SABADO 12 DE AGOSTO DE 2000

* EL TONTO DEL PUEBLO

Chiapas: enterrar al PRI

* Jaime Avilés *

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Metamorfosis. En las últimas semanas, miles de priístas de base, hombres y mujeres del campo y las ciudades, en todas las regiones de Chiapas, han abandonado las filas del partido finalmente "vencible" ųel término es de Monsiváisų para incorporarse a la campaña de Pablo Salazar Mendiguchía. Lea usted y juzgue.

Poco después del 2 de julio, cinco regidores del municipio de San Cristóbal de Las Casas y 35 líderes de barrios y colonias, todos afiliados al PRI hasta ese momento, cancelaron su militancia y se pasaron, desde luego con sus nutridas bases, al bando contrario. El 17 de julio, cuatro grupos de indígenas priístas de Chenalhó, pese a que están enfrentados entre sí, se mudaron masivamente a la coalición opositora, integrada por ocho de los nueve partidos nacionales que hay en Chiapas.

El 20 de julio, en el municipio de Chilón, ubicado en la zona norte y dentro de los dominios paramilitares de Paz y Justicia, 4 mil campesinos de la Asociación Rural de Interés Colectivo (ARIC), en su vertiente priísta ųla otra es zapatista y perredistaų, se adhirieron al proyecto de Salazar Mendiguchía. El 25 de julio, pero en Oxchuc y en un acto celebrado en la plaza pública, otros 4 mil indígenas rompieron con el partido de Salinas, de Zedillo y de los chacales que urdieron y ejecutaron la matanza de Acteal.

Días después, en La Concordia, todos los dirigentes del comité municipal del PRI, acompañados por sus bases obviamente, dijeron adiós al brazo electoral de la dictadura que agoniza. El 5 de agosto, en el municipio de Tapilula, cinco ex alcaldes priístas firmaron una carta pública en la que llaman a votar por Salazar Mendiguchía. Al día siguiente, pero en Comitán, 450 transportistas afiliados a la Confederación de Trabajadores de México (CTM) abandonaron el partido de La Güera Rodríguez Alcaine y organizaron un mitin multitudinario que fue encabezado por Salazar. Usted vio las fotos en La Jornada, sin duda.

El martes de esta semana, en Tuxtla Gutiérrez, 6 mil afiliados a la sección 50 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud huyeron corporativamente del partido de Oscar Espinosa Villarreal y le extendieron la mano al futuro, inminente gobernador de Chiapas. Ayer, en el paraje de X'oyep, municipio de Chenalhó, 190 familias de indígenas prozapatistas, refugiados en las montañas desde 1998, debido a la ofensiva militar y paramilitar de Roberto Albores y Francisco Labastida, le dieron a Salazar el título de "gobernador de Las Abejas y de los desplazados".

 

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Una reacción histórica. Pregúntese usted a qué obedece el traslado de tantos y tantos miles de priístas al bloque político de la oposición. Para el tonto del pueblo, la respuesta está en la memoria de las elecciones federales de 1988, cuando a causa de la torpeza de Miguel de la Madrid, el gobierno dejó de entregar al PRI los dineros necesarios para mantener vivas las estructuras de ese partido en las bases.

Cuando los lidercillos de las colonias populares comprendieron que no había "estímulos" suficientes para repartir y vieron que la gente se les iba de las manos, en muchas regiones del país, pero sobre todo en el estado de México, se pasaron sin rubor a las filas del frente que apoyaba a Cuauhtémoc Cárdenas. Algo así puede estar ocurriendo hoy en Chiapas. Zedillo ha cerrado un poco, no mucho, las llaves que regulan el flujo de los fondos públicos a los electores más pobres ųque allá forman amplísima mayoríaų, y los grillos han interpretado correctamente estos signos y han decidido cambiarse de bando antes que sea demasiado tarde.

