JUEVES 10 DE AGOSTO DE 2000
Ť Patricia Romaní demanda al productor José Alberto Castro por plagio
Una escritora de telenovelas reclama los derechos de Serafín
Ť Exige el pago de regalías por 220 esqueletas y 135 capítulos de la serie infantil; Televisa calla
Juan José Olivares Ť La escritora de telenovelas Patricia Romaní interpuso una denuncia legal en contra del productor José Alberto Castro "por el plagio de su obra" Más allá del amor... existe la fe, que según la acusadora se trata del guión de la telenovela Serafín.
''Pido mis regalías; lo que es de ley. Plagiarte es peor que robarte un coche; te roban tus pensamientos, tus ideas. No es una denuncia contra Televisa sino contra el señor Castro'', aseguró Romaní en una conferencia.
Relató que hace tiempo le llevó la historia a Castro, con sinopsis, psicología de los personajes y todos los rubros de un libreto. Salió de Televisa para realizar en Televisión Azteca el guión de la telenovela Yacaranday, por lo que solicitó a los productores de la televisora de San Angel los guiones que había entregado, pero nunca se los regresaron porque ''no los hallaron o porque estaban en archivo muerto... mil pretextos. Cuando pasa el tiempo y se inicia Serafín, lo primero que pensé es que pudiera ser otro ángel. Hablé a la producción y me dijeron que era una adaptación de una novela estadunidense, lo cual no creí''.
Soberbia del acusado
Explica que trató de hablar primero con el productor, aunque desde un principio haya tenido negativas. ''Esperé a ver la novela para ver si coincidía, y desde el primer capítulo fue igual al mío, por algún lado se salieron las esqueletas (la descripción de los personajes y las situaciones de cada capítulo). Le dije que se trataba de mi telenovela, pero lo negó. Luego del capítulo 50, en la producción me dijeron que fuera a libretear porque estaban atorados, pero les dije que cómo iba a libretear mi propia historia; cómo iba a poner los ladrillos si yo era el arquitecto".
Agregó: ''Me dijo José Alberto que me pagaba 18 mil pesos, pero no acepté y contraté abogados que, por cierto, se vendieron con la empresa (uno salió hasta en un BMW), por eso hice la denuncia ante una fiscalía especial en delitos sobre derechos de autor, con la exposición de las pruebas, o sea, con los guiones compaginados y mostrando que son muy similares''.
Romaní dijo que Roberto Razo, director de lo contencioso de la empresa, quien fue designado para resolver el litigio, le aseguró en marzo que había un conducto para resolver el problema y le propuso que del dinero que la televisora le ofreciera, le entregara a él un diez por ciento "por debajo de la mesa, en efectivo, sin impuestos, para poner a los ejecutivos a mi favor''.
La escritora no cesó y fue directamente a la oficina de Emilio Azcárraga para pedirle su opinión. "Hablé con la secretaria de Azcárraga en San Angel y ésta me dijo que el señor simplemente no le comentó nada. Mientras, cuando Razo se enteró de la denuncia me amenazó y me dijo que ese no era el conducto y que me cuidara".
Comentó que este es un viejo problema en Televisa. "El aprovechamiento del libreto que hacen los productores, que siempre se quieren apoderar del porcentaje de las regalías de los adaptadores, y esto siempre se da. A veces eres una escritora original y pasas por adaptadora".
Descendiente de periodistas, Romaní argumentó que el plagio -que trató de solucionar en ''una negociación de mesa" con sus actuales abogados Salvador Martín del Campo y Jesús Trejo Colín, pero por la soberbia de la defensa de Castro decidió actuar legalmente- es por el total de la novela: 135 capítulos y 220 esqueletas.
El mencionado productor pretendía estrenar la obra en teatro, pero por el problema "se tiene que abstener de estrenarla porque se la puedo cancelar" con la ayuda de la Sogem. En tanto, sus litigantes consideraron que habrá una resolución en aproximadamente 10 o 15 días.
Por otro lado, los representantes de José Alberto Castro comentaron que éste prefirió abstenerse de emitir cualquier opinión y que por ahora tiene detenidos sus proyectos hasta que acabe la controversia.