JUEVES 10 DE AGOSTO DE 2000
* CIUDAD PERDIDA
* Miguel Angel Velázquez *
* Confesiones del conducto de Gertz
* Cambios en el Gobierno del DF
Entonces sí es verdad que el empleado 776 de la Universidad de las Américas es nada menos que el jefe de la policía, Alejandro Gertz Manero, como dice su conducto firmante de la carta enviada a la directora de este diario, en la cual da los pormenores de la actividad del titular de la SSP en esa institución.
Siempre es grato recibir misivas que confirmen las informaciones que se dan en este espacio, y más aún si éstas explican con mayor y mejor detalle la cuestión a que alude Ciudad Perdida.
Así, el conducto del señor Gertz asegura que "inmediatamente después de que el secretario de Seguridad Pública tomó posesión de su cargo, formuló y entregó su declaración patrimonial, a la que adjuntó toda la información y pruebas fiscales de los ingresos que percibe tanto en la Universidad de las Américas como por otros conceptos, y así lo ha venido haciendo anualmente ante la Contraloría General del Gobierno del Distrito Federal".
Y luego, el mismo conducto dice que una empleada "confesó" haber sustraído tal documento de los archivos de la universidad privada y asegura que esto se inscribe en una campaña de "calumnias, difamaciones y amenazas en contra del doctor Gertz".
Pero además remata con señalamiento extraño, por no decir timorato, y afirma que él, Gertz, no su conducto "no cuenta con ranchos en el interior de la República, ni se dedica a actividades agropecuarias de ninguna naturaleza, ni se ausenta semanalmente de la ciudad de México para atender ese tipo de asuntos particulares".
Lo que uno ya no entiende es si esto se trata de un cinismo monumental o de una confesión de parte. Si el conducto del señor Gertz quería acusar de algo al procurador Del Villar, así lo debería haber señalado y no acusar entre líneas a quien supone su enemigo o buscar la confusión del lector que pudiera pensar que el dueño de ranchos y actividades agropecuarias sería quien esto escribe, cosa que sería una gran mentira.
Y peor que eso. Ahora resulta que el jefe de la policía no tiene ranchos, pero confiesa, eso sí, según su conducto, que además percibe ingresos de la universidad por otros conceptos, y al hablar en plural no queda más que imaginar que además de la UDLA y el Gobierno del DF, logra otros ingresos.
Quiero pensar que para lograr esos otros ingresos Gertz deberá ocupar algún tiempo de los que le quedan libres, y bueno, así nadie, ni él tan ducho para eso de tener empleos, podría además atender ranchos o cualquier otra actividad, a menos que en todas partes cobre y a ninguna le dedique el tiempo suficiente.
Sea como sea, los cobros del jefe de la policía son cuestión suya y de quien tenga que juzgarlo, pero sería bueno transparentar esta cosas y evitar suspicacias. Nada le cuesta dar a conocer su declaración patrimonial. A lo mejor los líos con la Policía Auxiliar, con Silvia Pinal y con los otros ingresos que percibe por "otros conceptos" le dan tiempo de aclarar esto en bien del gobierno al que representa desde la policía, y no estaría mal que por ahí atendiera de vez en vez la capacitación de sus policías.
Y es que de pronto hay cosas que suenan mal. Por ejemplo Porfirio Barbosa, hasta ayer oficial mayor del gobierno de la ciudad, fue invitado a dejar el puesto, pero pidió una semana para poder hacer la entrega de manera "eficaz".
Los líos del ahora ex oficial mayor son muchos, pero uno de ellos tiene que ver con la Policía Auxiliar. Allí Barbosa colocó a su secretario particular, Armando Alvarez, como presidente del Comité Técnico de la asociación de la Policía Auxiliar, consciente de que desde allí podría manejar los dineros de esa agrupación, que es un cochinero.
En su lugar entra Ricardo Pascoe y la lectura de ese nombramiento lleva un mensaje político muy claro de la jefa de Gobierno hacia las tribus perredistas que no cesan en sus empeños de arrebatar espacios en el gobierno actual y en el que viene.
Líos en GAM
Anoche, un grupo de perredistas de la delegación Gustavo A. Madero, cuya cabeza es Aurelio Pérez Luis, tomó con lujo de violencia el edificio delegacional. Ese grupo acusa al delegado Víctor Quintana de ser el causante de la derrota de sus candidatos en la elección pasada.
Pérez Luis y su tribu culpan al delegado de no haber cumplido con las demandas del grupo, aunque éstas estaban fuera de los alcances de la propia delegación. Debajo de todo esto parece estar la operación clandestina de una gasera.
Anoche también, Víctor Quintana firmó la confiscación del lugar donde se despacha el gas a microbuses en forma clandestina, y esto, según se dice en la delegación, irritó a la tribu de Pérez Luis, quien ordenó, dicen, el ataque.
Fueron tantos los excesos --se rompieron vidrios, se desmontó la puerta de la delegación, se pintaron las paredes del inmueble-- que todo hacia pensar en una respuesta violenta por parte de las autoridades.
Y esto porque hoy, por aquellos rumbos de la GAM, estará el próximo jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador, a quien quieren dar su queja, decirle lo injusto de las autoridades y quieren culpar al delegado de su propia incapacidad y sus malas maniobras.