatura".

Pero el dirigente omitió mencionar los casos de Pablo Gómez, Demetrio Sodi de la Tijera y Marco Rascón, quienes también aspiraron a la candidatura a la jefat ura de Gobierno y criticaron en su momento al ahora ganador.

Reconoció que además de enfrentar una "consistente y multimillonaria campaña de desinformación y difamación" dirigida contra el PRD y el Gobierno capitalino, hubo candidatos que no contaron con liderazgo para entusiasmar a la militancia, otros que se confiaron y no se empeñaron en las campañas, y algunos más que realizaron actos contra el PRD. De igual manera, reconoció que al priorizar la contienda por la jefatura de Gobierno, la dirigencia local no prestó suficiente atención política a los aspirantes a otros puestos de elección y faltó un mensaje articulado y homogéneo.

Llamado a modificar actitudes

Fueron insistentes los señalamientos de Carlos Imaz sobre la necesidad de modificar "comportamientos y actitudes". La autocrítica, dijo, no debe reducirse a la reciente campaña electoral, "porque traemos problemas desde nuestro origen", por lo que se pronunció por cambiar "las mentalidades chambistas, el burocratismo, la eterna mentalidad de darle prioridad a la lucha interna, el corporativismo que florece en nuestras filas, la ruptura jerárquica entre las estructuras de la dirección, de dirección media y las bases, en otras palabras la cultura política, donde la ética vaya siempre por delante".

En tal sentido, el dirigente capitalino demandó a la militancia construir "la unidad partidaria sin mezquindades y agandalles, reconociéndonos y respetándonos". Dijo que el 2 de julio, el PRI fue el gran derrotado por la voluntad popular, pero agregó que "también el PRD es perdedor, porque no ganó la Presidencia" y perdió presencia en el Congreso federal, mientras que en la capital se ganaron 11 de 16 delegaciones, 19 distritos electorales, además de que el saldo de la elección federal en la capital significó que sólo ganamos siete de 30 diputaciones federales", por lo que recomendó asumir el resultado electoral para la "reconstitución, reforma y reposicionamiento del PRD".