MIERCOLES 9 DE AGOSTO DE 2000

* Conclusión en la octava reunión del GCAN


Necesaria, cooperación bilateral en el combate a tráfico de drogas

* La colaboración entre México y EU, una herencia: McCaffrey

Georgina Saldierna, David Aponte y José Galán * Ante integrantes del equipo de transición de Vicente Fox, el zar antidrogas, Barry McCaffrey, la canciller Rosario Green y el procurador general Jorge Madrazo coincidieron ayer en la necesidad de continuar la cooperación bilateral en la lucha contra el narcotráfico en las próximas administraciones federales de México y Estados Unidos.

Con el planteamiento de los tres funcionarios concluyeron los trabajos de la octava reunión del Grupo de Contacto de Alto Nivel (GCAN), en la que delegaciones de los dos países evaluaron la estrategia que se ha aplicado en contra del tráfico de estupefacientes y enfatizaron el papel de las fuerzas armadas mexicanas en esta materia.

En el encuentro, destacó la presencia del vicealmirante Miguel Carranza, y el general de división Juan Heriberto Salinas Altés, quienes han sido mencionados como posibles ocupantes de las secretarías de Marina y de la Defensa Nacional, respectivamente, en la futura administración de Vicente Fox.

Por otra parte, en el octavo encuentro del GCAN, las autoridades de México y Estados Unidos suscribieron un memorándum de entendimiento para combatir el desvío de precursores químicos que permiten la fabricación de metanfetaminas, aunque su puesta en operación dependerá de que también lo signen los nuevos gobiernos.

El zar antidrogas estadunidense reconoció que a pesar de los logros alcanzados con el Grupo de Contacto de Alto Nivel, las grandes organizaciones criminales todavía existen, y "hasta tienen una presencia mayor" en Estados Unidos y México. No obstante, manifestó su confianza en "ganarles la batalla en los próximos años", siempre y cuando, dijo, persista la cooperación entre los dos países.

"Mientras nos preparamos para el cambio de gobierno en nuestros países, espero que también hayamos dejado como herencia la posibilidad de seguir y profundizar la colaboración que existe", insistió ante los representantes del presidente electo de México, Francisco Molina Ruiz y José Luis Reyes Vázquez.

McCaffrey resaltó que las dos administraciones crearon la posibilidad de un futuro sin drogas, pero esta opción "no depende de individuos; entre naciones, la cooperación depende de instituciones", puntualizó McCaffrey.

La canciller Rosario Green resaltó que el trabajo conjunto entre México y Estados Unidos permitió dejar atrás el debate estéril en torno a las causas del narcotráfico, lo que ayudó a pasar de las recriminaciones mutuas a la adopción de enfoques integrales que buscan atacar simultáneamente todas las aristas del fenómeno, desde la producción hasta la demanda, y que se basa en la responsabilidad compartida como la única manera de combatir efectivamente el tráfico de enervantes.

A su vez, el procurador general de la República, Jorge Madrazo, destacó el incremento sustancial que se ha tenido en casos de extradiciones y la localización de fugitivos en los últimos años. Tomando esto en consideración, dijo que es evidente que los gobiernos de México y de Estados Unidos "estamos decididos a evitar que nuestra frontera común pretenda ser convertida por los delincuentes en santuario para la impunidad. Esto no lo vamos a permitir", advirtió.

Sobre el tema, recordó que en el periodo 1995-2000, México ha entregado a Estados Unidos a 61 individuos en extradición, incluidos ocho mexicanos, cifra que contrasta con la registrada en el lapso 1988-1994, cuando se entregaron sólo 12 individuos.

Del informe presentado por el grupo de contacto, resalta que en los últimos cinco años, el Ejército Mexicano erradicó una superficie de más de 125 mil hectáreas de mariguana y más de 80 mil 500 de amapola.

Las tareas de intercepción de aeronaves ha contribuido a eliminar el tráfico de cocaína en vuelos provenientes de Sudamérica hacia México, se menciona.

Asimismo, se destaca que en Estados Unidos se ha reducido el consumo de droga en más de 50 por ciento y particularmente en la cocaína, la disminución alcanza 75 por ciento. No obstante, hay más de 5 millones de adictos crónicos.