DOMINGO 13 DE AGOSTO DE 2000
Ť Endurecen las fuerzas armadas su posición
Resurgen en Argentina grupos operativos y peligros del pasado
Ť Atentados a líderes humanitarios presagian un futuro incierto
Stella Calloni, corresponsal/I, Buenos Aires, 12 de agosto Ť La historia volvió con fuerza a Argentina con la detención de militares por violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura castrense, pero también parecen haber resurgido los grupos operativos y las amenazas del pasado, mientras las fuerzas armadas endurecen su posición.
Incluso antes de la detención del ex mayor Jorge Olivera en Italia, a pedido de la justicia francesa, el ejército ya intentaba frenar los "juicios de la verdad", que buscan determinar el destino de los restos de los detenidos desaparecidos.
Y atentados contra líderes humanitarios, como el pasado 20 de julio contra la abogada Matilde Bruera, de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Rosario (provincia de Santa Fe), quien impulsa allí los "juicios de la verdad" y recibió en su estudio una encomienda que llevaba una bomba de trotyl de alto poder explosivo, a la que le faltaba el mecanismo para estallar.
El paquete fue recogido por el esposo de Bruera, el abogado Rodolfo Scholer, quien anduvo con él en los tribunales rosarinos a una hora de gran afluencia de público, sin saber lo que llevaba adentro, hecho que ocurrió dos semanas después del allanamiento a un regimiento del ejército, a solicitud de la abogada Bruera.
Esto llevó a recordar al ex fiscal Ricardo Molina, en una carta firmada junto con la abogada Elena Moreno y dirigida al presidente Fernando de la Rúa, que "la impunidad, acentuada por las leyes de punto final y de obediencia debida (1987) --que amnistiaron a procesados por violaciones contra los derechos humanos en razón de que 'cumplieron órdenes'--, y los indultos de (el entonces presidente Carlos) Menem (a los jerarcas militares, en 1990), así como la falta de depuración de las fuerzas armadas y de seguridad, son factores de estímulo para nuevos crímenes".
Renace el poder militar
Molina dice que el atentado contra Bruera se produce en el marco de cierto renacimiento del "poder militar, sólo explicable por la debilidad del gobierno nacional, demostrada en el ascenso de oficiales imputados de responsabilidad en crímenes de lesa humanidad durante la dictadura, y su inacción ante las expresiones de solidaridad de la jefatura del ejército con los torturadores y asesinos detenidos por negarse a declarar en los juicios de la verdad" .
Además de solidarizarse con los militares llamados a testimoniar en los juicios por la verdad, las fuerzas armadas intentaron trasladar las causas por robo de menores nacidos en campos clandestinos de detención de la dictadura, un delito que no prescribe, de la justicia civil a la militar.
Finalmente, la Corte Suprema decidió que esta causa debe seguir en el fueron civil.
Los organismos humanitarios argentinos también han criticado la falta de cooperación de los ministros de Relaciones Exteriores y de Justicia ante el pedido de detención de militares por parte del juez español Baltasar Garzón, en la causa por genocidio y terrorismo de Estado.
Asimismo, han pedido al gobierno "garantizar la vida y la tranquilidad de Matilde Bruera y su familia, la de todos los abogados que actúan en la defensa de los derechos humanos, especialmente aquellos que lo hacen en los juicios de la verdad y en las causas por la sustracción de menores y por desaparición forzada".
Otro hecho significativo es el allanamiento que recientemente realizó la Cámara Federal de Apelaciones de Bahía Blanca en una bodega de la localidad de Punta Alta, que también es sede de la base naval de Puerto Belgrano.
Allí secuestró documentos militares que permitirían rastrear el destino de algunos de los 30 mil desaparecidos de la dictadura, lugar que pertenecería al ex capitán de navío Jorge Tigre Acosta, detenido bajo proceso por el robo de niños nacidos en cautiverio de madres detenidas desaparecidas en aquellos años de terror.
Sin embargo, la mayor parte de los archivos que los jueces esperaban encontrar habrían sido retirados del lugar el día anterior en una camioneta perteneciente a una repartición de la armada, gracias a algún aviso "oportuno" desde las sombras.
ƑQuién avisó del allanamiento? Es la pregunta sin respuesta.