SABADO 12 DE AGOSTO DE 2000
* Gabriela Rodríguez *
El monoteísmo disfrazado del PAN
Los enemigos del voto útil nos quedamos cortos. Si ya sabíamos que desde los principios moralistasųcristianos del PAN los impuestos son una ofrenda al Estado-Dios, el aborto es un crimen-pecado, y la censura un acto de buenas maneras-remordimiento ante nuestras inescrupulosas fantasías, los hechos vienen a constatar šcuán congruentes-fieles pueden ser los legisladores de derecha con su partido! Pero superemos el miedo, para que sólo subsista nuestro asombro.
Y frente a las viejas guardias del blanquiazul, el presidente electo defiende sus prioridades, léase su política fiscal, y para fortuna o infortunio, se deslinda de los cambios legales del Congreso local de Guanajuato en que se penaliza el aborto por violación, en un gesto que más parece la secundarización de un tema o su utilización para pulsar a la sociedad, y de paso distraerla en asuntos menores, frente a otros más dignos de atención entre hombres de negocios. šCómo quisiera estar equivocada frente a estas hipótesis!
Definitivamente el ex gerente de la Coca-Cola y el Partido Acción Nacional le quedan chicos al pueblo de México, pues ni quienes votaron por el cambio quieren pagar impuestos por comer y tomar medicinas, ni meter a la cárcel a las mujeres violadas que deciden abortar, ni censurar las pinturas que "ofenden" a.... Ƒa quién ofenden?
Efectivamente, los hechos nos muestran que en la actualidad la derecha está del lado del mercado, del cristianismo y del control sobre los cuerpos, y que Fox y el PAN confirman esa posición en el espectro político. Están lejos, muy lejos de la izquierda, de ese lugar que hoy por hoy equivale a defender los derechos humanos, la universidad de los valores de libertad, autodeterminación, equidad y justicia para todos y todas.
La aplicación de estos derechos no resuelve automáticamente todas las controversias, y por el contrario exige reflexiones serias ante circunstancias particulares. Analicemos el aborto, uno de los pocos temas en los que las iglesias cristianas han logrado influir en las leyes y códigos penales de los países más pobres del planeta, aunque se definan como Estados laicos. Penalizar el aborto es negar a las mujeres la autodeterminación sobre sus vidas, su calidad de sujetas morales, su carácter de personas, sí, hasta eso se está negando, su capacidad de elegir y dirigirse conforme a sus propios fines. Parece tan obvio, Ƒcómo imponerle a alguien gestar, dar a luz y criar un hijo que ella no decidió tener? El colmo está frente a un embarazo producto de una violación, ahora además, Ƒdebe aceptar gestar al hijo de su violador? Basta con escuchar las palabras de Paulina, la chica violada de Baja California obligada a ser madre a los 14 años: "lo veo como a un hermano, pues yo no decidí ser madre, y no estaba preparada, yo no quería ser madre", ni qué decir de su violación, de la cual aún no puede hablar, ni expresarse. Experiencia que debe asimilar bien y rapidito, para poder enfrentar con responsabilidad esa gran aventura que significa dar a luz, criar e impulsar a un hijo en la alegría de vivir.
Pero, "hay que entender las leyes ųdice el obispo de Nuevo Casas Grandesų ...tienen que velar y cuidar el ejercicio de una conciencia..., es más grave el aborto a que un soldado mate a una persona por defender su integridad y la de la nación". (La Jornada, 9 de agosto de 2000). Así, mientras se aceptan los asesinatos de guerra, se niega el carácter de persona a la mujer embarazada, y se arroga esa condición al feto, como si una persona en potencia fuera persona, y más, como si fuera más persona que una mujer hecha y derecha. De paso, la nación, así en abstracto, vale más que una mujer, así en concreto. La misoginia, el desprecio y la exclusión de la mujer embarazada como sujeta de los mismos derechos humanos que cualquiera, no pueden ser más elocuentes. La insensibilidad de los ministros católicos no deja de ser asombrosa, Ƒserá que no tienen idea de lo que es la maternidad?, Ƒdesde dónde se erigen jueces de nuestras vidas? ƑAcaso fueron capacitadores de los legisladores de Guanajuato, tal como sabemos que dirigieron los programas educativos en esa entidad durante el gobierno de nuestro flamante presidente electo?
De facto se ve que no ha sido necesario cambiar el artículo tercero constitucional para que la religión se infiltre en las políticas públicas, después de todo la modernidad ha sido también la traducción de los lenguajes religiosos en lenguajes jurídicos. Como dice Cioran en El aciago demiurgo (Taurus, 1973): "El cristianismo se ha servido del rigor jurídico de los romanos y de la acrobacia filosófica de los griegos, no para liberar al espíritu, sino para encadenarlo. Quien se interesa por el desfile de las ideas y las creencias irreductibles debería detenerse en el espectáculo que ofrecen los primeros siglos de nuestra era. Es la época en que más se ha odiado. El mérito corresponde a los cristianos, febriles, intratables, expertos de inmediato en el arte de detestar". Y agrega, "la libertad es el derecho a la diferencia, siendo pluralidad, postula la dispersión de lo absoluto, su solventación en un polvo de verdades, igualmente justificadas y provisionales. Hay en la democracia liberal un politeísmo subyacente (o inconsciente si se prefiere); inversamente, todo régimen autoritario participa de un monoteísmo disfrazado".