VIERNES 11 DE AGOSTO DE 2000

Ť Exposición-homenaje a la promotora cultural en el museo que dirigió


Preservar el recuerdo de Bertha, leitmotiv de José Luis Cuevas

Ť El artista donará al Gobierno del Distrito Federal la escultura Figura mirando al infinito

Ť Una porción de sus cenizas serán depositadas el martes 15 en el recinto de Academia 13

Merry Mac Masters Ť Mantener vivo el recuerdo de Bertha Cuevas es una tarea que ha asumido su marido José Luis. Los ''actos de amor" se hacen a diario y de diferentes maneras. El hábito de la ''foto diaria", por ejemplo, siguió hasta que la salud de la también promotora cultural se agravó, sin embargo se terminó con su muerte.

''En 1955 -explica el dibujante- cuando iniciamos nuestro noviazgo, recuerdo que le regalé a Bertha una cámara Canon y le dije que a partir de entonces me iba a tomar una foto diaria. Mi intención era continuar así, hasta mi muerte, como un registro de todos estos años. Allí están archivadas. Al fallecer Bertha, suspendí esta costumbre porque siento que muere una parte de mí."

Conocido por su obsesión con la muerte, Cuevas asegura que ese miedo ha desaparecido ante la seguridad del rencuentro:

''Desde que regresé a México, ya sin Bertha, muchas personas buenas me han visitado, sobre todo mujeres, mujeres bien intencionadas, para traerme libros de Elizabeth Bishop que hablan de la muerte y el rencuentro con los seres queridos. De alguna manera me sirve de consuelo el hecho de saber que la muerte representará, para mí, la reunión con Bertha".

Inactividad y angustia

El fallecimiento de su esposa también influye en el trabajo artístico de Cuevas: ''He vivido un estado de inactividad que aumenta mi angustia. Trabajo nada más para soltar la mano y no anquilosarme. Lo que he hecho es una escultura en bronce de seis metros que voy a donar al Gobierno de la Ciudad de México. Todavía no sé dónde se colocará. Fue lo primero que hice al regresar de Houston como homenaje a Bertha. Se llama Figura mirando el infinito. De hecho, la escultura original era como de metro y medio, y le gustaba a Bertha. Se relaciona con ella porque era una fanática del mar, la natación, cosas que no practico, ni sé nadar. Pero ella sí. En las noches (en su casa de la playa de Pantla, Guerrero) siempre se ponía sobre una roca y miraba hacia arriba. Veía las estrellas, las constelaciones. Las conocía".

Con una misa oficiada en la iglesia de Santa Inés, el pasado miércoles se recordó a Bertha Cuevas al cumplirse tres meses de su deceso. El próximo martes 15 una porción de sus cenizas serán depositadas en el Museo José Luis Cuevas, recinto que dirigió. (La otra parte de las cenizas fue esparcida en las aguas de Pantla, experiencia que el artista calificó como la primera vez que haya puesto un pie en el mar: ''Fue en la cuevas-jose-luis-cul-jpg noche. El mar me subía más allá de las rodillas, además estaba embravecido. Venían las olas. Con mis tres hijas íbamos dejando parte de las cenizas").

Además, será inaugurada la muestra Homenaje a Bertha Cuevas (1937-2000), con retratos creados por Cuevas, Juan Soriano, Raúl Anguiano, Françoise Gilot, Fabricio Vanden Broeck, Jazzamoart, Luis Argudín, Roberto Parodi, Luciano Spano, Rodolfo Morales, Guillermo Ceniceros, Cristina Rubalcava, Carmen Esquivel, Basia Batorska y Kitzia Poniatowska, entre otros.

También se exhibirán fotografías, videos, objetos, cartas, libros y otros documentos. Entrevistado, Cuevas señala que también se mostrarán tres fotos de su autoría, las únicas que tomó en su vida, de Bertha y su familia: ''Bertha estaba embarazada de María José. Estábamos en la recámara. Dije, voy a tomar mis únicas fotos. Tomé una de ella sola con su panza. Después tomé otras dos con mis hijas (Mariana y Ximena)".

