VIERNES 11 DE AGOSTO DE 2000

Ť Recibirá 11.02 de lo que destinó para sanearlo


Culmina el IPAB proceso para la venta de Promex al GFB

Ť El organismo aumirá una deuda por $24 mil 344.8 millones

Roberto González Amador Ť El Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB) culminó ayer el proceso para la venta de Banca Promex al Grupo Financiero Bancomer (GFB), en una operación por la que el organismo gubernamental recibirá 2 mil 683.3 millones de pesos, cantidad que representa apenas 11.02 por ciento de los recursos comprometidos para el saneamiento de la institución.

En un comunicado, el organismo gubernamental informó que la deuda que asumirá el IPAB por esta operación será por 24 mil 344.8 millones de pesos.

Ese monto está compuesto por los recursos brutos canalizados por el IPAB para el saneamiento financiero y capitalización de Banca Promex, que ascendieron a 16 mil 250.4 millones de pesos. Además, el instituto asumió el pagaré suscrito anteriormente por el extinto Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa) como parte del programa gubernamental de capitalización y compra de cartera, que alcanza 8 mil 94.32 millones de pesos.

En el comunicado, el IPAB informó que ayer mismo fue firmado el contrato de compra venta y la entrega de las acciones de Banca Promex a Grupo Financiero Bancomer, tras concluir el saneamiento financiero de la institución.

El GFB reembolsó al IPAB el valor del capital de Banca Promex, que al 30 de junio de 2000 se ubicó en 562.2 millones de pesos, además de una prima en efectivo de mil 424.3 millones de pesos y un pago de 696.8 millones por el valor de 145 millones 775 mil acciones serie "O" del GFB.

El pago efectuado por el GFB al IPAB por concepto de la prima en efectivo y las acciones representa cinco veces el valor del capital de Banca Promex al 30 de junio. El organismo subrayó que el precio pactado supera en 20 por ciento la estimación de valor formulada por Warburg Dillon Read, asesor financiero de la operación, en octubre de 1999.

Según el IPAB, la estructura del programa de saneamiento implicó ahorros por cerca de mil millones de pesos por concepto de ajustes derivados de la revisión de los activos y pasivos de Banca Promex realizada por la firma Pricewaterhouse Coopers, así como a las labores de cobranza y recuperación efectuadas por Bancomer.

Con base en el acuerdo suscrito con el IPAB, el GFB incrementará el capital de su subsidiaria Bancomer en 736 millones de pesos a más tardar en febrero del 2001. El contrato de compra venta establece además que Bancomer deberá fusionar a Banca Promex en un plazo de tres meses o, en caso contrario, mantener en la firma fusionada un índice de capitalización mínimo de 10 por ciento.

Dejará el gobierno posiciones accionarias

El gobierno mexicano dejará las posiciones accionarias que posee en tres importantes grupos financieros y sólo espera el momento adecuado para lograr la mejor operación, dijo un alto funcionario.

"El propósito (del gobierno) no es conservar la participación, pero tampoco tenemos prisa", señaló el miércoles en entrevista a Reuters el director general de Banca y Ahorro de la Secretaría de Hacienda, Javier Gavito.

El funcionario agregó que espera mejores condiciones en el mercado para vender la participación que el gobierno mantiene en grupos líderes como BBVA-Bancomer, una vez que concluya el largo proceso de saneamiento de la banca tras la crisis del peso en 1994.

Luego de la devaluación de la moneda mexicana las altas tasas de interés provocaron una avalancha de créditos vencidos que amenazó con llevar a los bancos a la bancarrota.

El gobierno rescató a la banca a un costo estimado actualmente en unos 100 mil millones de dólares.

La participación accionaria del gobierno federal se concentra básicamente en tres bancos.

Tiene 11 por ciento en el banco más grande del sistema financiero, BBVA-Bancomer, creado recientemente tras la fusión del gigante español Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) y el segundo mayor en el país, Bancomer.

Asimismo, el gobierno tiene 7.5 por ciento en los bancos Bital y "poco menos" en el Grupo Financiero Banorte, ambos de tamaño mediano.

El gobierno mexicano tomó una participación en estos grupos desde 1991, cuando el gobierno comenzó a privatizar la banca y sus compradores no adquirieron la totalidad de las acciones. El porcentaje ha disminuido gradualmente desde entonces.

"Esperamos que ahora que la banca está repuntando y a precios más atractivos, el gobierno pueda desinvertir", apuntó. (Reuters)