DOMINGO 13 DE AGOSTO DE 2000

Ť Felipe Padilla sería el próximo año el nuevo obispo de Tehuantepec


No debe haber temor a la transición: Ituarte

Ť Celebraciones en el 29 aniversario de servicio episcopal del prelado Lona Reyes

Guadalupe Ríos, corre lona-arturo-misa-5-jpg sponsal, Tehuantepec, Oax., 12 de agosto Ť Como "un collar de oro que se regala a la Iglesia Universal" calificó hoy Gonzalo Ituarte a la diócesis de Tehuantepec y al trabajo pastoral del prelado Arturo Lona Reyes, al participar este sábado en las celebraciones del 29 aniversario del servicio episcopal del llamado obispo de los pobres, quien estuvo acompañado de 52 sacerdotes y representantes de otros obispados de la región Pacífico-Sur.

En representación de Felipe Arizmendi, obispo de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, Gonzalo Ituarte indicó que entre los fieles y religiosos no debe haber temor a la transición, en referencia a que a partir del año 2001 el obispo coadjutor Felipe Padilla Cardona pueda asumir la dirección de la diócesis de Tehuantepec, pues "no hay razón para sentir que se acaba la historia... ahora toca la llegada de una nueva generación de obispos, con un proceso eclesial con diferentes acentos".

Refirió que probablemente Padilla Cardona no hubiera escogido esta diócesis para trabajar, pero el reto lo tiene aquí. La misma recomendación le fue hecha al sustituto de Lona por una mujer que advirtió: "los istmeños sabemos amar, pero deben ganarse nuestro cariño".

Bajo un amplio telón de lona blanca, con la ofrenda de panes al frente en la tarima, los 52 sacerdotes rodeaban y daban ánimo a Lona Reyes, que este año deberá presentar su renuncia al Vaticano, al cumplir 75 años de edad en diciembre.

Una leyenda en una manta resumía el sentir de presbíteros, diáconos, ministros, fieles y representantes de las culturas que acompañó al obispo en su peregrinar de 29 años: "Ante la persecución y la difamación, el espíritu te capacitó para definir tu postura profética".

Los mismos le reiteraron que las pruebas y retos que ha enfrentado han fortalecido más su opción preferencial por los pobres.

Un toque de tristeza se dejó sentir en la homilía de Lona Reyes, al recordar las agresiones armadas que enfrentó a su llegada y de las que salió ileso, y su andar por la sierra mixe, para unir a pueblos divididos de la región.

Lona Reyes, que ha vivido las diferencias que se han generado en la Iglesia istmeña con el arribo desde hace cuatro años de su obispo coadjutor con derecho sucesorio, Felipe Padilla Cardona, inició con muchas dificultades el primer Sínodo Diocesano en Tehuantepec, cuyos documentos finales serán presentados a la comunidad en breve.

Un indígena de la zona chontal alta auguró que el nombre de Arturo Lona Reyes "quedará escrito en la historia... porque fuiste voz cuando no supimos exigir nuestros derechos... nos ayudaste a recuperar el tequio como trabajo, porque los pobres no tenemos dinero pero tenemos manos para trabajar y el corazón para amar".

Lona Reyes pidió perdón a sacerdotes a quienes les falló, "porque no respondió como debiera" y al pueblo, que "es gente que sabe perdonar", dijo en tono de despedida.

Quien nunca pensó ni soñó ser obispo, señaló que llegó al Cristo nahuatlaca a ser Cristo ikot, chontal, o mixe, pero también el Cristo mestizo "manipulado y vilipendiado por promesas incumplidas y esperanzas frustradas" que ha sufrido en el Istmo de Tehuantepec.

El obispo Arturo Lona Reyes reconoció que en su andar encontró apoyo y respaldo pero también incomprensión y obstáculos".

Recomendó fortalecer la red de catequistas de las montañas, selvas, bosques y lagunas que se convirtieron en agentes de pastoral que permiten atender las necesidades materiales del pueblo y "devolver la alegría a quienes un injusto sistema de hambre le fueron arrebatando".

El obispo Lona Reyes destacó la importancia de mantener la opción preferencial por los pobres y avanzar en la concreción de los documentos del Sínodo Diocesano para encaminar las tareas que deberá realizar la diócesis en los próximos años.

En el acto, en el que se recibieron saludos y mensajes del secretario de Gobernación, Diódoro Carrasco Altamirano; del gobernador de Oaxaca, José Murat Casab; y se hermanó la diócesis de Breda, Holanda, también estuvieron presentes el obispo oaxaqueño Héctor González y fieles y religiosos de Europa y América.