Acerca de las cartas, el creador comenta: ''Son las cartas de amor que Bertha me escribía cuando nos conocimos. Hacer la selección fue un trabajo conmovedor porque eran muchísimas. Incluso, las mías ya no las quise revisar. Sí se van a exhibir unas cartas mías dibujadas que ya estaban enmarcadas. Con el tiempo se podría pensar en editar un libro, quizá en esa ocasión también acompañadas de las mías o sólo las de Bertha, o dos tomos, uno de Bertha y otro de las mías".

No obstante su enfermedad, y dividiendo su tiempo entre México y Houston, donde se le atendía, Bertha siempre se mantuvo en contacto con el museo. Seguía ejerciendo sus funciones de directora ''aunque estuviera encamada en el hospital".

Presencia que perdura

-ƑQué significó el museo para Bertha?

-Significaba una obra importante en la cual ella tuvo una participación. Sin su entusiasmo y su trabajo no se hubiera podido lograr. Ella era la que establecía los contactos con los artistas y hacía antesala en las oficinas de gobierno para convencer a los funcionarios. Era agresiva porque se trataba de donar una obra importante, que era una colección privada, familiar, por decisión de ella, mía y de mis tres hijas. Además, el museo es un centro de cultura sumamente activo. Funciona también con una exposición especial cada año para conmemorar un aniversario más. La vez pasada fue Animales impuros, una muestra con más de 100 piezas de esculturas y cerámicas mías. Ahora será una en homenaje a Bertha, exposición que no va a ver o quién sabe. Todavía es muy fuerte su presencia dentro del recinto.

El pasado 4 de agosto, Bertha recibió un homenaje en la Universidad de las Américas de Puebla, donde se inauguraron dos galerías, una con su nombre y la otra con el de Cuevas. El artista hubiera preferido que ambas salas llevaron el nombre de su esposa, pero se dio cuenta que era como si de pronto ''se desligara el nombre de Romeo del de Julieta, o el de Tristán de Isolda".

El pintor anuncia que la Universidad Autónoma Metropolitana editará un libro dedicado a Bertha con textos de personas vinculadas con esa institución educativa.

Homenaje a Bertha Cuevas (1937-2000), exposición dentro del contexto de Fotoseptiembre Internacional 2000, será inaugurada el martes 15, a las 20:00 horas, en el Museo José Luis Cuevas, Academia 13, Centro Histórico.

Lección contra la intolerancia

Merry Mac Masters Ť Como un ''triunfo" frente a la ''intolerancia demostrada por el ayuntamiento panista de Guadalajara", así consideró José Luis Cuevas la reintegración de las 13 obras censuradas de la exposición Homenaje al lápiz, en el Museo del Periodismo y las Artes Gráficas, de la perla tapatía, por su directora Yolanda Carvajal Enríquez, quien terminó por presentar su renuncia.

El artista mostró especial preocupación por La patrona, de Manuel Ahumada. ''ƑLa obra de Ahumada también? Magnífico. Ya ganamos", dijo en entrevista. Ante la solución del conflicto, Cuevas juzgó que ''ya no hay razón para retirar la muestra".

Abundó: ''Esto ha sido sumamente importante porque no debemos olvidar que tendremos un gobierno panista. Imagínate, si no se protesta por estos actos de intolerancia. Se trató de una censura absolutamente absurda porque la mayoría de las obras ni siquiera entraban en la categoría de eróticas -y, por supuesto, no me importaría que así lo fueran-, pues sólo eran desnudos. La lección está dada. Con los intelectuales y artistas no hay que meterse. Definitivamente, no hay que ejercerles la censura".

Homenaje al lápiz fue la última gran actividad en la que participó Bertha Cuevas, fallecida el pasado 9 de mayo. Incluso, el artista consideró una ''afrenta" a la memoria de su esposa el hecho de que la exposición fuera fragmentada, al eliminar obras juzgadas ''inmorales" con base en un ''criterio estrecho".

Ahora que la colectiva itinere, dentro de mes y medio en Aguascalientes -entidad gobernada por el PAN-, advirtió Cuevas: ''Esperamos que no se vaya a ejercer otra vez la censura'', porque entonces ''se retira la exposición y se acabó".

Cristina Riestra, quien está al frente del Museo Cuevas, informó que Homenaje al lápiz se convertirá en actividad trienal.