VIERNES 11 DE AGOSTO DE 2000

Ť La propuesta se aprobaría en el periodo extra de sesiones: Martí Batres


Enviará Rosario Robles iniciativa sobre el aborto

Ricardo Olayo y Raúl Llanos Ť El Gobierno del Distrito Federal enviará a la Asamblea Legislativa una iniciativa de reformas al Código Penal para agregar otra causal de aborto, y reglamentar los tres casos que ya existen de exclusión de responsabilidades penales para quienes recurran a ese tipo de práctica.

Martí Batres, presidente de la Comisión de Gobierno de la ALDF, dijo que la causal adicional se referiría a los "peligros de salud", y tendría que ser aprobada durante el periodo extraordinario de sesiones que iniciará el próximo día 18, pero comentó que desconocía la redacción que estaría planteando Rosario Robles.

El perredista sostuvo ayer una reunión privada con Robles Berlanga, y ahí se expuso la necesidad del periodo extraordinario para analizar diversos asuntos, entre ellos el del aborto.

Batres dijo que hasta ahora existen tres causales de aborto: "Cuando está en peligro la vida de la mujer; cuando es un aborto que se realiza contra la voluntad de la mujer y el cual puede ser por accidente imprudencial o culposo, y por violación".

Respecto de la cuarta posibilidad, añadió que para tomar una decisión al respecto se realizará una amplia consulta entre sectores de la sociedad, incluida la Iglesia, científicos, médicos, mujeres, partidos, intelectuales, y se buscará que ese ejercicio tenga los tiempos, formas y mecanismos que impliquen la mayor participación y debate de la sociedad. "Sobre esa base determinaremos qué hacer".

Agregó que como parte de este proceso se insistirá ante los integrantes de los otros grupos parlamentarios en la ALDF -PRI, PAN, PT y PVEM- para que participen en el periodo extraordinario.

Versiones de asistentes a la reunión privada entre Robles y Batres señalan que la jefa de Gobierno del DF adoptó la propuesta elaborada por diversas ONG que, en caso de reglamentar las tres causales que existen en el Código Penal, comprendería el fijar responsabilidades para médicos particulares, instituciones de gobierno y mujeres que requieran la autorización para practicar el aborto, y definiría los plazos en que deberá examinarse a la mujer y llevar a cabo dicha operación, lo que daría garantías de su correcta realización.

Las fuentes consultadas mencionaron que más tarde la funcionaria enviaría la solicitud correspondiente a la Asamblea Legislativa del DF para solicitar un periodo extraordinario.

Representantes de ONG plantearon que en el DF no se puede reproducir la actitud retardataria que se dio en el Congreso de Guanajuato, que eliminó la violación como causal de aborto, y que por el contrario debe darse claridad a la norma para reglamentar el texto ya existente.

Divergencias entre evangélicos

En la comunidad evangélica las posiciones sobre el aborto son divergentes. Francisco Castellanos, líder de la Iglesia de Dios en la República Mexicana, defendió el derecho a la vida, sin importar las causas que motiven un embarazo, mientras Elí Carrías, dirigente de La Iglesia del Nazareno, se inclinó por detener el proceso de gestación cuando haya violación de por medio o malformación del producto.

Castellanos consideró que, desde el punto de vista bíblico, "el aborto no puede ser provocado, independientemente de las condiciones de la concepción. La vida humana tiene un alto valor ante Dios y ningún ser humano tiene por qué quitarla. La supresión de la vida por el ser humano sólo puede ser facultada por Dios, pero tratándose de un ser indefenso, es un crimen".

Calificó de medida extrema la determinación del Congreso de Guanajuato para encarcelar a las mujeres violadas que abortan. "La violación es contra la voluntad de la persona, y allí la justicia, entre comillas, debe establecer un equilibrio entre el ser que defiende y el ser condenado. Se debe entender que cuando se practica un legrado hay repercusiones tanto morales y espirituales y, por tanto, se deben brindar tratamientos psicológicos y espirituales".

Para Elí Carrías se condena la acción cuando se induce a la persona a practicarse un aborto, pero cuando otras circunstancias motivan la determinación, es necesario estudiar el caso. "No podemos caer en situaciones radicales. En el caso de violación no aceptarlo sería atentar contra la libertad de la persona que ha sido ultrajada. No estamos de acuerdo en que después de sufrir una primera vejación, la mujer deba sufrir otra más, con la cárcel, como se propone en Guanajuato".