JUEVES 10 DE AGOSTO DE 2000
* Cuatro décadas de privilegios fiscales, señala
Consenso para elevar ingresos y acabar con exenciones: Gurría
* Avanza el proceso de transición en el área económica, dice
Antonio Castellanos * El secretario de Hacienda, José Angel Gurría, aseguró ayer que el proceso de transición en el área económica con el equipo del presidente electo, Vicente Fox, avanza de manera firme y ahora se trabaja en el Presupuesto de Egresos que será de responsabilidad absoluta del próximo gobierno. Dijo que hay consenso para fortalecer los ingresos públicos, porque la carga fiscal en México es de las más bajas del mundo.
Manifestó que en los últimos 40 años se ha legislado para otorgar privilegios fiscales que han debilitado la estructura de los ingresos y por ello es necesario revisar la totalidad de la estructura tributaria; la mejor forma de beneficiar a las clases más vulnerables es a través del gasto público y no de exenciones o de dar tasa cero. Anunció que habrá acercamientos con las comisiones económicas de la próxima legislatura a partir de septiembre y hacer la propuesta formal en diciembre.
Interrogado sobre la propuesta de quitar la tasa cero al impuesto al valor agregado (IVA) a los alimentos y medicinas, Gurría respondió: "Sobre lo que hay consenso es respecto de la necesidad de fortalecer los ingresos públicos y, por lo tanto, de llevar a cabo lo que todo mundo llama una reforma fiscal integral".
Los privilegios fiscales, precisó, han debilitado la estructura de los ingresos y no se ha revisado por qué se dieron esos estímulos o esos privilegios. Hay que determinar si ahora son válidas las razones por las cuales se dieron. Por eso es necesario revisar toda la estructura tributaria.
Aseguró que la economía crece con fundamento y no hay riesgo de un "descarrilamiento". Ha dado muestras de gran vigor, de mucha solidez, y su crecimiento tiene una base muy sana. Se avanza con un déficit fiscal cada vez más bajo y eso quiere decir que no se estimula la economía artificialmente basado en gasto público, se hace también con una inflación y tasas de interés cada vez más bajas.
El secretario de Hacienda sostuvo que la diferencia del presente año con 1994 es fundamental: hace seis años había un tipo de cambio fijo y un déficit de cuenta corriente de más de 7 por ciento del producto interno bruto (PIB). Ahora es de 3 por ciento y 80 por ciento de ese déficit se cubre con inversión extranjera directa.
No se trata, subrayó, de capitales golondrinos o especulativos. No es dinero "caliente que llega a México a especular, a ganar un poquito más de tasa de interés para irse corriendo. Son capitales de largo plazo, que se la vienen a jugar con México y que prosperan en la medida en que México lo hace, mientras que los especuladores prosperan en la medida en que haya turbulencias en el país".
Además, en 1994 el ahorro se cayó de manera que dependíamos de las corrientes del exterior y las teníamos que atraer a base de tasas de interés artificialmente altas. Entonces el ahorro era de 14 por ciento respecto del producto y ahora es de entre 21 y 22 por ciento.
Ahora, concluyó, se entrega un gobierno con finanzas públicas sanas, con un endeudamiento interno y externo no sólo manejable desde el punto de vista de su monto, sino también en términos de su calendario de pagos; es muy cómodo, no hay ninguna acumulación de vencimientos en un plazo muy corto, ninguna necesidad de lo que se llama refinanciamiento en plazos muy cortos y se entrega una inflación baja que estará más cerca de 9 que de 10 por ciento.