SABADO 12 DE AGOSTO DE 2000
* Miguel Concha *
Monitoreo en Chiapas
En el marco de la convocatoria que el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y el Consejo Electoral de Chiapas lanzaron en julio para observar diversos aspectos del proceso electoral en Chiapas, la Academia Mexicana de Derechos Humanos (AMDH) decidió extender a ese estado su proyecto de monitoreo de medios. Desde principios de agosto se graban dos noticiarios originados en los canales 5 y 10 de Tuxtla Gutiérrez, y se tiene un registro de la programación vespertina y nocturna de estas dos televisoras, una de Televisa, y otra del gobierno del estado, para estimar el gasto realizado por los partidos políticos en spots o anuncios proselitistas. Ambos estudios se apoyan en la experiencia lograda por la misma institución, que ha permitido obtener resultados objetivos en diversos momentos y temas desde 1992: elecciones federales y en diversos estados de la República, conflicto en Chiapas, derechos sociales.
La relevancia de esta elección radica en que constituye una competencia decisiva para los partidos políticos después del 2 de julio, e incluso para el proceso de paz en ese estado. Tanto el PRI como la Alianza por Chiapas consideran que marcará las tendencias en el mediano plazo, y los medios de comunicación local están jugando desde luego un papel relevante.
Para tener una idea del comportamiento de la televisión en Chiapas conviene recuperar estudios previos de la AMDH y el IFE. En un estudio de la academia en 1998, en torno al conflicto en Chiapas y los derechos de los pueblos indios en la televisión de ese estado, se concluyó que Noticias y NotiCinco no respetaron el derecho a la información, debido a que tendieron a difundir preponderantemente las versiones gubernamentales en torno a sucesos como la ocupación de los municipios autónomos de Taniperlas y Tierra y Libertad, o las expulsiones de observadores extranjeros, sobre todo el famoso caso de los observadores italianos que visitaron la zona del conflicto entre el 1o. y el 10 de mayo de 1998. Los noticiarios no sólo no les dieron el mismo espacio a las voces que tuvieron una visión alternativa, sino que cuando lo hicieron les dieron un tratamiento adverso.
Los resultados aportados por el monitoreo del IFE con motivo de las elecciones del pasado 2 de julio fueron también los siguientes: el PRI acumuló 37.9 por ciento del total, es decir, el mayor tiempo dedicado a partido alguno por los medios locales; la Alianza por México le siguió con 31.9 por ciento, y finalmente la Alianza por el Cambio con 26.3 por ciento. De los partidos que no alcanzaron registro, Democracia Social sumó 8.3 por ciento, y los partidos de Centro Democrático y Auténtico de la Revolución Mexicana apenas recibieron 2.8 y 2.5 por ciento respectivamente.
Los resultados anteriores nos recuerdan que todavía los medios de comunicación siguen cubriendo en Chiapas y en otras partes de la República preferentemente las versiones gubernamentales, así como las actividades electorales del partido en el gobierno en detrimento del resto de las voces alternativas y de los partidos políticos de oposición. De esta manera, los ciudadanos únicamente conocen una cara de la moneda, con lo cual no disponen de la información necesaria para tomar una posición clara en torno al conflicto chiapaneco o para emitir su sufragio. Parecería que los medios, sobre todo locales, se resisten a transformarse en organismos independientes del poder político.
En cuanto a la actual contienda electoral, los datos anteriores, así como comentarios de diversos actores políticos y sociales locales, permiten establecer por el momento la siguiente hipótesis: los medios de comunicación chiapanecos están sobre todo impulsando la candidatura del partido oficial, y es posible hablar de que en Chiapas todavía los medios se mantienen en la vieja lógica de una relación clientelar propia del antiguo régimen, sin interés en respetar el derecho a la información de su auditorio, por depender para su sobrevivencia financiera más que nada de los ingresos provenientes del gobierno estatal. El monitoreo de la academia, que está siendo preparado con todo detalle, nos permitirá confiar o desmentir esta hipótesis.