JUEVES 10 DE AGOSTO DE 2000
* Caso de Rodolfo Montiel y Teodoro Cabrera
Dicen militares que acatarán recomendación de la CNDH
* Aún presos, los campesinos ecologistas de Guerrero
Triunfo Elizalde * La Sedena, mediante el oficio 53914, dirigido a la CNDH, acepta la encomienda de que realizará de inmediato "las acciones tendentes a cumplimentar" la sugerencia emitida por aquella comisión, en torno a los abusos que miembros del Ejército cometieron contra los campesinos ecologistas Rodolfo Montiel Flores y Teodoro Cabrera García, presos desde hace un año.
El oficio 53914 está dirigido a José Luis Soberanes, presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, aparece firmado por "el subjefe de Documentación Militar del Estado Mayor de la Secretaría de la Defensa Nacional, general de brigada Fernando Cardoso Partida".
En el documento, la Sedena asegura que, "de contar con los elementos suficientes que acrediten la posible comisión de algún delito" por parte de integrantes del Ejército Mexicano, la institución procederá con apego a derecho, "para lo cual solicita a la Comisión Nacional de Derechos Humanos las constancias de las presuntas violaciones a los derechos humanos (de Rodolfo Montiel Flores y Teodoro Cabrera García), a fin de remitirlas a la Procuraduría de Justicia Militar, y poder llevar a cabo las averiguaciones correspondientes".
El 2 de mayo de 1999 elementos del 40 Batallón de Infantería detuvieron de manera ilegal, en la comunidad de Pizotla, municipio de Ajuchitlán del Progreso, Guerrero, a los ecologistas Montiel Flores y Cabrera García, a quienes relacionaron con una "gavilla armada" supuestamente encabezada por Ramiro "N" y Eduardo García Santana.
Ante la negativa de Rodolfo y Teodoro de pertenecer a algún grupo armado, y pese a que se identificaron plenamente como ecologistas de esa región, los militares José Pedro Arciniega Gómez, capitán segundo; Calixto Rodríguez Salmerón, sargento segundo, y José C. Calderón Flaviano, cabo, todos del arma de infantería, golpearon y torturaron a los detenidos.
De esa manera los tres militares ųseñalados e identificados por los dos ecologistas presosų lograron arrancarles confesiones en torno a delitos que no habían cometido, como el ser portadores de armas de fuego de alto calibre, de uso exclusivo de las fuerzas armadas, así como dedicarse a la siembra de mariguana. De hecho, los soldados se olvidaron de relacionarlos con una "gavilla" armada.
En tanto que los campesinos ecologistas eran objeto de golpes y tortura, el resto de los elementos, integrantes del 40 Batallón de Infantería, además de rodear la población de Pizotla, impidiendo la entrada o salida de los habitantes, que no acababan de comprender qué estaba pasando, se dedicaron a registrar casas ųmediante allanamientos ilegalesų en busca de "armas y drogas".
Bajo cargos infundados, Teodoro Cabrera García y Rodolfo Montiel Flores fueron llevados, primero a un cuartel militar y, de allí, ante un Ministerio Público Federal, el cual consignó el caso ante un MP del fuero común, quien sin mayor averiguación los puso ante un juzgado penal.
En esa instancia, de hecho, ya se terminó la etapa procesal, y se espera que en dos semanas más se dicte sentencia.
Cabe recordar que la Fundación Internacional Goldman, de Estados Unidos, en abril de este año le concedió el Galardón Anual de Ecología a Rodolfo Montiel. Incluso, una comisión de dicha fundación viajó ex profeso a Iguala para entregarle el premio que le fue impuesto en reconocimiento a su labor ecológica en Guerrero. A su vez, Amnistía Internacional (AI), luego de exigir la liberación inmediata de los dos detenidos y no obtener respuesta del gobierno de México, calificó, a Teodoro y Rodolfo presos de conciencia en nuestro país.