Antonio García de León ha documentado con abundancia de pruebas cómo, en el transcurso de los siglos, los grupos dominantes en Chiapas se aliaron a los poderes emergentes para subirse al carro de los vencedores y, desde allí, impedir que los vientos de cambio les arrebataran sus privilegios. Así actuaron cuando Benito Juárez consolidó las Leyes de Reforma, después de vencer a Maximiliano; así lo hicieron cuando triunfó la facción de Venustiano Carranza, y así repitieron la fórmula cuando Lázaro Cárdenas aceleró la Reforma Agraria. Desde arriba consiguieron sus propósitos en todos los casos: mantener el esclavismo hasta bien avanzado el siglo XX, extender el racismo hasta nuestros días y conservar sus latifundios.

Hoy, pues, las "fuerzas vivas" de un orden injusto que ha permanecido inalterable e idéntico a sí mismo, se agregan ágilmente al nuevo bloque político y social que acompañará a Vicente Fox en su aventura de conformar un régimen posterior a la dictadura del partido único. Pero en este tránsito surgen dos grandes e importantes riesgos, cuyas consecuencias pueden acarrear más y mayores desgracias a los chiapanecos: uno es la lucha interna dentro del PRI y otro las oscuras disputas por el control dentro del Ejército.

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ƑPor Sami o contra Madrazo? A mediados de esta semana se produjo en Toluca una reunión a la que asistieron 18 de los 21 gobernadores priístas que aún padecemos. Lo notable no es quiénes participaron en ella, sino quienes se abstuvieron, a saber: Roberto Madrazo, de Tabasco; José Murat, de Oaxaca, y Juan S. Millán, de Sinaloa. El primero, todos lo sabemos, quiere ser el próximo presidente nacional del PRI y ha dicho que el resurgimiento de ese partido ha de comenzar desde el sureste. A su vez, Murat está peleado a muerte con Zedillo y con el secretario de Gobernación. Y Millán lo último que desea es asociarse a grupos que tratan de favorecer a Labastida Ochoa, su paisano en desgracia.

El cónclave de Toluca, según lo anunciaron todos los diarios, tuvo por objeto conformar un bloque de gobernadores en apoyo a Sami David. Estos dijeron que irán a Chiapas los fines de semana y "harán campaña" en sus días de descanso. No parecieron advertir que el único fin de semana que les queda para ello es éste, ni que su hipotética gira por aquellos lugares no serviría sino para refrendar cuán extrema es la debilidad de su pobre compañero de partido, que por lo visto requiere del auxilio de tantos próceres.

Es muy probable ųen pocos días lo veremosų que en el curso del aquelarre la señora Sauri les haya pasado la charola, a fin de conseguir algunos de los recursos económicos que Zedillo se niega a dar por los conductos habituales. También es probable que esa "vaquita" sirva para fomentar aun más la compra de votos entre los chiapanecos más pobres. O que se destine al pago de grupos de pandilleros que a lo largo de la semana próxima esparzan la violencia en Tuxtla, en Tapachula, en la Frailesca o en Palenque, a fin de intimidar a los electores y elevar al máximo el abstencionismo. O, en última instancia, para desencadenar actos desesperados el mismo 20 de agosto, con el propósito de anular las elecciones e imponer un nuevo gobernador interino que desde luego sería priísta, como lo ha anticipado Salazar Mendiguchía.

No lo descartemos, pero no dejemos de observar que el pretendido bloque de "apoyo" a Sami David, ante todo surge más bien como un dique para aislar a Roberto Madrazo del resto de sus colegas, e impedirle así que desde Chiapas se erija en el gran timonel del PRI del sureste, y avance con esta bandera rumbo a la dirección nacional de su partido. Lo cierto, sin embargo, es que mientras los gobernadores controlados por Zedillo prometen que irán a Chiapas a hacer campaña, Madrazo Pintado está en Chiapas ųrealizó tres giras sólo esta semanaų, y por lo que se cuenta no descansa en la tarea de repartir dineros y coordinar mapaches para realizar el fraude, hoy, hoy, hoy, antes de las elecciones del 20.

