JUEVES 10 DE AGOSTO DE 2000
Ť Enfrentamientos en la región vasca con proetarras
Exigen miles en España el fin de la violencia de ETA
Ť El Papa y Chirac condenan los ataques del grupo armado
Armando G. Tejeda, corresponsal, Madrid, 9 de agosto Ť Miles de personas salieron hoy a las calles de España para pedir el fin de la violencia, luego que una escalada de la organización armada vasca ETA dejó en las últimas 24 horas dos muertos y 11 heridos, en atentados perpetrados en tres localidades.
La última víctima fue el subteniente del ejército Francisco Casanova, asesinado hoy en Berroizar, cerca de Pamplona, de tres disparos a quemarropa cuando se encontraba en el interior de su automóvil. Según el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, dos individuos, presuntos miembros de ETA, esperaron a que el militar subiera a su vehículo en su garage para acercarse a él y huir a pie. Los hombres actuaron a cara descubierta.
Este atentado mortal tuvo lugar en momentos en que se efectuaba el sepelio del líder empresarial guipuzcoano José María Korta, quien murió ayer tras la explosion de un coche-bomba a las puertas de su empresa, en la localidad de Zumaia.
Miles de personas realizaron en las principales ciudades del país marchas de silencio, el cual sólo fue quebrado por algunos aplausos en memoria de las víctimas del terrorismo, y para protestar contra la escalada de atentados del grupo separatista. En la capital, unas 2 mil personas se manifestaron bajo el lema: "ETA, basta ya. El pueblo tiene la palabra". En la región vasca, sin embargo, hubo actos de violencia callejera y enfrentamientos entre proetarras y manifestantes.
Francisco Casanova, de 47 años, casado y con dos hijos, es la novena víctima mortal y el segundo militar asesinado por ETA desde que en diciembre este grupo rompió una tregua que mantuvo 14 meses. Desde 1973, cuando ETA asesinó al almirante y presidente del gobierno en plena dictadura franquista, Luis Carrero Blanco, el grupo ha matado a 93 militares. Y la primera acción violenta tras la ruptura de la tregua unilateral fue contra el teniente coronel Pedro Antonio Blanco, muerto en Madrid el pasado 21 de enero.
El presidente francés, Jacques Chirac, y el papa Juan Pablo II condenaron la ola de atentados en España, donde la condena por este último asesinato fue unánime, al incluir en esta ocasión a Euskal Herritarrok (EH, considerado brazo político de ETA), cuyo vocero en el ayuntamiento de Pamplona, Patxi Zabaleta, pidió a ETA el fin de estos asesinatos, y a los gobiernos francés y español, que "rompan" con su inmovilismo y reinicien el diálogo para encontrar una salida al conflicto.
Pero el ministro Mayor Oreja ratificó que con ETA "no se podrá negociar jamás", insistiendo en que el gobierno afrontará el conflicto "desde el estado de derecho", además de que "España no debe contagiarse de la desesperación y precipitación que sufre la banda terrorista ETA", y apeló a la "resistencia democrática" frente a la nueva ola de atentados.
El líder de la oposición socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, expresó a su vez su "disposición a comprometerse aún más" en la lucha contra ETA, pero también destacó la importancia de que el Partido Nacionalista Vasco (PNV, en el gobierno local) y el Ejecutivo reinicien el diálogo, interrumpido tras la negativa de Aznar de hablar con el gobierno vasco por su presencia en el Pacto de Lizarra. Este foro de partidos políticos, sindicatos y agentes sociales de vocacion nacionalista, se encuentra congelado desde el reinicio de la lucha armada de ETA.
Esta ofensiva que se recrudeció a partir de julio, ha sido calificada por analistas locales como la "la más dura" en las últimas tres décadas del conflicto vasco.