VIERNES 11 DE AGOSTO DE 2000
Ť Detienen al concejal Juan Cruz Aldasoro, de Euskal Herritarrok
Marginan al brazo político de ETA de gobiernos municipales vascos
Ť Continúan las protestas por los asesinatos de Casanova y Korta; disturbios, en el País Vasco
Armando G. Tejeda, corresponsal, Madrid, 10 de agosto Ť La más reciente ofensiva de ETA, que en los últimos días ha causado dos muertos y 11 heridos, tuvo ya sus primeras consecuencias políticas pues hoy quedó marginada de los gobiernos municipales vascos la coalición Euskal Herritarrok (EH, marca electoral de Herri Batasuna), considerada como el brazo político del grupo armado vasco.
Además, fue detenido el concejal de EH Juan Cruz Aldasoro, acusado de "resistencia a la autoridad", y se anunció la inminente destitución del alcalde de Berriozar, por negarse a celebrar una sesión extraordinaria para condenar el asesinato, el miércoles pasado, de un militar español.
Entre tanto, las protestas por los asesinatos del subteniente del ejército Francisco Casanova y del empresario y nacionalista vasco José María Korta continuaron este jueves por segundo día consecutivo en varias ciudades españolas, entre ellas Pamplona, Albacete, Valencia, Sevilla y Madrid.
Pero la violencia callejera en el País Vasco se intensificó esta madrugada, en el marco de una "jornada de lucha independentista", convocada por simpatizantes de ETA para conmemorar la muerte de los cuatro etarras que fallecieron el pasado lunes en Bilbao, cuando estalló accidentalmente el automóvil que conducían y en el que transportaban 25 kilos de dinamita.
Uno de los fallecidos era el líder etarra Francisco Patxi de Rementería, buscado por la justicia española por su vinculación con el asesinato, en 1997, del concejal conservador Miguel Angel Blanco Garrido.
Las protestas protagonizadas por simpatizantes de ETA se saldaron con la quema de tres autobuses, un ataque a la sede social del Partido Nacionalista Vasco en Legazpia, un ametrallamiento al domicilio de un policía en Vitoria y la quema de una oficina de la empresa Telefónica.
La postura de EH ante la reciente ofensiva de ETA ha tenido ya una respuesta desde los tribunales españoles, que han comenzado procesos judiciales contra miembros de la mesa nacional de esa organización por presunta "apología del terrorismo".
Esto incluye una querella interpuesta la víspera contra el vocero de la coalición, Arnaldo Otegi, quien aseguró que los cuatro miembros de ETA fallecidos el lunes eran "patriotas que murieron por su país".
Otegi se presentó hoy a declarar ante las autoridades y aseveró que comparte con los fallecidos "los objetivos estratégicos de la independencia y el socialismo", y está dispuesto a ir a la cárcel si admitir esto lo hace culpable de "apología del terrorismo".
En tanto, el delegado del gobierno español en Navarra, José Carlos Iribas, afirmó que los asesinos de Casanova han contado con informadores en el pueblo de Berriozar, donde residía el subteniente, y que ya se están investigando conexiones entre los miembros de EH de la localidad con ETA.
Asimismo, el líder de EH en Navarra, Juan Cruz Aldasoro, fue detenido hoy acusado de "resistencia a la autoridad", tras negarse a suspender una manifestación de luto por los etarras muertos, que se llevó a cabo a las puertas de la alcaldía.
El mitin fue disuelto por la fuerza, ya que en esa misma plaza se desarrollaba otra manifestación por la muerte del militar asesinado. Los separatistas fueron insultados con gritos de "asesinos" por quienes protestaban contra la violencia de ETA.
La fiscalía presentó, por su parte, una querella criminal contra las concejales de EH en San Sebastián, Maider Aluztiza y Miren Zinkunegi, por supuestas amenazas de muerte que profirieron contra la presidenta del Partido Popular de Guipúzcoa, María San Gil.
Y en el terreno político, el Partido Nacionalista Vasco y Eusko Alkartasuna rompieron su pacto de gobierno con Euskal Herritarrok en el municipio de Ordizia.
Mientras, el gobierno del conservador José María Aznar y el Partido Socialista Obrero Español, principal fuerza opositora, acordaron hoy unirse para transmitir a la sociedad española un mensaje de "calma" y mantener una posición unificada ante la más reciente escalada violenta de los etarras en el País Vasco.