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ƑUn pacto secreto? Es evidente que las dos grandes facciones del PRI ųla de Sauri, por así llamarla, y la de Madrazoų comparten la tesis de que la resurrección de ese partido comienza en Chiapas. Ambos grupos luchan por garantizar los mismos intereses: las buenas relaciones con el narcotráfico, el control de los inmensos recursos naturales, la interlocución directa con los grandes empresarios internacionales que planean desarrollar ahí una parte de los megaproyectos del sureste.

Alrededor, pero no al margen de esta pugna, se encuentran no pocos generales del Ejército ligados al secretario de Defensa, Enrique Cervantes Aguirre. Estos militares, a la postre, han sido beneficiarios del magnífico negocio que para ellos es la guerra contra el EZLN. Los oficiales destacados en la zona de conflicto manejan millones y millones de pesos orientados a la compra de alimentos, uniformes, aparatos electrodomésticos, gasolina, equipos de comunicación, cámaras y películas fotográficas y de video, etc. Y no informan de sus gastos a nadie.

Con la llegada de Pablo Salazar a la gubernatura del estado, se vendría abajo la doctrina chovinista inventada por Adolfo Orive, propuesta por Labastida, aprobada por Zedillo y aplicada por Albores Guillén, según la cual "Chiapas es sólo para los chiapanecos", lo que en realidad se ha traducido en un permanente ejercicio de la violencia en contra de las comunidades rebeldes, y en un jugosísimo negocio para quienes trafican con la guerra. Si el PRI consigue que el próximo gobernador sea uno de los suyos ųSami David o un nuevo interinoų, esta línea de acción sería ratificada y no sólo se alejaría la posibilidad de una salida pacífica sino que se fortalecerían, dentro del Ejército, los sectores que no quieren que esto cambie. Sobra decir que el principal afectado por todo ello sería Fox... a menos que exista, como es legítimo sospechar, un pacto secreto con Zedillo y con el Ejército.

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Ahora o nunca. En un artículo escrito muy poco después del 2 de julio para Memoria, la revista mensual del Centro de Estudios del Movimiento Obrero Socialista (Cemos), el tonto del pueblo señaló que, a raíz de la victoria de Fox, muchas voces de izquierda se estaban refiriendo al nuevo presidente electo como si en realidad se tratara de un golpista. Por fortuna, días más tarde Cárdenas recibió a Fox y el tono de muchos discursos fue debidamente rectificado. Sin embargo, quienes de pronto comienzan a actuar como verdaderos golpistas son los santurrones de la vela perpetua que, bajo las amplias faldas del PAN, sacaron la nueva ley contra el aborto en Guanajuato y sin temor a Dios se disponen a emprender una contrarreforma oscurantista. Fox, pues, debe reconocer que se encuentra en un muy serio peligro: que así en el Bajío como en Chiapas, lo devore tanto la derecha cristera como el militarismo, ligado a los más oscuros intereses del sureste. Si no interviene en apoyo de Pablo Salazar, si no se la juega a favor de una elección auténticamente libre y limpia, a lo largo de todo el sexenio lamentará esa gran torpeza.

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Una tarea de todos. Para contrarrestar la fuerza enorme que Salazar Mendiguchía ha construido a lo largo de 18 meses de campaña, Albores Guillén y los priístas locales reparten miles de volantes anónimos, mueven a los paramilitares, inventan agresiones en contra de Sami David ųpor cierto, nadie ha visto una foto de la herida que según dicen recibió en la cabeza la semana pasada en Soyalóų, y buscan descalificar al candidato de la Alianza por Chiapas diciendo que falsificó su título de abogado. En la ciudad de México, las últimas plumas al servicio del PRI se hacen eco de estas calumnias y adoptan posiciones risibles por no decir vergonzozas. No comprenden, o no quieren aceptar, los tiempos que se viven. El triunfo de Pablo Salazar abriría amplias posibilidades de cambio, nada más. Pero con su derrota, sin duda alguna, el país entero saldría perdiendo. No escatimemos esfuerzos para acabar de enterrar en Chiapas a la más despreciable organización delictiva que ha conocido jamás la historia de México.

serafin71@hotmail