MIERCOLES 9 DE AGOSTO DE 2000
* Se reúne el panista con De la Rúa en Argentina
Niega Fox que su reforma fiscal incluya crear nuevos impuestos
* Pide el presidente electo que se enjuicie ya a Oscar Espinosa
Juan Manuel Venegas, enviado, Buenos Aires, 8 de agosto * El presidente electo, Vicente Fox Quesada, aseguró que la reforma fiscal que pretende impulsar en México no incluye, "de ninguna manera", la creación de nuevos impuestos o el incremento de los ya existentes. En otro orden, al ser interrogado sobre la reciente renuncia del secretario de Turismo, Oscar Espinosa Villarreal, acusado de desviar fondos del gobierno del DF, enfático planteó: "šya, que se le enjuicie!".
El guanajuatense arribó a esta ciudad al mediodía para cumplir una breve gira. Intercambio comercial y acuerdos económicos con los países del cono sur son los temas centrales de la agenda de Fox, quien luego de reunirse con el presidente argentino, Fernando de la Rúa ųen su primera actividad en suelo bonaerenseų, anunció el próximo inicio de negociaciones para la firma de un tratado de libre comercio de México con el Mercosur.
Por la mañana, antes de viajar a Buenos Aires, en la capital chilena, Santiago, señaló que de concretarse ese tratado comercial se podría ir "formando una base, a fin de que en el futuro se alcance una alianza latinoamericana para el desarrollo económico compartido... una alianza que vaya más allá de los acuerdos entre los gobiernos nacionales; una alianza de empresa a empresa, de gobierno local a local, de universidad a universidad...".
Reforma fiscal no significa "amolar a la gente"
En Argentina, el presidente De la Rúa recibió a Fox en la residencia oficial Quinta de los Olivos, a unos 30 kilómetros del centro de Buenos Aires. Cerca de 90 minutos duró la conversación, que ųde acuerdo con información divulgada posteriormente en conferencia de prensaų se centró en el interés de ambos de consolidar el intercambio económico entre las dos naciones y hacerlo extensivo al resto de los países sudamericanos.
Sin embargo, y tal como lo hizo en su encuentro con el mandatario chileno Ricardo Lagos, el presidente electo de México pidió a De la Rúa "compartir su experiencia" en materia fiscal, que es uno de los temas que más ocupan la atención del panista, toda vez que será la primera "gran reforma" que presentará como titular del Ejecutivo federal.
En Los Olivos, Fox planteó que "escuchar experiencias ajenas siempre resulta provechoso... en ese sentido, hemos comparado tanto en Chile como aquí los niveles de ingreso fiscal, y resulta que el de nuestro país denota una diferencia sustantiva, pues es mucho, pero mucho más limitado que en otros países".
Y a la pregunta de que si eso significaría aumentar impuestos o crear otros nuevos (como sería el caso de la posibilidad de gravar alimentos y medicinas), el futuro presidente precisó que su idea de reforma fiscal "es mucho más amplia y lleva varios propósitos: simplificación a fondo y desregulación efectiva en materia de pago de impuestos; integración de la economía informal al mercado formal; terminar con la evasión fiscal; "premiar" el ahorro y la reinversión para la generación de empleos, y descentralización de los polos de desarrollo, por lo que "no se circunscribe a hablar de medicinas y alimentos. Eso es realmente insignificante ante lo que estamos planteando".
No obstante, el tema fue nuevamente abordado en una segunda conferencia de prensa que ofreció por la noche en el marco de la recepción que le brindó el embajador mexicano, Genovevo Figueroa Zamudio.
A la insistencia de la pregunta, el futuro presidente aclaró que "no habrá" nuevos impuestos ni incremento en los ya existentes; además, subrayó que cualquier reforma fiscal que se presente deberá ser paralela a un programa de desarrollo social y humano.
"Debo aclarar que no se contemplan aumentos en los impuestos, de ninguna manera los va a haber; tampoco se crearán nuevos... que no se piense que la reforma es para amolar a la gente; es exactamente lo contrario: vamos a redistribuir el ingreso y crear oportunidades para todos", expuso.
Mi gobierno ųagregóų intentará cumplir "lo que hemos comprometido para sacar adelante las demandas de la población", y para ello requerimos un presupuesto suficiente, que lo vamos a lograr "pero sin aumentar tasas impositivas, sin añadir nuevos impuestos; al revés, reduciéndolos vamos a realizar este programa social.
"Esta reforma busca incrementar los ingresos del Estado, pero no con nuevos impuestos, sino incrementando la base fiscal, integrando a la economía informal, poniendo fin a la evasión, y alcanzando la desregulación y la simplificación a fondo en la manera de pagar impuestos"; paralelamente, indicó, "vamos a reducir el costo del gobierno federal, adecuando su dimensión".
Toda esta reforma "fiscal integral" no entrará en vigor sin que antes los mexicanos conozcan y aprueben el programa social de su sexenio, que consiste en combatir la pobreza, dando prioridad a los 40 millones de mexicanos que excluidos del desarrollo.
Además, se plantea la creación de "700 mil acciones de vivienda" cada año, para satisfacer la demanda futura y atender el déficit actual; asegurar la cobertura "al 100 por ciento" del sistema de salud y que "ninguna familia esté a más de media hora de un centro de atención médica"; garantizar crédito y financiamiento "para generar un país de emprendedores", y asegurar que en un plazo de seis años "no haya una sola comunidad rural de más de cien habitantes que carezca de agua potable, electrificación, drenaje, comunicación telefónica, centros de salud y de educación básica".
Presentes en la conferencia de prensa en la embajada mexicana, los invitados priísta y perredista, Sergio García Ramírez y Jesús Zambrano, fueron testigos de cómo Fox redondeó su oferta: "Para que nada que hagamos sea un albazo, todas las reformas que planteamos las vamos a consensar".
Antes del brindis que se le ofreció en la representación diplomática, Fox platicó en un hotel del centro de Buenos Aires con Domingo Cavallo, ex ministro de Finanzas y Economía del general Jorge Rafael Videla ųúltimo militar en el gobierno argentinoų y del ex presidente Carlos Saúl Menem.
La dolarización de la economía argentina, que impulsó Cavallo, fue rechazada ahí mismo por Fox, para quien el sistema de flotación del peso mexicano "está funcionando bastante bien, y nuestro modelo puede ser todavía mejor con el control y la disciplina en las variables fundamentales de nuestra economía".
En lo que sí estuvieron de acuerdo fue en el modelo de "simplificación fiscal" que se vivió en Argentina, cuando el responsable de la economía era Cavallo, quien por cierto se puso "a las órdenes de Fox para seguir platicando en el futuro, si es que consideran oportuna mi experiencia".
Ante tal ofrecimiento ųsegún dijo Cavalloų "Fox se puso contento y quedamos de seguir charlando...".