JUEVES 10 DE AGOSTO DE 2000

Ť Expresa la voluntad de saldar cuentas pendientes: Eduardo Galeano


Instala Batlle una comisión sobre los desaparecidos

Afp y Reuters, Montevideo, 9 de agosto Ť En una decisión sin precedentes desde el retorno de la democracia en 1985, el gobierno uruguayo legalizó hoy aquí la Comisión por la Paz, una iniciativa gubernamental que busca "sellar" la reconciliación en el país y cicatrizar las heridas provocadas por las desapariciones durante la dictadura militar que se instaló en 1973.

El grupo será presidido por el arzobispo de Montevideo, Nicolás Cotugno, y estará integrado por un delegado presidencial, un representante del izquierdista Encuentro Progresista-Frente Amplio, dos sacerdotes, un dirigente sindical y un político del centroderechista Partido Nacional.

Durante la dictadura unas 160 personas desaparecieron en Uruguay y en países vecinos, sin que se investigara su paradero, ni las detenciones arbitrarias y torturas aplicadas a opositores del régimen militar.

"Esta decisión que hemos tomado tiene, más que ningún otro, un objetivo fundamental: darle al país una respuesta ética, una respuesta moral", dijo el centroderechista presidente Jorge Batlle al instalar la comisión, que deberá mantener reserva sobre las fuentes donde obtenga información.

Una ley sancionada en 1986 anuló los juicios a acusados de violaciones a los derechos humanos durante la dictadura, pero permitía investigar el paradero de los desaparecidos, sin que los gobiernos precedentes hubieran hecho algo al respecto.

La uruguaya Sara Méndez, que busca a su bebé que le fue robado por militares en Buenos Aires, se manifestó escéptica en torno al resultado que obtendrá el grupo, pero reconoció que pone en evidencia que el tema estaba lejos de haberse cerrado.

A su vez, el escritor Eduardo Galeano dijo que la comisión expresa una voluntad colectiva de saldar cuentas pendientes del pasado para construir un futuro diferente.

En Buenos Aires, por otra parte, la corresponsal Stella Calloni reportó que el gobierno argentino insistió en que el caso del militar retirado Jorge Olivera, detenido en Italia a pedido de la justicia francesa por la desaparición de una joven de esa nacionalidad durante la última dictadura, no generará un conflicto internacional porque no está en cuestión la "soberanía argentina".

La detención de Olivera recordó otras historias de horror además del secuestro de la joven francesa, como la desaparición del soldado conscripto Jorge Bonil, quien había contado a otros compañeros cómo Olivera se jactaba de haber violado a Marie Anne Erize.