SABADO 12 DE AGOSTO DE 2000
Ť La empresa mantiene cerradas las plantas de la ciudad de México y Querétaro
Quedan desocupados mil 500 trabajadores de Uniroyal
Humberto Ortiz Moreno Ť La empresa llantera Uniroyal Chemical mantiene cerradas temporalmente sus plantas en la ciudad de México y el estado de Querétaro, hasta en tanto no haya condiciones jurídicas y de seguridad para continuar sus operaciones.
Con ello, mil 500 trabajadores quedaron desocupados y desde hace una semana que no han tenido contacto con la parte patronal para definir su situación laboral.
La compañía de capital francés abarcaba ya 20 por ciento del mercado llantero nacional, con 1.6 millones de unidades anuales, en competencia con la Good Year, Euzkadi, la recientemente en problemas Firestone y la mexicana Tornel, pero además padecía una creciente oferta de productos importados de Asia a muy bajo precio, principalmente coreanos.
Agobiada además por la inseguridad -los constantes asaltos a sus camiones en carreteras y vialidades les producen cuantiosas pérdidas, entre otros problemas-, los ejecutivos de Uniroyal se mantienen en consultas con las autoridades de su país a fin de cabildear ante su contraparte mexicana y lograr mayores garantías para operar en México.
De acuerdo con versiones de empresarios vinculados a negocios con la industria llantera, el equipo de Vicente Fox ya tiene conocimiento del asunto que, aseguran, será uno de los primeros retos que deberá afrontar luego de que tome posesión como presidente electo el próximo primero de diciembre.
Un cierre definitivo de Uniroyal no sólo implicaría perder una importante fuente de trabajo, sino que además provocaría un fuerte shock en la industria proveedora de los insumos para la fabricación de llantas, toda vez que los abastecedores de los denominados negro de humo y estireno-butadieno, que conforman el hule sintético, así como los productores huleros, habían hecho entregas de materia prima y tenían en línea otros pedidos que ahora no saben quién se los cubrirá.
El Grupo Desk, a través de las compañías Nhumo e Industrias Resistol, con plantas en Altamira, Tamaulipas, es el que surte los pedidos a Uniroyal y su directiva se encuentra muy preocupada por la incertidumbre del mercado llantero en el país.