JUEVES 10 DE AGOSTO DE 2000

Ť Incluyen gastos injustificados por 6 millones 500 mil pesos y pagos en exceso


Detecta anomalías en el DIF-DF la Contaduría Mayor de Hacienda de la Asamblea Legislativa

Ť Con presupuesto para adquirir unidades médicas se compraron autos de lujo, según las auditorías

Raúl Llanos Samaniego Ť Una larga lista de anomalías detectó la Contaduría Mayor de Hacienda (CMH) de la Asamblea Legislativa en el DIF del Distrito Federal durante el ejercicio fiscal de 1998. Van desde la "erogación injustificada" de 6 millones y medio de pesos, pagos en exceso por obras públicas, sobreprecios en las adquisiciones de vehículos, hasta la compra de automóviles último modelo y de lujo con dinero que era para renovar unidades móviles médicas y para atención dental, así como adjudicaciones al margen de la ley, y contradicción en las cifras de desayunos escolares entregados el año en mención.

A lo largo de 40 páginas, el órgano fiscalizador de la ALDF detalla los resultados de las cuatro auditorías --tres financieras y una de obra pública-- practicadas al organismo descentralizado del Gobierno capitalino, encabezado desde diciembre de 1997 por Isabel Molina. Con base en los resultados, la Contaduría pide la intervención de la Contraloría Interna del DIF-DF a fin de que determine las responsabilidades que procedan.

La CMH menciona que mediante el oficio G-ESF-102-E, el DIF-DF pidió a la Secretaría de Finanzas una ampliación presupuestal por 11 millones 249 mil pesos, parte de la cual se utilizaría para "adquirir equipo de transporte que actualice las unidades móviles médicas y dentales", para el beneficio de la comunidad. Sin embargo, el organismo gastó 5 millones 659 mil pesos en la compra de 60 vehículos, entre ellos un Altima GXE 98, importado, con un valor de 171 mil pesos; 22 Volkswagen, 21 Nissan Tsuru, nueve camionetas Dodge Ram, y seis pick up; todas estas unidades, modelo 99, y se destinaron a labores administrativas.

De ese lote de autos sólo se adquirió una ambulancia de alta tecnología para terapia intensiva, con un valor de 412 mil pesos, que a un año de su adquisición tiene apenas recorridos dos mil kilómetros y "carece del equipo mínimo indispensable, como instrumental médico, medicamentos, tanque de oxígeno, etcétera".

Según la CMH, el DIF-DF pagó de más 61 mil pesos en la compra de esos vehículos, pues algunos los compró en diciembre de 1998 --vía adjudicación directa--, a un precio más alto que los adquiridos apenas un mes antes mediante una licitación pública.

Respecto de los desayunos escolares, la CMH precisa que a nivel de las mismas direcciones del DIF-DF hubo cifras encontradas en cuanto a los días en que se distribuirían, de los cuales se estimó entregar 100 millones a 500 mil niños durante 200 días, pero sólo llegaron a 84 millones 299 mil 288, lo que implicó gastos por 210 millones 621 mil pesos.

Aun cuando precisa que el dinero estuvo bien aplicado, la Contaduría señala que hubo diferencias en cuanto al volumen de leche o jugo distribuido y la cantidad de galletas, pan, barra de amaranto o granola que integran los desayunos, a pesar de que esos productos deben estar contenidos por igual cantidad.

De ahí que "el organismo no programó adecuadamente la distribución de insumos, ya que no fue posible determinar las raciones que se otorgaron en 1998, toda vez que las cifras mencionadas (por el DIF-DF) no coinciden con las reportadas en la Cuenta Pública de 1998".

Trabajos inconclusos

Otro de los resultados de la CMH establece que en la Cuenta Pública del GDF se informa que se rehabilitaron 34 centros de asistencia social del DIF-DF, con recursos provenientes de transferencias de las autoridades capitalinas, sin embargo "en la verificación de los contratos celebrados y de los trabajos realizados en 1998, se constató que únicamente se concluyeron los trabajos de 12 centros".

Además, señala la Contaduría que en el contrato que celebró la unidad auditada con la empresa Construrban, SA de CV para remodelar un albergue en la Plaza del Estudiante se tuvieron precios altos, trabajos deficientes e incumplimiento de lo convenido, sin que se le exigiera el reintegro de pago en exceso y los intereses correspondientes.

De igual forma, se encontraron diversas anomalías en contratos de obra pública y convenios modificatorios; entre éstas, contratos sin fecha de suscripción y sin las garantías que exige la ley; firma de contratos después de concluir los trabajos correspondientes, y nula verificación de los plazos pactados de conclusión.

También se afirma que el DIF "erogó injustificadamente 6 millones 483 mil pesos (sin IVA) en las 82 obras que adjudicó directamente, ya que efectuó pagos sin contar con la documentación soporte que acreditara su procedencia, como son los números generadores que determinaron los trabajos realizados".

Añade otro caso, el de la remodelación y restructuración del edificio Pirámide, que tendría que haberse llevado a cabo del 25 de noviembre de 1998 al 25 de junio de 1999, pero a pesar de que el año auditado se hizo un primer pago, "a noviembre de 1999 dicha obra se encontraba suspendida". El personal del DIF-DF que ocupaba el citado inmueble está en una instalación por la que se pagan 381 mil pesos de renta.