SABADO 12 DE AGOSTO DE 2000

Ť Presentan texto del politólogo inglés Neil Harvey


La rebelión de Chiapas, clave para entender el México actual

Ť Será un clásico de las ciencias sociales: Luis Hernández Navarro

Angel Vargas Ť El 2 de julio no habría sido factible sin una multitud de luchas sociales desde abajo y la constitución de nuevos actores políticos que erosionaron gravemente las bases de sustentación del régimen, haciendo posible su caída, subrayó Luis Hernández Navarro.

"Obviamente ?continuó?, ello tiene implicaciones sobre el futuro de la nueva administración. Sin ir más lejos, muestra que cualquier intentona de remplazar el sistema por una democracia de élites o de definir la nueva arquitectura de las instituciones políticas del país exclusivamente desde las bases de las dirigencias partidarias, prescindiendo del resto de los actores sociales, está condenada a precipitar profundas conmociones políticas."

Para el analista, lo anterior es una de las conclusiones más importantes que se desprenden de la lectura del libro La rebelión de Chiapas. La lucha por la tierra y la democracia (Era), de Neil Harvey, el cual fue presentado anteanoche en un acto en el que participaron también los especialistas Sergio Zermeño e Ilán Semo, así como el autor.

En la Casa de la Cultura Jesús Reyes Heroles, en Coyoacán, Hernández Navarro subrayó que, amén de su consistencia teórica y de las claves para comprender la insurrección zapatista, el texto del politólogo inglés ofrece una serie de esclarecedoras pistas para comprender la situación por la que atraviesa tanto el país como aquel movimiento armado.

"Aunque el trabajo de Neil Harvey no aborda explícitamente el tema, sí explica detalladamente la vía por la que la democracia, la ciudadanía y la lucha por todos los derechos para todos se ha construido desde lo popular por caminos distintos, no necesariamente contrapuestos, ante la modificación de las leyes y las instituciones electorales y la acción de las élites", dijo.

"Como lo demuestra el libro, la rebelión zapatista puede ser considerada como la más reciente de un largo ciclo de demandas populares de dignidad, voz y autonomía, en la que la ciudadanía auténtica no deriva inevitablemente del desarrollo económico o de la adopción de nuevos rasgos culturales, ya que su construcción se originó en experiencias locales de enfrentamientos con caciques, terratenientes, funcionarios del gobierno. Y la democratización ha de incluir a todos los sectores, no sólo a los grupos de votantes mayoritariamente urbanos, así como abrir espacios a nuevas formas de participación política".

El coordinador editorial de La Jornada sostuvo que la sublevación indígena en Chiapas constituyó un punto de arranque de protestas a escala planetaria contra el neoliberalismo, al extenderse sus nuevas propuestas de acción y resistencia, su imaginario social, su concepción de política como red y su impulso a una ciudadanía diferente:

"Aunque la izquierda partidiaria en México parece no darse en cuenta en ello y ocupa su tiempo en lamerse las heridas de su última derrota, la izquierda en el mundo pasa por una redefinición y una reconstitución que tiene en Chiapas y en Seattle puntos de referencia obligados."

En tono crítico, Hernández Navarro resaltó que el autor no profundizó en la forma peculiar en la que el zapatismo se desarrolla e impacta en las comunidades de los Altos, así como en la vía de construcción de la identidad indígena en las regiones.

No obstante ese detalle, para finalizar su participación, sentenció: "La rebelión de Chiapas será, sin duda, uno de los textos clásicos de las ciencias sociales en nuestro país. Esperemos que Vicente Fox y su equipo de transición lo consulten antes de seguirrebelion-chiapas-libro-jpgdeclarando y escribiendo tantas vanalidades como han hecho".

El analista no fue el único en subrayar las cualidades y dimensiones de importancia del mencionado volumen. Tanto Ilán Semo como Sergio Zermeño destacaron lo imprescindible que ya resulta aquél para comprender un fenómeno cuya complejidad requirió más de una década de investigación por parte del politólogo inglés.

Zermeño detalló los tres hilos conductores del texto: el tema de la autonomía, el problema del caudillismo y el problema de la ciudadanía en relación con las luchas indígenas, a la ciudadanización y la democratización de México. En tanto, Semo aplaudió la capacidad de la obra para convertir la rebelión zapatista en un fénomeno de orden histórico.

Luego de 90 minutos, Neil Harvey cerró el acto: "La negativa del gobierno federal a poner en práctica los acuerdos de San Andrés Larráinzar obedece al hecho de que la autonomía indígena representa un obstáculo a la globalización y a las políticas neoliberales del modelo político imperante".